Hechos clave:
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El protocolo de conocimiento cero es la base de esta criptomoneda.
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Su cadena de bloques oculta automáticamente el emisor, el receptor y cantidad de la transacción.
Todos los entusiastas del ecosistema están hablando sobre Zcash, cuyo gran lanzamiento, tras algunos atrasos, se produce mañana, 28 de octubre. La característica principal que puede otorgársele se resume a una sola palabra: privacidad.
Otras palabras clave asociadas a esta criptomoneda son en realidad nombres y apellidos muy destacados: Zooko Wilcox, su fundador, Gavin Andresen, Vitalik Buterin, Matthew Green, Adam Ludwin, Erik Voorhees y, en realidad, un largo etcétera de conocidas personalidades (y organizaciones) que se han involucrado de una manera u otra con este proyecto nacido en 2014 como Libro Blanco pero que se remonta a 2013 en su base esencial.
Así que empecemos por el principio: el protocolo de conocimiento cero que es la base de esta criptomoneda. Esta prueba se remonta a finales del siglo pasado, y funciona para que cada una de las partes prueben a otra que una declaración (matemática) es cierta sin revelar nada más que la veracidad de dicha declaración.
En base a este método criptográfico, a su vez, nace en 2013 Zerocoin, otro protocolo criptográfico de moneda creado por Ian Miers, Christina Garman, Matthew Green, y Aviel D. Rubin, en conjunto. Un proyecto nacido entre los mejores profesionales de la Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos, liderados precisamente por Green, criptógrafo de renombre. Al año siguiente Zerocoin se mejora aún más de la mano del mismo Green, esta vez acompañado, además de por Miers y Garman, por Eli Ben-Sasson, Alessandro Chiesa, Eran Tromer, y Madars Virza. En esta ocasión, el nombre que se le otorga al proyecto es Zerocash.
Finalmente, este es el protocolo que se implementa con algunas mejoras en la criptomoneda Zcash (ZEC), cuya principal oferta es la confidencialidad total en los pagos, mientras que mantiene una red descentralizada utilizando una blockchain pública. Pese a esto último, en su cadena de bloques se oculta de forma automática el emisor, el receptor y la cantidad de la transacción. Privacidad total para sus usuarios, algo que no pueden conseguir en la blockchain original, cuyas transacciones en realidad pueden ser rastreadas.
Privacidad vs. Anonimato
Ciertamente, no se puede decir que esta sea la primera criptomoneda en tomar como objetivo el aumento de la privacidad en la blockchain. Casos célebres han sido Monero y Komodo, que de hecho utiliza también el mismo protocolo Zerocash, pero acompañado de un nuevo método de consenso de Prueba de Trabajo diferida (dPoW).
El protocolo Zerocash utiliza los parámetros SNARK (del inglés: Argumentos sucintos no-interactivos de conocimiento), que permiten la creación y destrucción de señales digitales para su utilización fiable en las transacciones financieras, por último sin dejar rastro. Pero no en todos los casos este método permite ocultar por completo cada trozo de información.
Tal cual se afirma en la página asociada a Zcash, se prefiere más la palabra ‘privacidad’ que ‘anonimato’, pues la primera alude más a la protección de ciertos datos, mientras que la segunda tan sólo a la “eliminación de datos personales vinculados a los datos potencialmente públicos”. Cada transacción realizada con esta criptomoneda, además de proteger su información criptográficamente, se mezcla con todas las transacciones llevadas a cabo desde el comienzo de la blockchain, lo que asegura que rastrearla sea casi imposible.
Sin embargo, Zcash advierte que esta funcionalidad no está disponible para cuentas multifirma, correlaciones hechas con transacciones públicas (por ejemplo, intercambios a otra criptomoneda), ni tampoco para ocultar o modificar direcciones IP. Si bien, en este caso, puede integrarse con redes como Tor, lo que asegura una mayor privacidad.
Más seguridad
Aunque suele mencionarse con ahínco la privacidad, una característica destacada en Zcash es también la seguridad para sus usuarios. Oficialmente, se explica que una blockchain que cifra los datos y los hace privados, y carece de pruebas de conocimiento cero, “también carece de la seguridad de que todas las transacciones son válidas”. Lo que significa que los nodos de red no pueden verificar los datos cifrados, por tanto, no pueden saber si el remitente en verdad envió el dinero o cometió fraude.
