-
El proyecto será experimentado sobre una red de pruebas llamada Quantum Canary.
-
Usarán una variante de la prueba de trabajo usada en Bitcoin: Quantum Proof of Work (QPoW).
La empresa BTQ Technologies anunció el 5 de agosto una alianza con la firma QBits con el objetivo de desarrollar una solución de custodia segura frente a posibles ataques cuánticos a activos digitales como bitcoin (BTC), ether (ETH) y otros.
El anuncio describe una iniciativa orientada al diseño de un sistema de resguardo institucional que sea resistente a los avances de la computación cuántica, en especial en lo referido a la vulnerabilidad potencial de las claves criptográficas utilizadas en las redes actuales.
El desarrollo técnico se basa en la Red Quantum Canary, una red de pruebas pública (testnet) construida específicamente para experimentar con sistemas de seguridad post-cuánticos.
Esa red actúa como entorno de simulación y validación para arquitecturas que pretenden anticiparse a los escenarios en los que computadoras cuánticas puedan quebrar los algoritmos criptográficos hoy considerados seguros, como por ejemplo ECDSA (Algoritmo de Firma Digital de Curva Elíptica) en Bitcoin.
Un diseño en etapa experimental y enfocado en instituciones
La iniciativa conjunta busca integrar la tecnología CASH (Hardware seguro criptográficamente ágil), propiedad de BTQ.
Esa arquitectura, según lo dispuesto en el comunicado que emitieron las empresas, permitiría realizar hasta un millón de operaciones criptográficas post-cuánticas por segundo con bajo consumo energético, lo que podría resultar adecuado para soluciones de custodia a gran escala.
Aunque el sistema todavía está en desarrollo, los impulsores afirman que incorporará algoritmos ML-DSA, seleccionados por el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de EE. UU. (NIST), junto con estándares de seguridad de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) agrupados en su marco CNSA 2.0.
Ambos conjuntos de protocolos están siendo evaluados como posibles estándares para entornos resistentes a la computación cuántica.
De concretarse, la propuesta permitiría almacenar y proteger monederos institucionales de criptomonedas con una capa adicional de seguridad frente a posibles futuros ataques. Esto podría tener especial relevancia para fondos, custodios o plataformas que gestionen grandes volúmenes de claves privadas.
Pruebas de validación cuántica y hoja de ruta a 2025
La hoja de ruta pública incluye dos hitos centrales. Por un lado, durante el tercer trimestre de 2025 se prevén pruebas de integración en la testnet Quantum Canary de QPoW (Prueba de Trabajo Cuántica), es decir, una adaptación del mecanismo de prueba de trabajo usado en el protocolo Bitcoin, pero diseñado para aprovechar principios de la computación cuántica en su funcionamiento, aunque aún se encuentra en desarrollo.
A diferencia de los esquemas tradicionales de prueba de trabajo (PoW), que requieren grandes cantidades de energía para asegurar la red y validar bloques, QPoW promete un mecanismo de consenso más eficiente energéticamente, según la web oficial de BTQ Technologies.
En el PoW los mineros resuelven un problema matemático, a través de funciones de hash, que consume mucha energía para proponer nuevos bloques. Estos bloques luego son verificados por los nodos de la red, que acuerdan el estado correcto de la cadena de bloques en un proceso llamado consenso distribuido.
En contraste, el sistema QPoW sustituiría ese enfoque por un método conocido como muestreo de bosones, una técnica cuántica que usaría menos energía que las computadoras clásicas al resolver un problema similar.
Conforme a lo explicado por BTQ, esto podría beneficiar a las redes al reducir el consumo energético, aunque advierten también que ese consumo es un problema multifactorial.
Por otro lado, hacia el cuarto trimestre de este año se espera una prueba de concepto para la agregación de firmas Falcon, una técnica criptográfica que promete agrupar múltiples firmas digitales de forma eficiente, actualmente evaluada como una de las candidatas dentro de la criptoagilidad post-cuántica en el proyecto de ambas compañías.
No obstante, los dos objetivos apuntados se enmarcan en un enfoque teórico-experimental.
Aunque el proyecto aún está lejos de una implementación práctica o de uso masivo, el planteo muestra un interés creciente por actores del ecosistema de criptomonedas en desarrollar estándares de custodia que puedan mantenerse robustos frente a un eventual ataque cuántico.