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Los promotores usualmente captan miembros a través de familiares o amigos para generar "confianza".
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La organización se reserva el derecho de cancelar el acceso a la plataforma a su entera discreción.
El nombre de AirBit Club comenzó a escucharse en el ecosistema de las criptomonedas desde su creación en el año 2015. La empresa se presenta como el primer sistema descentralizado que une a cuatro industrias: criptomonedas, trading, club de asociados y redes de mercadeo. En su sitio web dice ser «la empresa más grande de criptoeconomía en el mundo» con 2,5 millones de afiliados.
Su modelo de negocio estaría basado en una plataforma multifuncional de trading, conectada a más de 10 casas de cambio internacionales, en donde se comercializarían tres criptomonedas: bitcoin, bitcoin cash y ether. Uno de sus objetivos, en teoría, es generar ingresos con la compraventa de estos activos y producir ganancias para los miembros del club, quienes deben pagar previamente por una o múltiples membresías.
Como misión tienen «proporcionar tecnología de vanguardia utilizando herramientas innovadoras para garantizar que el potencial se maximice y, de esta manera, aumentar las distribuciones de criptomonedas a todos nuestros afiliados».
Bajo este marco, AirBit Club fungiría como una empresa intermediaria entre los miembros y bitcoin, por ejemplo. Sin embargo, y con el transcurrir de los años, se han elevado voces de usuarios quienes reclaman la devolución de sus fondos, pero sin obtener respuestas satisfactorias. También se conoce de países que han advertido sobre sus presuntas operaciones fraudulentas y reguladores que alertan sobre su funcionamiento no autorizado.
CriptoNoticias ha reportado, desde el 2016, que AirBit Club podría estar estafando en nombre de bitcoin. Ahora, y luego de quejas colectivas en México, este periódico entrevistó a tres de sus afiliados; quienes alegan que tienen fondos represados y que han sido bloqueados de la plataforma por denunciar la situación.
«Daniel», «Victoria» y «María» —todos mexicanos—, describieron cómo es el modus operandi de la organización, cuáles son los métodos que utilizan para captar nuevos miembros y qué respuestas han recibido cuando hacen públicas las quejas por no recuperar los fondos.
Los tres testimonios tienen elementos en común. Uno de ellos es que todos los afiliados ingresaron por intermedio de un familiar o amigo que les vendió la idea de hacerse miembro de AirBit Club con pequeñas o grandes inversiones. ¿El gancho? Ganancias extraordinarias en poco tiempo y un nueva «libertad e independencia financiera».
«Lo hacen de esa manera para generar confianza. A mí me invitó una prima, en septiembre del 2017, diciéndome que uno se ganaba el doble de lo que invertía. Ella me visitó con un grupo de personas que yo no conocía, realizaron una presentación en Power Point y me ofrecieron comprar membresías, que en ese entonces eran de 250, 1.000, 31.000 y 62.000 dólares. Lo llamaban el plan de negocios», confesó «Daniel», quien prefirió resguardar su verdadera identidad, al igual que el resto de los entrevistados, por temor a represalias.
El potencial nuevo afiliado mencionó que las personas le insistieron en que ganaría el doble y comenzaron a llamarlo a su teléfono celular para terminar de convencerlo. Con una parte de sus ahorros, «Daniel» dio el paso y adquirió su primera membresía de 1.000 dólares. Con el transcurrir de los meses ya no tenía solo una, sino seis afiliaciones, cinco de 1.000 dólares y una de 31.000 dólares, para un total de USD 36.000 invertidos.
Por cada membresía, «Daniel» acumulaba puntos —dólares— en la plataforma de AirBit Club, conocida en el sitio web como backoffice. En su sesión podía ver el dinero invertido y las «recompensas» diarias que presuntamente obtenía, un monto variable que iba desde los siete, hasta los 14 dólares como renta pasiva.
Para retirar el dinero el afiliado debía trasladar los fondos a una cartera identificada como Bitfoliex, con un cobro del 50% de comisión, y esperar hasta cuatro meses para recibir sus dólares, en el mejor de los casos. La tarifa sería alta por el supuesto argumento de que el dinero es reinvertido en la plataforma.
La situación es peor ya que los montos máximos para retiros también han sido variables con el pasar del tiempo, siendo 1.000 dólares el tope para realizar un payout. Es decir, si había una solicitud de retiro por 1.000 dólares, el usuario recibía USD 500, pero un 30% de ese monto era en Traxalt (TXT), un supuesto proyecto de criptomoneda con respaldo de AirBit Club que, según su página oficial, está basado en la blockchain de Stellar. El otro 20% era en dólares que, para este ejemplo, se trataba de 200.
