Recientemente fueron presentadas 65 maneras de utilizar la tecnología blockchain en iniciativas de protección ambiental, en un estudio realizado por el Foro Ecónómico Mundial (WEF) en conjunto con PriceWaterhouseCoopers (PwC) y el Instituto para el Ambiente Stanford Woods. En él se abordan las diversas aplicaciones de esta tecnología para encarar retos ambientales, como el cambio climático, la pérdida de la diversidad biológica o la escasez de agua.
El documento Building Block(chain)s for a Better Planet, publicado el 12 de septiembre pasado, señala que las aplicaciones que la tecnología blockchain abarca se agrupan en torno a temas como habilitar la transición hacia sistemas descentralizados más limpios y eficientes, la comercialización peer-to–peer de recursos y permisos, transparencia, gestión de cadena de suministros, nuevos modelos de financiamiento para iniciativas ambientales, entre otros.
En el anuncio de la publicación del estudio, PwC se refiere, de forma general, a los beneficios de la tecnología blockchain.
Blockchain es una tecnología emergente fundacional, que permite la transferencia de un rango de activos entre partes, de forma segura y barata, sin intermediación de terceros. A medida que las aplicaciones de blockchain y las plataformas como Bitcoin y Ethereum, se hacen más conocidas, hay un entusiasmo creciente la oportunidad de blockchain para la Tierra. Si se usa de manera aducuada, blockchain tiene un potencial significativo para permitir un cambio hacia soluciones, descentralizadas, más limpias, que preserven más los recursos, lo cual lleva a la liberación de un capital natural y el empoderamiento de las comunidades.
PriceWaterhouseCoopers
Por otra parte, en este estudio se identifican propuestas habilitadas por la tecnología blockchain calificadas como “modificadoras de las reglas del juego” o disruptoras, “que tienen la capacidad para suministrar soluciones de transformación a los retos ambientales”, según el reporte. Entre estas se menciona la gestión descentralizada y sostenible de recursos, que permitiría reducir la asimetría de información entre los participantes de un ecosistema.
Por ejemplo, en las plataformas que generan y distribuyen agua potable y energía, proveedores y consumidores pueden tomar decisiones más informadas sobre el diseño de los sistemas y la gestión de recursos. Esta descentralización podría conducir a tarifas dinámicas o a balancear de manera óptima la oferta y la demanda de esos recursos.
Blockchain: ¿tecnología universal?
En cuanto a las 65 propuestas de aplicaciones mencionadas, centradas en blockchain, sólo se mencionan, dentro de seis categorías, como cambio climático, océanos saludables o biodiversidad, las áreas que dichas aplicaciones atenderían. Sin embargo, no hay un solo ejemplo en el que se suministren detalles sobre el tipo de blockchain usada, si se usará una blockchain pública o una blockchain propia, privada, o el tipo de consenso que mejor se adapta al problema específico que se desea resolver.
También se mencionan repetidas veces algunos beneficios de la tecnología blockchain, considerada de forma general, como la trazabilidad, la inmutabilidad de la información almacenada, o el acceso público a los archivos de transacciones. Sin embargo, la falta de detalles sobre las particularidades de la implementación puede conducir a la concepción errónea de que la tecnología blockchain es única y que puede adaptarse a todas las tareas. Hay posturas en contra de esta concepción unificadora sobre la tecnología blockchain y la tendencia a referirse esta como una panacea tecnológica.
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