En cambio, el protocolo de Zcash sí es capaz de leer estos datos cifrados de forma automática y verificar cada transacción, sin revelar nada más que su autenticidad a los participantes. Sin duda, una ventaja notoria sobre otras cadenas de bloques.
Asignación y Blockchain
Se espera que a través del tiempo lleguen a existir 21 millones de ZEC, al igual que con Bitcoin. Un 90% está destinado a los mineros y un 10% será la llamada ‘Recompensa de los Fundadores’, destinada a los creadores, empleados, asesores y a la Fundación Zcash, sin fines de lucro, que está dedicada a mejorar los protocolos del sistema en interés de todos los usuarios.
Por otro lado, esta criptomoneda se basa en su propia blockchain, lo que de hecho le permite mantener sus transacciones en la más estricta privacidad. Sin embargo, es posible que se conecte directamente a otras cadenas de bloques como Ethereum en un futuro próximo, tal como explicó Wilcox durante la DevCon2.
Cómo conseguir Zcash
Por ahora solo será posible conseguir esta criptomoneda de dos formas: bien comprándola o bien minándola. En cuanto a casas de cambio, se ha tenido noticia a través de las redes sociales y sitios oficiales de que la compañía china Yunbi, la africana BitMex, la estadounidense Bittrex, y los gigantes Bitfinex, Kraken y Poloniex ya han preparado soporte para esta nueva moneda digital, aún antes de su lanzamiento. Adicionalmente, también estará integrada a la plataforma ShapeShift, que permite la conversión instantánea a otras criptomonedas.
Por otro lado, Zcash también será añadida a la cartera multiplataforma Jaxx y su CEO, Anthony Di Iorio, confesó que sus usuarios expresaron un gran interés en que esta nueva alternativa estuviera disponible apenas se lanzara. Curiosamente, este anuncio llega poco después de que una de sus mayores competidoras, Monero, también anunciase su integración con Jaxx.
En cuanto a minería se refiere, ya hay varios software de minería disponibles, tanto para minar ZEC con GPU como con CPU, y algunos tutoriales de cómo configurarlos. Asimismo, varios grupos de minería han habilitado a la criptomoneda en sus plataformas, tales como CoinsForAll, CoinMine.pl y Zmine, entre muchos otros. Incluso, compañías de minería en la nube como Genesis Mining ya han preparado el espacio y las herramientas para que sus clientes puedan dedicarse a minar Zcash.
Minería
Lo primero a considerar si se quieren minar ZEC, es que en los primeros 20 mil bloques, durante al menos 34 días, se llevará a cabo una minería de inicio lento. Esto quiere decir que, durante este tiempo, la recompensa por bloque comenzará en 0 ZEC e irá aumentando gradualmente. Esto con el fin de minimizar el impacto en caso de errores iniciales inesperados, experimentar con el valor potencial que en verdad puede tener esta criptomoneda y evitar una ‘fiebre del oro’ entre los mineros.
Pasado este plazo, la recompensa por cada bloque de 2MB será de 12,5 ZEC en un tiempo promedio de 2,5 minutos. Luego, cada 4 años (u 840 mil bloques minados) esta recompensa se reducirá a la mitad: de 12,5 pasará a 6,25 y así sucesivamente hasta llegar al límite. Los desarrolladores esperan que a lo largo de un año la blockchain crezca hasta 420 GB.
Hasta los momentos, sólo se puede minar a través de Linux y Windows con el algoritmo Equihash, un tipo de Prueba de Trabajo (PoW) basada en memoria que permite una verificación muy eficiente, lo que sin duda es adecuado para Zcash. Esto hace que la cantidad de minería dependa entonces de la cantidad de RAM disponible. De hecho, para el proceso de creación de transacciones con prueba de conocimiento cero se requieren como mínimo 4 GB de RAM.
Inversión
Zcash es capaz de verificar una transacción sin revelar nada más que su autenticidad. Al parecer, esta idea ha atraído a personalidades y grupos bastante importantes, por lo que en este sentido augura un crecimiento exponencial, dadas sus fuertes conexiones e intereses políticos.