En el caso de «Daniel» su membresía registraba en pantalla un supuesto balance por más de 23 mil dólares. Sin embargo, un día su saldo se redujo a 9.500 dólares sin ningún tipo de movimientos por parte del usuario. El afectado indicó que la empresa descontó unilateralmente fondos a todos sus afiliados para mantener su funcionamiento ante la expansión de la pandemia por coronavirus.
Desesperado por recuperar parte de su dinero, el usuario pidió ayuda a los promotores que lo ingresaron, pero no recibió respuesta y terminaron bloqueándolo de los servicios de mensajería. También acudió al Ministerio Público y a la Fiscalía de delitos patrimoniales, pero le indicaron que el caso no era de su competencia.
En relación con Bitfoliex y Traxalt se trata de dos proyectos desconocidos dentro del ecosistema de las criptomonedas. Además, ninguna cartera conocida cobra una tarifa del 50% para procesar retiros.
Al ser consultado sobre si el equipo de AirBit Club le suministró alguna nota de recibo o documento, que avalara el pago de los 36.000 dólares, «Daniel» dijo que los promotores no le entregaron ningún recibo de pago por las afiliaciones adquiridas.
En total «Daniel» perdió más de 30.000 dólares, solo pudo recuperar un aproximado de USD 5.000 y terminó enemistado con su prima quien le adeuda 1.200 dólares.
«Inversionistas» y sistema de referidos
En AirBit Club hay dos formas para ingresar: como «empresario» para gestionar una red y un sistema de referidos —pirámide multinivel—, o como «inversionista» para obtener una renta fija porcentual, según el paquete de «inversión» acordado. En el primero de los casos el promotor obtiene un 20% por cada membresía acordada con el nuevo afiliado, lo que se traduce en que, si se «pacta» un ingreso por 1.000 dólares, el gestor de la red obtiene una comisión de 200 dólares.
Para la segunda modalidad, las personas no estarían obligadas a «reclutar» nuevos ingresos, pero los afectados denuncian que no les dejan retirar fondos porque no tienen referidos.
El caso de «Victoria» resume bien ambos mundos y pone al descubierto que no solo hay promociones engañosas hacia afuera de la organización, sino que también hay estafas internas en AirBit Club.
La mujer entró como «inversionista» en el 2016 sin hacerle caso a las recomendaciones de sus hijos de que podría perder dinero. En cuatro años acumuló 30 membresías: 27 de mil dólares y otras tres de 15.000 dólares, cada una, para un total invertido de 72.000 dólares.
El promotor que ingresó a «Victoria» la invitó para que comenzara a establecer su propia red de referidos, esto debido al «éxito» de su afiliación. Al ser una persona mayor, no estar al tanto de la tecnología y no hablar casi en público, la señora se apoyó en el promotor que la ingresó para conformar su red. Es decir, la mujer tendría dos fuentes de ingresos: por sus supuestas inversiones y ahora por sus referidos.
En aras de incrementar los 72.000 dólares de su capital y aprovechando que es una persona reconocida en su comunidad, «Victoria» comenzó a invitar a familiares y amigos para que se unieran a AirBit Club. Así recorrió parte de México y llegó hasta los Estados Unidos para realizar nuevos ingresos.
En su buena fe, «Victoria» confió las afiliaciones a su promotor, sin embargo, el hombre las realizaba a su nombre propio y no en el de ella; acaparando las comisiones que, en teoría, le correspondían a la ahora promotora. Manuel, uno de los hijos de la afectada, comentó:
Le depositamos toda la confianza a esta persona, pero engañaron a mi mamá. La gente entraba con membresías de 1.000, 15.000, 50.000 y hasta 60.000 dólares. Ella estaba muy emocionada por el dinero que obtendría por las comisiones. El promotor también recibía dinero en efectivo que fue acumulando para él. En teoría mi mamá tiene una inversión, sumando las supuestas ganancias, de 174.000 dólares.
Manuel, hijo de Victoria.
La familia informó a CriptoNoticias que desde hace más de dos años han solicitado retiros, pero sólo han recibido USD 4.000. También denunciaron que el promotor involucrado ya tiene vehículos, casas y terrenos. En el caso de «Victoria» tampoco se les suministró recibos de pago por los fondos invertidos.
