Hechos clave:
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Los reguladores deben procurar que la autocustodia no se use para fines ilícitos, según Chen.
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La ejecutiva dice que los usuarios de Web3 a menudo “se sienten curiosos” por la autocustodia.
La autocustodia de Bitcoin, método mediante el cual los usuarios tienen plena propiedad y control de sus activos, es un factor que empodera a las personas, al darles la soberanía de su vida financiera.
Esa es la reflexión de Eowyn Chen, quien es la directora ejecutiva de Trust Wallet, un monedero de autocustodia de bitcoin y otras criptomonedas. En una entrevista con CriptoNoticias, la empresaria resaltó que la autocustodia “es uno de los principios fundamentales y más poderosos” del sistema Web3.
Como lo ve Chen, las carteras de autocustodia empoderan a los usuarios ya que les evita tener que depender de intermediarios o terceros de confianza para realizar sus transacciones.
Esto es así ya que los usuarios quedan “libres de las vulnerabilidades y riesgos asociados con las plataformas centralizadas, como violaciones de datos, hackeos o mala gestión de fondos”, en opinión de la directiva de Trust Wallet.
En esencia, la autocustodia de Bitcoin es una de las prácticas más soberanas del ecosistema de los activos digitales. A través de los monederos no custodiados, las personas tienen control absoluto sobre sus fondos.
Así, pueden enviar, recibir e intercambiar BTC sin que un ente centralizado, como un banco central, un gobierno o una empresa, intervenga en esa operación.
Chen considera que, aunque el papel de los monederos de autocustodia es clave para resguardar los fondos de los usuarios, la responsabilidad sobre la protección de la privacidad “recae en el diseño técnico de la blockchain”.
Así lo explica: “La protección de privacidad más robusta proviene de blockchains que no muestran públicamente los historiales de transacciones, pero que aún permiten la verificación. Este enfoque garantiza la privacidad incluso si el software del monedero no recopila ningún dato personal”.
En el caso de la red Bitcoin, por ejemplo, se le ubica dentro de redes pseudónimas. Esto es así ya que en la cadena de bloques quedan registradas todas las transacciones ejecutadas y se muestra el origen y el destino de estas. Aunque no se informa quién está detrás de los monederos que intervienen en la operación. Esto podría saberse en casos de investigación y trazabilidad que ejecutan gobiernos y empresas analíticas.
Regulación de la autocustodia
Durante la entrevista, Chen habló acerca de las regulaciones orientadas a la autocustodia de bitcoin y criptomonedas. A su juicio, la elaboración de infraestructuras regulatorias puede promover “mejores prácticas y estándares de seguridad” para los usuarios de monederos no custodiados.
“Esto incluiría directrices sobre encriptación, gestión segura de claves y autenticación de usuarios, asegurando que los monederos estén diseñados con la protección del usuario como prioridad”, señala la ejecutiva.
Para Chen, la afirmación popular de que estos monederos no pueden ser regulados suele provenir de “la naturaleza descentralizada” de esas carteras, así como de la falta de acceso y control que los proveedores tienen sobre los activos de los usuarios.
«¿En qué categoría de negocio se encuentra un monedero de autocustodia? Si una billetera de autocustodia es principalmente una herramienta de software que las personas usan para acceder a la blockchain, entonces es como un navegador. ¿Existen leyes sobre los navegadores de internet? Casi todos los países no tienen leyes sobre esto. Incluso si quieren limitar la libertad de expresión o implementar una censura fuerte, las regulaciones se llevarán a cabo regulando el contenido, NO el software del navegador».
Eowyn Chen, directora ejecutiva de Trust Wallet
Ahora bien, explica que, aunque la tecnología en sí misma puede resistir el control centralizado, “un entorno regulatorio más amplio aún puede abarcar aspectos relacionados con los monederos de autocustodia”.
Por tanto, apunta a un enfoque regulatorio que reconozca los principios fundamentales de la libertad financiera y la privacidad. “Al tiempo en que garantice que estas herramientas no sean explotadas para actividades ilegales”.
“Se necesita un enfoque matizado y colaborativo entre los reguladores, las partes interesadas de la industria y los usuarios”, expresó.
No es un banco
Chen resaltó que en la tecnología de Bitcoin y las cadenas de bloques como las de BTC no es posible hacer lo que en el sistema bancario sí. Esto es bloquear y congelar fondos. Enfatiza que los proveedores de carteras sin custodia “no tienen acceso al control del monedero de los usuarios y no hay forma de implementar lo que las instituciones financieras tradicionales pueden hacer, como bloquear el flujo de fondos entrantes, congelar activos, etc”.
En efecto, el bloqueo y la censura son acciones que están fuera del alcance de los proveedores de monederos de autocustodia, debido a que las redes de cadenas de bloques son un registro público y descentralizado, que está distribuido, es inmutable y transparente.
En general, la cadena de bloques, en el caso de Bitcoin, es inviolable y por eso no se puede editar, intervenir o congelar alguna transacción ya realizada y procesada por los nodos y los mineros de Bitcoin. A lo sumo, se puede guardar como constancia o prueba.
En ese sentido, la directora ejecutiva de Trust Wallet, plataforma con más de 100 millones de usuarios en todo el mundo, sostiene que es importante equilibrar la privacidad con el cumplimiento regulatorio, así como la educación general sobre Web3, para prevenir el uso indebido de la autocustodia para actividades ilícitas.