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Charles Edwards, fundador de Capriole, cree que Bitcoin tiene “el cifrado financiero más débil”.
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Adam Back distingue encriptación o cifrado de las firmas digitales.
Un nuevo debate sobre el impacto potencial de la computación cuántica en Bitcoin se abrió en las últimas horas entre desarrolladores y analistas del ecosistema. El intercambio giró en torno a la criptografía que protege a la red.
La discusión tomó fuerza luego de una declaración de Charles Edwards, fundador de la firma de análisis Capriole Investments, quien planteó que el riesgo cuántico no está siendo tratado con la seriedad necesaria dentro del ecosistema de Bitcoin.
Si no hemos desplegado una solución para 2028, espero que Bitcoin esté por debajo de los 50.000 dólares y siga cayendo hasta que se arregle.
Charles Edwards, fundador de Capriole.
Cruces técnicos en X sobre la criptografía de Bitcoin
Uno de los intercambios ocurrió el 17 de diciembre entre Edwards y Adam Back, fundador de Blockstream. Back respondió de forma tajante al planteo de Edwards: «absurdo».
Ante eso, Edwards profundizó su postura y sostuvo que Bitcoin representa «el mayor tarro de miel del mundo», al concentrar enormes sumas de valor protegidas por lo que calificó como «el cifrado financiero más débil».
CriptoNoticias reportó a fines de septiembre que el fundador de Capriole considera que «Bitcoin es vergonzosamente débil frente a la computación cuántica».
Back objetó el enfoque técnico del argumento al señalar que “Bitcoin no usa cifrado” y esa afirmación abrió una discusión semántica y conceptual sobre criptografía y encriptación.
Edwards replicó que la criptografía de curva elíptica (ECC) sí constituye una forma de encriptación (igual a cifrado), y que cuando esa tecnología se vea comprometida, también lo harán las wallets con claves públicas expuestas.
La red Bitcoin emplea ECC para proteger las firmas de las transacciones, en particular la variante ECDSA. Back insistió en distinguir encriptación o cifrado con firmas digitales:
Bitcoin no está construido sobre cifrado, sino sobre firmas. Las claves Schnorr y ECDSA son claves de firma, no claves de cifrado público.
Adam Back, fundador de Blockstream.
Back sostuvo que, si bien la matemática de las curvas elípticas podría emplearse en otros sistemas para esquemas de cifrado, ese no es el caso de Bitcoin.
En la red, esas claves se usan exclusivamente para firmar transacciones y demostrar propiedad de los fondos, no para encriptar información.
Según Back, confundir ambos usos lleva a interpretar erróneamente cómo funciona la seguridad del protocolo.

¿Criptografía es lo mismo que encriptación?
La criptografía es una disciplina amplia que incluye distintas técnicas para proteger información. Dentro de ella se encuentran tanto la encriptación (o cifrado, que sirve para ocultar datos) como las firmas digitales, que permiten verificar autenticidad e integridad sin ocultar el contenido.
Bitcoin utiliza criptografía, pero no encriptación dentro de su sistema de consenso. Las transacciones se validan mediante firmas digitales, que prueban que quien gasta fondos posee la clave privada correspondiente.
En Bitcoin, el algoritmo más utilizado para esto es ECDSA, y más recientemente Schnorr, otro esquema de firma criptográfica añadido con la actualización Taproot.
El debate continuó entre especialistas de Bitcoin
En ese sentido, un usuario de X, bajo el seudónimo “storm”, continuó con el debate anterior.
Señaló que, aun si Bitcoin no usa cifrado en sentido estricto, el valor sigue almacenado en wallets basadas en ECC que podrían verse comprometidas en el futuro.
En otro hilo, Back amplió su argumento y sostuvo que incluso si la computación cuántica lograra romper esquemas de cifrado simétrico o de clave pública, eso no implicaría la falsificación de firmas digitales en Bitcoin.
«Si las firmas digitales no se rompen, ninguna transacción de Bitcoin sufrirá firmas cuánticas falsificadas», explicó.

Indicó además que Bitcoin solo utiliza encriptación para proteger archivos locales de wallets almacenadas en discos, lo que apunta a evitar robos por acceso físico, no ataques remotos a la red.
También mencionó que el cifrado en las comunicaciones entre nodos es opcional y cumple una función de privacidad, no de seguridad del consenso. Aun si se desactivara por completo, no permitiría el robo de bitcoin en la red.
Desde su perspectiva, Back considera que el riesgo cuántico suele exagerarse al mezclar capas distintas del sistema: el consenso de Bitcoin, las wallets y el transporte de datos.
Finalmente, el colaborador del cliente Bitcoin Core conocido como Murch explicó que la encriptación es solo una subcategoría de la criptografía y que Bitcoin emplea firmas digitales, no encriptación, en su sistema de consenso.
Otro desarrollador de Core coincidió en que gran parte del debate surge porque muchos confunden criptografía con encriptación, y eso es lo que Back intenta aclarar.