«Ahora todos los familiares y amigos le están reclamando a mi mamá por lo ocurrido porque fue ella quien los ingresó. Esta situación de estrés le generó una diabetes, por la misma preocupación, ya ni duerme. Si uno reclama y hace presión, entonces te bloquean las cuentas y pierdes todo el dinero. Cuando ingresamos a AirBit Club ellos estaban contentos, hasta nos garantizaron que cuando necesitáramos el dinero lo tendríamos sin problemas. Lo que nos dicen ahora es que tenemos que hacer una nueva red para recuperarlo», añadió Manuel, quien también abrió sus propias membresías, pero han sido canceladas por sus quejas.
Una solicitud de comentarios enviada a AirBit Club, el pasado domingo 24 de mayo para consultar sobre estos casos y otras denuncias recibidas en CriptoNoticias, aún no ha sido respondida.
Términos y condiciones
AirBit Club muestra en su sitio web cuáles son sus términos y condiciones a la hora de comprar o vender membresías. Se trata de 34 puntos en los que prácticamente no se hacen responsables de nada. Además, se reservan el derecho, «a su entera discreción», de cancelar el acceso a su plataforma si alguno de sus miembros infringe alguno de los 25 lineamientos dispuestos para ello. Algo inusual entre las empresas que hacen vida en el ecosistema de las criptomonedas, como dice AirBit Club que lo es.
La relación con AirBit Club puede culminar si la empresa determina que sus integrantes o afiliados caen en difamación o calumnia contra AirBit Club, sus servicios u otros miembros.
Otro punto que llama la atención es que AirBit Club asegura que su organización «busca educar con la mejor información posible sobre bitcoin, Ethereum y Bitcoin Cash», pero no muestra contenidos detallados que ofrezcan información sobre estos proyectos. Y según los denunciantes, los promotores no profundizan sobre su funcionamiento, aspectos técnicos o teóricos. En su sitio web sólo hay algunos datos sobre criptomonedas, qué es la minería digital, blockchain y el trading.
En relación con los riesgos, AirBit Club deja claro que no es responsable de ninguna pérdida o daño incurrido como resultado del uso de sus servicios o por la «falta de comprensión de la naturaleza de las criptomonedas y/o activos digitales». Sin embargo, en ninguna parte hablan de la volatilidad de estas y de cómo su precio puede variar en cuestión de minutos. En una ocasión se menciona que se trata de mercados «altamente especulativos».
Sobre las 10 casas de cambio de criptomonedas, que AirBit Club alega están conectadas a sus plataformas, no se ofrece ningún tipo de información. Además, nadie supo decir a CriptoNoticias en cuáles exchanges se realizan las operaciones.
Las inconsistencias también se muestran en sus redes sociales. Si la organización alega que tiene 2,5 millones de afiliados en todo el mundo, es contradictorio que su cuenta oficial de Facebook solo tenga 29 mil «Me Gusta», que su cuenta en Twitter registre solo 2.767 seguidores y que no se haya actualizado esta última red desde el 11 de febrero. En YouTube solo hay 15.500 suscriptores y en Instagram otros 20.500 seguidores.
AirBit Club dice que su modelo de negocio le permite comprar y vender «grandes cantidades de bitcoin, bitcoin cash y Ethereum», pero nadie supo informar en qué cantidades o cuáles son sus proporciones. Es decir, no existen datos sobre estas transacciones ni en dónde se almacenan estos fondos, algo poco transparente y que va en contra de uno de los principios del ecosistema de las criptomonedas.
Otra imprecisión: no se compran grandes cantidades de «Ethereum» ya que ese el nombre de la blockchain basada en contratos inteligentes, en todo caso se trata de ether (ETH), la criptomoneda asociada al proyecto.
Valores y entes reguladores
En sus términos y condiciones, AirBit Club enfatizó que no participa en las ventas de valores o en inversiones de ningún tipo. El grupo aseguró que las «membresías no constituyen una oferta o una solicitud en ninguna jurisdicción en la que dicha oferta o solicitud no esté autorizada o permitida por la ley».
Aunque este aspecto la desvincularía en teoría de las autoridades financieras o reguladores de valores, han sido precisamente estas comisiones las que más han alertado sobre AirBit Club en el pasado.
En marzo de este año la Comisión Nacional Italiana del Mercado de Valores, CONSOB, prohibió las actividades de la organización en todo el país. El regulador destacó en su reporte que AirBit Club había «ofrecido abusivamente» servicios y productos financieros en Italia.
