Las criptomonedas han sido señaladas en variadas ocasiones como herramientas facilitadoras de actividades criminales, un título que se han ganado por sus características descentralizadas y su seguridad criptográfica. Aunque las monedas digitales pueden ser un método utilizado para el lavado de dinero, esta no es su única función y mucho menos la más popular.
Hoy en día una investigación liderada por la Fundación de Defensa de las Democracias (FDD) de los Estados Unidos ha desarrollado un análisis sobre el flujo ilícito de dinero en las casas de cambio a nivel internacional que comprueba que dichas prácticas son minoritarias en la red Bitcoin.
Según el sitio oficial del Centro de Sanciones e Ilícitos Financieros, el documento fue llevado a cabo por los investigadores Tom Robinsom, Dr.Phil y Yaya Fanusie, quienes destacaron que tan solo el 1% de las transacciones de bitcoin en las casas de cambio alrededor del mundo eran ilegales; siendo esta cantidad de «bitcoin sucios» un pequeño porcentaje en comparación con ese gran flujo de dinero que se mueve diariamente en las redes blockchain.
En los últimos cuatro años, tan sólo el 0,61% del dinero que traspasaba las plataformas de intercambio provenía de fuentes ilegales que habían sido confirmadas. No obstante, en el 2013 este porcentaje había aumentó considerablemente, convirtiéndose en un total de 1,07% las transacciones relacionadas con estafas y lavado de dinero.
De acuerdo con nuestro estudio, el porcentaje total de «bitcoin sucios» identificados en los servicios de conversión fue relativamente pequeño. Solo el 0,61 por ciento del dinero ingresado en los servicios de conversión durante los cuatro años analizados fue verificado como proveniente de fuentes ilícitas, con la proporción más alta (1,07 por ciento) vista en 2013.
FDD y Elliptic
En el caso del territorio más azotado por las actividades ilícitas, Europa se lleva la batuta. En el viejo continente se ha reportado que una cuarta parte de las transacciones realizadas en sus plataformas de intercambio han estado relacionadas con ilegalidades, oscilando entre el 2015 y el 2016 en un porcentaje del 38% al 57% de la totalidad de movimientos en la red; cifras que generan preocupación por la seguridad financiera europea.
Los investigadores concluyeron que las entidades gubernamentales y empresas internacionales debían empezar a replantearse las imposición de nuevas prácticas AML (anti-lavado de dinero) en el caso de monedas criptográficas y los servidores de intercambio, todo esto con el objetivo de disminuir aún más las irregularidades en la red de Bitcoin.
El proyecto investigativo fue auspiciado por la Fundación de la Defensa de las Democracias, quienes en conjunto con la iniciativa analítica blockchain de Reino Unido, Elliptic, habrían enfocado este trabajo hacia el objetivo de identificar las herramientas necesarias para la elaboración y aplicación de nuevas leyes que erradiquen las malas prácticas realizadas en las soluciones blockchain. Un tema que ha sido controversial en el pasado y que ha generado considerables discusiones entre las instituciones legislativas internacionales.
Esta no es la primera vez que la FDD deposita su confianza en las tecnologías de contabilidad distribuida e investiga sobre las monedas criptográficas. El año pasado Samantha T. Ravich, miembro de la mesa de asesores del Centro de Sanciones e Ilícitos Financieros de la Fundación Defensa a la Democracia, publicó un documento donde constata que las herramientas desarrolladas en blockchain podrían ser cruciales para la defensa de la seguridad nacional.
Por otro lado, Yaya Fanusia, fundador de la iniciativa, también habría dejado en claro a mediados de año la necesidad de sseparar el empleo de Bitcoin de las prácticas ilegales por medio de regulaciones más certeras, declaraciones que van acorde a las nuevas investigaciones publicadas.