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En las últimas dos semanas, el 43% de transacciones de BTC fueron no financieras.
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Debate en Bitcoin Core sobre OP_RETURN refleja tensiones filosóficas y técnicas entre la comunidad.
Un análisis reciente de un investigador del explorador de bloques de Bitcoin (BTC) mempool.space, conocido en X como ‘Orange Surf’, revela que el 49% del conjunto de UTXO (salidas de transacciones no gastadas) de esa red está compuesto por salidas inferiores a 1.000 satoshis, mientras que el «43% de las transacciones de las últimas dos semanas incluyeron un OP_RETURN o fueron inscripciones».
Esos datos, que reflejan un uso de la red para fines no financieros, emergen en medio de una discusión técnica y filosófica que sacude al ecosistema bitcoiner sobre el propósito fundamental de Bitcoin, ya que pone en cuestión si la red creada por Nakamoto debe priorizar su función como dinero o permitir usos alternativos que podrían modificar su diseño original.
En adición, y en este entorno, CriptoNoticias notificó un incremento notorio de operadores de nodos de Bitcoin Knots, en desmedro de una leve caída de los de Bitcoin Core, aunque este último continúa siendo el software más utilizado.
Un debate que trasciende lo técnico
Los datos presentados por ‘Orange Surf’ se dan en el contexto de un intenso debate entre desarrolladores de Bitcoin Core, el software más utilizado para interactuar con la red Bitcoin.
La propuesta en discusión, liderada por Antoine Poinsot y reinsertada por Peter Todd, busca eliminar el límite actual de 83 bytes para las operaciones que utilizan OP_RETURN, un tipo de transacción que permite incrustar datos no financieros en el archivo de Bitcoin, como mensajes o metadatos. Además, se plantea permitir múltiples salidas OP_RETURN por transacción, estandarizando su uso para reflejar las prácticas actuales y simplificar el código del software.
Varios de los principales desarrolladores del ecosistema Bitcoin apoyan la moción de Peter Todd. Entre ellos Gloria Zhao (una de las mantenedoras del código de Bitcoin Core), Jeremy Rubin, James O’Beirne (Jamesob), Michael Folkson (michael1011) y Jameson Lopp.
Sin embargo, esta iniciativa ha generado división, no solo por sus implicaciones técnicas, sino por lo que representa para la esencia de Bitcoin.
Más voces que se suman al debate
Samson Mow, una figura conocida en el ecosistema de Bitcoin por fomentar su adopción, expresó su postura crítica sobre el cambio propuesto: «Cualquiera puede ver que no hay consenso sobre relajar los límites de OP_RETURN. Avanzar con este cambio es entrar en una pendiente resbaladiza».
Samson Mow profundizó sus cuestionamientos a las modificaciones en Bitcoin Core al analizar el razonamiento que él mismo señala de quienes las defienden: «Desde lo que veo, su argumento es que ‘ya está roto porque la gente puede hacer spam a través de Taproot, así que deberíamos normalizar el spam en OP_RETURN’».
Con esta declaración, Mow sugiere que los proponentes de relajar los límites de OP_RETURN están aceptando el uso no financiero de la red como un hecho inevitable, en lugar de buscar soluciones que preserven la función primaria de Bitcoin como sistema monetario. Esta perspectiva refuerza su advertencia sobre los riesgos de avanzar en un cambio que, a su juicio, alejaría a la red de su propósito original y consolidar prácticas que muchos consideran perjudiciales para su funcionamiento a largo plazo.
Las reacciones a los datos de ‘Orange Surf’ reflejan las tensiones en el debate. Jason Hughes, vicepresidente del pool de minería OCEAN, mostró su preocupación al señalar que estos usos no financieros evidencian «una falla de los usuarios y desarrolladores para responder adecuadamente a tales ataques a la red», agravada por el miedo y la desinformación. Según Hughes, si no se controla, esto podría derivar en «un ecosistema centralizado e inútil».
Específicamente, Hughes está señalando el uso de Bitcoin para almacenar datos no relacionados con transacciones monetarias, como las inscripciones (que permiten incrustar archivos como imágenes o texto directamente en la red, popularizadas por protocolos como Ordinals y Runes) y los datos empaquetados en OP_RETURN.
Estas prácticas consumen espacio en los bloques, incrementan las demandas de almacenamiento y procesamiento para los nodos, y elevan las tarifas de transacción para los usuarios que sí utilizan Bitcoin para fines financieros.
Para Hughes, esto constituye un «ataque» porque va en contra de la visión de Bitcoin como un sistema eficiente para transferencias de valor, transformándolo en una base de datos para usos alternativos que, en su opinión, no deberían tener prioridad.
Otro usuario en X aportó una visión que encapsula el dilema: «Obviamente, hay una gran discrepancia entre cómo Satoshi diseñó Bitcoin, lo que TradFi está promoviendo y cómo se puede ver el uso actual en la cadena. Es un trilema». Esta declaración subraya las tensiones entre el diseño original de Bitcoin, las expectativas del sector financiero tradicional y las prácticas emergentes de los usuarios.
Argumentos a favor de los cambios en Bitcoin Core
En contrapartida, Erik De Smedt, CTO (directo de tecnología) de una plataforma de pagos con bitcoin, se posicionó a favor de eliminar las restricciones de OP_RETURN, argumentando que el límite actual, aunque introducido con una intención noble, ha demostrado ser ineficaz y perjudicial.
«No apruebo los JPEG en la cadena y creo que contaminarla con ellos es un comportamiento irresponsable», aclaró De Smedt, enfatizando que la propuesta no busca fomentar más datos innecesarios, sino reducir el daño que ya ocurre.
De Smedt explicó que el límite actual empuja a los usuarios a ocultar datos en otras partes de las transacciones, como en el testigo, lo que contamina el conjunto de UTXO y obliga a los operadores de nodos a usar más memoria y RAM.
En adición, señaló que quienes desean incluir datos como JPEG suelen enviar sus transacciones directamente a grandes pools de minería, excluyendo a los pools más pequeños y contribuyendo a la centralización de la minería. «Este cambio no se trata de aprobar JPEG en la red, sino de mitigar estos problemas», concluyó.
Por otro lado, el equipo detrás de OP_NET, una plataforma que promueve funcionalidades de finanzas descentralizadas (DeFi) directamente en la capa base de Bitcoin, ofreció una perspectiva distinta: «Las inscripciones han demostrado que las personas quieren hacer más con Bitcoin». Este punto de vista denota su posición favorable para que la red evolucione para incluir casos de uso más amplios, una circunstancia que avalada por los datos compartidos por ‘Orange surf’.
De modo tal, el debate sobre el uso de Bitcoin como base de datos o como sistema monetario sigue abierto, y las decisiones que tomen los desarrolladores de Bitcoin Core podrían tener un impacto duradero en la dirección que tome la red en el futuro.