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En 2018 se retuvieron 4.000 BTC, a los que se sumaron otros 2.934 este año.
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El criminal vendía drogas, cobraba en criptomonedas y las cambiaba por efectivo en la darknet.
Estar en prisión desde 2018 no fue un impedimento para que Ryan Farace continuara lavando dinero proveniente de la venta de drogas. Para ello, el delincuente contó con la asistencia de su padre. Se habría valido de transacciones con bitcoin (BTC) que luego cambiaba por efectivo en la darknet.
El negocio era «redondo» para Farace allá por 2015, cuando decidió montar junto a Robert Swain una red de tráfico de drogas en la darknet o «internet oscura» desde Reisterstown, Maryland, Estados Unidos. Esta actividad, que cobraba en bitcoin, prosiguió hasta 2018, cuando el malhechor fue descubierto y condenado a 57 meses de prisión por el Juzgado Federal de Maryland.
El modus operandi de la organización consistía en vender drogas y recibir bitcoin a cambio. El siguiente paso era cambiar esos criptoactivos por dinero en la darknet, bajo un total anonimato. Según un comunicado oficial emitido por el Juzgado en noviembre de 2018, el envío de dinero se habría hecho por correo a una dirección especificada por Farace, cuyo alias era «Xanaxman». Tenía 37 años de edad en ese momento.
El negocio había crecido de forma exponencial. En esos tres años, los socios habían logrado vender más de 900.000 pastillas de Alprazolam, un ansiolítico que se receta para enfermedades como la depresión y la ansiedad. Así fue como logró acumular millones de dólares, propiedades y equipamiento informático, todos bienes que acabaron siendo confiscados por las fuerzas del orden.
Luego de confirmadas las acusaciones contra los protagonistas de esta historia, la Justicia estadounidense informó la incautación de 5,6 millones de dólares y 4.000 bitcoins que pertenecían a Farace. En ese momento, la suma en criptomonedas equivalía a aproximadamente 16,8 millones de dólares, aunque hoy ascendería a más de 184.000 millones de dólares, según datos de CoinMarketCap.
Las operaciones siguieron desde la cárcel
Ya para 2019, parecía que el negocio de Farace estaba acabado. En primer lugar, porque estaba en prisión, pero, además, su red había sido desarticulada. Por estas razones, se creía que ya no contaba con los recursos para seguir con su comercialización de drogas.
No obstante, la figura de su padre, Joseph Farace, le sirvió para continuar con el «emprendimiento familiar». Así fue como desde octubre de 2019 hasta abril de 2021 se las ingeniaron para lavar 137 millones de dólares (o 2.934 BTC, según informaron medios locales) que finamente fueron incautados entre febrero y abril de este año.
Más allá de este nuevo descubrimiento en contra del traficante, todavía se desconoce si los últimos bitcoins confiscados ya estaban en su poder en 2018 o si, en cambio, fueron producto de nuevas ventas de estupefacientes durante su estadía en la cárcel. Lo cierto es que, desde 2015, las criptomonedas recibidas por la comercialización de drogas ya eran casi 7.000 BTC.
La venta de drogas en internet, un problema mundial
A fines de junio de 2021, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) publicó un informe en el que brega por una mayor regulación de las criptomonedas, tal y como informó CriptoNoticias. El fin de esta iniciativa es detener la proliferación del mercado ilegal de drogas en internet, el cual actualmente mueve 315 millones de dólares por año.
Las criptomonedas, dice la ONU, son uno de los principales métodos de pago para estas operaciones. Además, la rápida innovación tecnológica y la digitalización de la economía a partir de la pandemia por el COVID-19 han influido en el crecimiento de estas actividades ilegales en línea.
No obstante, lo expuesto en el informe forma parte de una matriz de opinión, actualmente en desmontaje, a partir de una serie de investigaciones que demuestran que el vínculo entre criptomonedas y hechos delictivos no es tan fuerte, como ha reseñado este medio de comunicación en publicaciones previas.