Entre los nombres más resaltantes del proyecto está, en primer lugar, el de su fundador, Zooko Wilcox, que cuenta con 20 años de experiencia en sistemas descentralizados y criptografía, conocido por su trabajo en el almacén descentralizado Tahoe-LAFS y su participación en DigiCash, quizá la primera moneda digital anónima.
Como consultores aparecen nada menos que Gavin Andresen, uno de los principales desarrolladores de Bitcoin, y Vitalik Buterin, fundador de Ethereum. Ambos, los más altos representantes de las dos criptomonedas con mayor capitalización en el mercado. Al menos hasta el momento.
Entre sus inversores se cuentan Adam Ludwin, CEO de la compañía de tecnología de contabilidad distribuida Chain, Erik Voorhees, CEO de ShapeShift, Barry Silbert, CEO de Digital Currency Group y Fred Ehrsam, Co-fundador de Coinbase. Pero quizá lo más interesante es quiénes han estado de fondo en el protocolo Zerocash.
Aún puede verse que en su página original sus inversores han sido, entre otros, Amazon, el ministerio Israelí de Ciencia y Tecnología y nada menos que la DARPA, que hace poco reveló su interés por la blockchain para la milicia.
Otro punto a su favor es el precio futuro que ha alcanzado incluso antes de su lanzamiento: 0,340549 BTC ($230 aproximadamente) por ZEC, lo que la haría la segunda criptomoneda con más valor después de Bitcoin.
Amenazas
Pese a todo este resplandor, no todo es perfecto para Zcash. Y la que es tal vez su mayor amenaza reside en sus propios parámetros. Para poder hacer que una transacción sea tan privada como se pretende, se generan SNARKs mediante un proceso que también, como la energía nuclear, produce ‘desechos tóxicos’. Este subproducto, en teoría, podría ser utilizado para subvertir la blockchain creando cuantas monedas falsas indistinguibles de las reales se desee, lo que, a su vez, podría causar una inflación lo suficientemente fuerte para acabar con el Zcash.
La medida de seguridad contra este evento es dividir la información de los parámetros públicos (y sus desechos) entre varios encargados. Así que se basa en la confianza en que ellos resguardarán estos datos. Mientras uno solo de ellos se encargue de destruir su parte de ‘desecho tóxico’, la cadena de bloques se mantendrá íntegra. No obstante, suena peligrosamente como un tesoro a perseguir por los hackers.
Por otro lado, un factor que puede actuar tanto en su contra como a su favor tiene mucho que ver con los mercados de la DeepWeb. Es bien sabido que la DarkNet ha sido gran impulsadora de Bitcoin y también de Monero, dos criptomonedas que, en principio, tenían como principal promesa la privacidad en sus transacciones. Algo, sin duda, apreciado por los criminales. Y si bien esto puede aumentar su precio, también puede afectar su reputación.
No obstante, Zooko Wilcox ya ha pensado que esto es inevitable, pues Zcash es tan sólo una herramienta y dependerá de cada usuario el uso que se le dé, aunque, más allá de lo ilícito, hay razones legítimas para querer mantener la data en privado, como la protección de la propiedad intelectual.
Sí [los criminales pueden utilizar Zcash], pero los malos van a utilizar cualquier cosa. Los malos usan los coches, los malos usan Internet, los malos usan dinero en efectivo, los malos usan el sistema bancario actual. Nuestro objetivo no es inventar algo que los malos no pueden utilizar, es inventar algo que puede potenciar y elevar a los miles de millones de buenas personas en este planeta.
Zooko Wilcox
Fundador y CEO
De cualquier forma, Zcash llega al escenario como un fuerte competidor para criptomonedas como Monero, Komodo, ShadowCoin, Silk y ZCoin. Sólo en lo próximo podremos saber si en realidad todas ellas son capaces de convivir y si, tal como se prevé ahora, Zcash se convertirá no sólo en la líder en privacidad, sino en una de las más grandes de todo el ecosistema. Así como menciona Wilcox dirigiéndose a sus usuarios: “Hemos creado Zcash, pero su destino final no está en nuestras manos, sino en las suyas”.
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