Radioaficionados de Brasil enviaron bitcoin gracias a la luna

Márcio Gandra, Rafael Silveira, Narcélio Filho, André Alvarenga y Paulo Jr. son cinco radioaficionados y bitcoiners de Brasil que, empleando un sistema de radio, hicieron la primera transacción de bitcoin utilizando a la luna. La intención es demostrar cómo se puede utilizar la criptomoneda incluso sin internet.

Otra de las razones que expusieron para la realización del experimento fue porque durante la pandemia por coronavirus se conocieron «varias preocupaciones con respecto a la libertad humana».

Según ellos, se han «desgarrado familias sin que se esboce ninguna reacción. Excepto por aquellos que estuvieron dispuestos a romper los límites del aire y la tierra para lograr lo que anhelan: libertad total, para pensar, hablar, venir, ir y, por qué no, enviar bitcoins».

La acción se logró a través de equipos de radio de largo alcance con los que retransmitieron, en código morse, el hexadecimal de un archivo de una Transacción de Bitcoin Parcialmente Firmada (PSBT). Este es un formato que permite que las transacciones de Bitcoin puedan ser firmadas incluso sin una conexión directa a Internet.

La transacción P2P se hizo entre André Alvarenga y Narcélio Filho, ubicados Belo Horizonte y Macacos-MG, respectivamente, pero necesitaban de dos firmas digitales para validar la operación en la red. En ese momento intervinieron Rafael Silveira y Paulo Jr, ambos a más de 600 km de distancia, en el estado de San Paulo.

La distancia entre los participantes hizo imposible que la transmisión se hiciera en línea recta, ya que se realizó sin internet y solo utilizando ondas de radio, por lo que utilizaron a la luna como una especie de «espejo», bajo una técnica conocida en radioafición como EME (Tierra – Luna – Tierra) o «Moon Bounce».

Trascendió varios días después, que el grupo escogió realizar el experimento el pasado 24 de abril, cuando ocurrió el fenómeno conocido como «luna rosa». Momento del año en donde la luna alcanza su punto más cercano a la tierra, favoreciendo el éxito de la iniciativa.

«El proyecto propone alternativas mucho más interesantes para comunicar y enviar criptomonedas a distancias continentales, utilizando satélites de comunicación pública y educativa que orbitan el espacio. Sin comprometer su seguridad y anonimato», indicaron los bitcoiners.

Luego de la primera transmisión, el grupo de radioaficionados envió otro mensaje con la frase «¡Elon, lo hicimos primero!», vía ondas de radio en código morse a la luna. Esta vez quisieron burlarse del multimillonario y demostrar que no es necesario tener grandes cantidades de dinero para traspasar los límites de la tierra en busca de la libertad.

Próximos proyectos con bitcoin

Los brasileños también anunciaron que van a lanzar el proyecto Satoshi.radio.br. Se trata de un grupo de radioaficionados ubicados en varias ciudades alrededor del mundo que servirán como ‘oyentes y locutores’ de las transacciones de Bitcoin vía ondas de radio.

Igualmente, están planificando crear tokens no fungibles (NFT), con los audios y archivos del registro histórico de la transacción, para financiar la adquisición de estructuras poderosas para que permitan expandir el mencionado proyecto Satoshi.Radio.br.

Los entusiastas de bitcoin brasileños, tras haber logrado con éxito el primer experimento desean seguir probando nuevas herramientas.

En ese sentido, anunciaron que lo próximo que harán, será un pago a través de la red Lightning de Bitcoin, desde el estado Minas Gerais hasta una recóndita zona del Amazonas.

Aseguran utilizarán satélites de radioaficionados en órbita para transmitir la señal en modo digital, obteniendo así «una transmisión rápida y precisa, sin necesidad de cortar partes como se hizo en el experimento con el código Morse usando la luna».

En la misma tónica que los cinco brasileños, pero en el año 2019, CriptoNoticias informó que el bitcoiner canadiense Rodolfo Novak, creador del monedero ColdCard, completó una transacción de bitcoin empleando un sistema de radio aficionado y una brain wallet o cartera de memoria.