En España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) advirtió, en enero del año pasado, que AirBit Club, a través de sus sitios web airbitclub.com, airbitclubmundial.com.co, bitbackoffice.com y bitcoin-airbitclub.business.blog, no está autorizada para prestar ningún servicio de inversión.
En septiembre del 2018, la Comisión de Bolsa y Valores de Filipinas destacó en un extenso informe que AirBit Club no estaba registrada como corporación y que no tenía autorización para solicitar inversiones al público.
Las caras más visibles de AirBit Club serían Renato Rodríguez y Gutemberg Dos Santos, quienes en marzo del 2017 fueron investigados por la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC) por promover esquemas piramidales.
Ambos operaron un supuesto negocio llamado Vizinova a través del cual captaron fondos de más de 100 inversionistas para luego disponer de 1,4 millones de dólares en gastos personales que incluyeron una casa y un vehículo de lujo marca Lamborghini. El presunto negocio les ofrecía a los inversionistas la posibilidad de ganar «puntos» como rendimiento de sus inversiones.
Ni Rodríguez ni Dos Santos admitieron o negaron las acusaciones, pero acordaron devolver los 1,4 millones de dólares y pagar una multa cada uno por 160.000 dólares.
El servicio badbitcoin.org también incluyó a AirBit Club en su «lista negra» de entidades que estarían promoviendo fraudes y sistemas piramidales. La página web mencionó que las presuntas estafas se originaban desde Airbitclub-official.ru, Airbitclub.com y Airbitglobal.com.
Como empresa son pocos los datos que se conocen sobre AirBit Club. No queda claro cuál es su domicilio fiscal, aunque mantendría operaciones en 100 países, ni en dónde declara sus impuestos. Al hacer un repaso por su página web o en redes sociales no se pudo hallar esta información.
Suspender operaciones
En México las personas afectadas por AirBit Club se han organizado en grupos de Telegram o Facebook para elevar sus denuncias ante las autoridades locales. También se han introducido decenas de quejas ante la SEC, ya que hay afectados estadounidenses.
Sobre estos avances, «María», una de las defensoras de los afectados, indicó que la intención es evitar que más mexicanos sigan cayendo y que se puedan detener las operaciones como ocurrió en Italia.
La situación es complicada ya que los de AirBit Club toman represalias contra quienes los denuncian. Ellos bloquean las cuentas y las personas pierden definitivamente su dinero, por eso que es que mucha gente no habla, por temor a perder lo poco que puedan recuperar. No lo habíamos visualizado, pero hay afectados en todo el mundo. Se han enriquecido de forma ilícita, en mi caso yo invertí 5.000 dólares, pero ya los di por perdidos.
María.
La afectada dijo que en AirBit Club realizó funciones como «empresaria», gestionando una red de referidos, y también como «inversionista». Sin embargo, dejó de hacerlo cuando se percató de que todo era un riesgo.
Consejos y recomendaciones
El mundo de las criptomonedas está rodeado de personas quienes, en nombre de bitcoin, aseguran tener la fórmula del éxito y la prosperidad. Ante este escenario es importante estar alerta sobre cualquier propuesta engañosa que ofrezca exageradas ganancias en poco período de tiempo.
Hay países en los que incluso estas prácticas no entran en el área de la ilegalidad, pero sus promotores se aprovechan del desconocimiento de las personas para persuadirlas a que inyecten fondos con la falsa promesa de que tendrán grandes retornos.
Lo primordial es educarse sobre bitcoin y las criptomonedas en general. Las empresas o las personas que realmente difunden sobre la tecnología no solicitarán ninguna inversión. Es decir, aprender sobre las criptomonedas o cómo invertir en ellas debería ser un proceso gratuito, fundamentado en el interés de la persona por conocer cómo funcionan.
Otra recomendación es investigar de forma independiente la oferta de inversión que se está presentando. Buscar en Google es un primer paso para saber qué se dice sobre un proyecto determinado, y si este es considerado como estafa.
Invertir 31.000 dólares o cualquier cifra, darlos en efectivo a alguien de quien apenas se tiene referencia sin recibir un documento firmado, sellado o notariado, apuntaría a que los fondos podrían ser usados con cualquier otra finalidad, menos en ser invertidos.
Lo ocurrido con AirBit Club en México muestra la necesidad que existe de enseñar sobre bitcoin, cómo funciona su red, qué es una cartera de criptomonedas o cómo los usuarios pueden convertirse en sus propios bancos. Todo esto sin tener que delegar su dinero en terceras personas que terminan enriqueciéndose de forma deshonesta con el patrimonio de toda una vida de sus afiliados.