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La institución cree que una criptomoneda nacional afectaría el rol de los bancos como intermediarios
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El ente emisor sostiene que las criptomonedas son más un vehículo de inversión, que de liquidación
El Banco Central de Japón —BOJ, por sus siglas en inglés— no tiene intenciones de crear una criptomoneda nacional a corto plazo, según declaraciones de su vicepresidente Masayoshi Amamiya.
El ejecutivo participó el fin de semana pasado en la reunión anual de otoño de la Sociedad de Economía Monetaria de Japón, titulada El futuro del dinero, y celebrada en la ciudad nipona de Nagoya. Allí, Amamiya habló sobre las posibilidades de introducir las criptomonedas al sistema monetario japonés y sus proyecciones a futuro.
El funcionario confirmó que la entidad financiera no tiene planes para emitir una criptomoneda nacional en los próximos años, aún si algunos académicos consideran que la adopción de los criptoactivos por parte de los bancos centrales podría reducir las tasas de intereses nominales y mejorar las políticas monetarias.
En este sentido, Amamiya destacó que este beneficio solamente se podría conseguir si se elimina o reduce el uso del efectivo, una medida que no está contemplada actualmente por el BOJ. «Para que los bancos centrales superen el límite inferior de las tasas de interés nominales, tendrían que deshacerse del efectivo en la sociedad», acotó Amamiya.
Asimismo, el vicepresidente del BOJ confirmó que en caso de que las criptomonedas se conviertan en método de pago común, no sólo se reduciría el uso del efectivo, también serían afectadas otras áreas importante, como los depósitos. Según fuentes locales, el vicepresidente reconoció que las criptomonedas podrían afectar los depósitos bancarios y «tener un impacto en la capacidad de la banca para dirigir la economía», una situación que podría conducir a la transformación de la industria financiera.
Grandes obstáculos
Más allá de las elucubraciones, el representante del Banco de Japón no descarta que dentro de unos años las criptomonedas se puedan convertir en un método de pago. No obstante, tiene sus reservas respecto a este tema ya que afirma que los criptoactivos deberán superar muchos obstáculos para su adopción masiva, Sostiene que el uso de los mismos es predominantemente una herramienta de inversión y no de liquidación.
Los activos criptográficos rara vez se utilizan para el pago y la liquidación diarios, y son principalmente un objetivo para la inversión especulativa.
Masayoshi Amamiya
Vicepresidente
Amamiya comentó que las criptomonedas todavía no tienen un uso extendido como método de pago, una característica que retrasa la posibilidad de que superen a las monedas fiduciarias. De igual manera, acotó que las entidades centrales deben todavía analizar muchos aspectos tecnológicos y monetarios antes de adoptar dicha tecnología, por lo cual las ya se están realizando investigaciones en distintas partes del mundo.
Japón ha sido uno de los países más involucrados en el uso de criptomonedas de forma legal en su territorio, convirtiéndose en una de las primeras naciones en legalizar el uso de Bitcoin y en hacer seguimiento financiero a las casas de cambio de criptomonedas. Debido a ello, muchos consideran que estas primeras negativas sobre una criptomoneda nacional no debieran afectar el criptomercado nacional.
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