Madrid.
El mercado del aceite de oliva español camina hacia la uberización de la mano de Olivacoin, un proyecto inserto en la industria olivarera española y cuyo nido se encuentra en el grupo de investigación de finanzas de la Universidad de Sevilla.
Olivacoin es una plataforma dedicada a la compra/venta de aceite de oliva entre particulares que, gracias a blockchain, facilita los beneficios de la desintermediación y posibilita la trazabilidad del producto, comprobando la calidad del mismo desde el origen. En cada transacción, el receptor del producto aplica el sistema de trazabilidad al aceite recibido, comprobando sus características. Realizada la comprobación, se produce la transacción de forma automática mediante smart contracts.
Una propuesta que tiene la forma de otras plataformas de la denominada economía colaborativa. Es decir, al igual que Airbnb no tiene casas, o, como Uber no tiene coches, Olivacoin no tiene olivos, ni tierras, ni envasadoras; pero en su proyecto late la idea de convertirse en la gran gestora del aceite de oliva, al menos en España, dinamizando el sector.
Ismael Santiago, su fundador, subraya que Olivacoin puede convertirse en la mayor empresa del sector del aceite de oliva. Explica que las transacciones se desarrollarán con olivacoins, que son los token del proyecto y el core de la comunidad de usuarios de la plataforma.
De esta manera, se genera un mercado interno de compra-venta de aceite de oliva que, además de convertirse en un sistema de financiación, permite desarrollar un mercado de futuros capaz de frenar la volatilidad de los precios del producto.
De hecho, Olivacoin surge, según relata Ismael, como una alternativa innovadora al desaparecido Mercado de Futuros del Aceite de Oliva (MFAO). Con sede en Jaén, este organismo, el único en el mundo donde se negociaba el aceite de oliva como activo subyacente, echó el cierre en 2014, tras doce años de existencia.
Santiago atribuye la clausura del mismo a las estrictas exigencias de adaptación y requerimientos normativos y económicos demandados por la reglamentación comunitaria y a los cuantiosos desembolsos exigidos. El fundador de Olivacoin explica que la utilidad que ofrecía el MFAO al sector del aceite de oliva estaba en la aportación de transparencia al mercado y en su función como observatorio de precios.
Pero más allá del horizonte de creación de un sistema de financiación del sector, Ismael destaca el valor añadido que aporta la plataforma, teniendo como meta a medio plazo “convertirse en el referente indiscutible mundial en la trazabilidad blockchain en materias primas, siendo el aceite de oliva su primera gran apuesta de mercado”.
Para ello, Ismael explica a CriptoNoticias que la blockchain de Olivacoin estará articulada con Internet de las Cosas. Dice sentirse con ventaja respecto a posibles competidores, porque “no existe ninguna criptomoneda basada en la trazabilidad blockchain alimentaria. Somos los pioneros y líderes, tal y como nos ha reconocido Finnovating, en el ámbito de la commodities en España”.
A diferencia de otras plataformas de la denominada economía colaborativa, afirma que Olivacoin no solo proporciona un software, sino que también está vinculada a un hardware analítico de aceite, conectado con la blockchain de esta entidad, que estará en posesión de los usuarios y con el que los receptores podrán comprobar la calidad y características del producto recibido. Es entonces cuando este hardware analítico certifica el aceite adquirido y se ponen en marcha las consecuencias de los contratos inteligentes diseñados.
Para poder desarrollar este proyecto, Olivacoin lanzará una ICO en breve, con la que pretende recaudar entre uno y veinte millones de euros. La razón que esgrime Ismael para lanzar la Oferta Inicial de Moneda radica en que “es un proyecto nacido por y para el mundo blockchain y cripto. Dotamos al aceite de oliva de una plataforma novedosa de promoción internacional nunca vista y pensada en la actualidad, gracias a los criptomercados”.
Respecto a la horquilla tan amplia de dinero que prevén obtener en la ICO, Ismael explica que son conscientes de lo ambicioso que es el Olivacoin y de que “el valor intrínseco que soporte esta nueva criptomoneda no sólo termine siendo el propio aceite de oliva (patrón commodity), sino también los activos intangibles derivados de los proyectos de I+D+i a desarrollar”.
El fundador de Olivacoin subraya que por ello se requerirá de un mínimo de un millón de euros, con los que poder Investigar, Desarrollar y Comercializar (I+D+C) y de un máximo que puede superar los veinte millones. “Conforme mayor sea la recaudación más ambiciosos seremos en nuestro I+D+C”, señala.
En cuanto a las soluciones que OlivaCoin puede aportar al sector del aceite en España, Ismael dice que reduciría drásticamente los gastos financieros del sector, al conseguir que el aceite se convierta en dinero gracias a Olivacoin. “Y lo que es más importante, reduciríamos como primer objetivo en un 5% el ratio aprovisionamientos/ventas, que lastra endémicamente las cuentas de resultados de las empresas aceiteras, haciéndolas mucho menos competitivas”, agregó.
Respecto al atractivo que ofrece Olivacoin al inversor, explica como una de las grandes razones: “la posibilidad de invertir en una criptomoneda con verdadero valor intrínseco, gracias al respaldo del aceite de oliva y a las posibilidades de crecimiento que tiene este commodity en el mundo de las grasas, gracias a las investigaciones contrastadas sobre sus propiedades saludables: ibuprofeno natural, capacidad antiinlamatoria, empleo en enfermedades neurodegenerativas”
El equipo que integra el proyecto Olivacoin es multidisciplinar y “está formado por destacados referentes internacionales en el ámbito de las criptomonedas y de la investigación docente universitaria, en el campo de la ingeniería informática, las telecomunicaciones, las finanzas internacionales y la ciberseguridad”, asegura Santiago.
Sobre la acogida de Olivacoin en el sector aceitero español, Santiago afirma que ha creado gran expectación e interés. En este sentido, apunta que mantienen conversaciones con: “la dirección general de la Caja Rural de Jaén y ACESUR, empresa líder del mercado, la cual es partner sectorial de Olivacoin, para cuando la tecnología trazable blockchain esté disponible”.
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