Desde la conformación del consorcio R3, que agrupa grandes bancos y empresas tecnológicas, ha crecido el debate sobre si el uso de una plataforma blockchain construida para aplicaciones bancarias puede ser posible. Justamente R3 ha zanjado el debate con un simple anuncio: no utilizaremos una blockchain, sino algo distinto.
A pesar de las diferentes pruebas que ha realizado R3 con varias plataformas blockchain, tanto de naturaleza pública como privada; hoy han anunciado que realizarán pruebas con una plataforma diseñada específicamente para los requerimientos de los bancos.
Corda es el nombre que lleva este libro distribuido de registros que, aunque bien pudiese ser considerado una blockchain, los creadores y ejecutivos del consorcio R3 han dejado en claro que no lo es. Los bancos y empresas agrupadas en el consorcio empezarán las pruebas en la plataforma en las próximas semanas.
Tal como fue publicado en el blog del consorcio, Corda es un prototipo de plataforma de libro de contabilidad distribuida, diseñada específicamente para administrar los acuerdos financieros entre las instituciones financieras reguladas. Corda está inspirada en gran medida en la captura de los beneficios de los sistemas blockchain, aunque sin las opciones de diseño que hacen que las cadenas de bloques sean inapropiadas para muchos escenarios bancarios.
El equipo que ha desarrollado Corda está dirigido por James Carlyle como Ingeniero Jefe y el antiguo desarrollador de Bitcoin Mike Hearn, ahora como Líder de Ingeniería en dicha plataforma bancaria.
Algunas características clave de Corda son:
• Corda brinda difusión global de datos hasta lo necesario: sólo aquellas partes que tengan una necesidad legítima de conocerlos, pueden ver los datos dentro de una operación.
• Corda coordina el flujo de trabajo entre las empresas sin un controlador central.
• Corda logra el consenso entre empresas a nivel de los acuerdos individuales, no a nivel del sistema.
• El diseño de Corda permite que los nodos directamente sean observadores de regulación y supervisión.
• Las transacciones en Corda son validadas por las partes de la transacción, en lugar de un conjunto más amplio de validadores no relacionados.
• Corda es compatible con una variedad de mecanismos de consenso.
• Corda registra una relación explícita entre los documentos legales en lengua humana y el código del contrato inteligente.
• Corda se basa en herramientas estándar de la industria.
• Corda no tiene una criptomoneda nativa.
Corda ¿La anti-blockchain?
Esta plataforma toma diversas características de la tecnología blockchain, sin embargo algo es claro: la búsqueda del consenso general no es una de sus características. Si bien posee una estructura de registros distribuidos, el acceso no es público y solo cuando dos partes lleven a cabo un acuerdo, puede acceder al registro.
Inclusive antes de ser anunciada esta plataforma, ya se había hablado muchísimo sobre la imposibilidad de que un blockchain pública con el consenso distribuido fuese realmente útil para aplicaciones bancarias. Hoy R3 confirma las sospechas con el anuncio de Corda.
Según el portal Bloomberg, el Jefe de Tecnología de R3 Richard Gendal Brown, declaró que Corda cumple con el objetivo de que los bancos quieren compartir sólo lo que se necesita para que el resto de las empresas del grupo confirmen que los activos y dinero en efectivo han cambiado de manos y nada más.
No enviamos (información) a otras personas de forma cifrada; simplemente no la enviamos en absoluto. Parece obvio, pero eso no quiere decir que sea una visión compartida universalmente.
Richard Gendal Brown
Jefe de Tecnología para R3
Las palabras de Brown dejan claro que no están construyendo una blockchain y que, a diferencia de otros diseños en este espacio, el punto de partida de Corda son los acuerdos individuales entre las empresas en lugar de un consenso global; por lo cual, el consorcio R3 rechaza la noción de que todos los datos deben ser copiados a todos los participantes, incluso si están encriptados.