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La ONU investiga más de 35 casos de ataques cibernéticos supuestamente vinculados a Corea del Norte.
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Corea del Norte podría estar acumulando criptomonedas para tratar de evadir las sanciones.
Corea del Norte negó este 1 de septiembre las acusaciones de haber obtenido USD 2.000 millones a través de una serie de ataques cibernéticos a bancos y casas de cambio de criptomonedas, y acusó a los Estados Unidos de esparcir estos rumores.
Un reporte de las Naciones Unidas, visto por la agencia de noticias Reuters el mes pasado, dice que Corea del Norte ha realizado ataques cibernéticos de «amplio rango y de creciente sofisticación» para robar bancos y casas de cambio de criptomonedas, acumulando así USD 2.000 millones. Tal cantidad se habría utilizado para financiar los programas de producción de armas de destrucción masiva.
«Los Estados Unidos y otras fuerzas hostiles ahora están esparciendo rumores de mala fe», reporta la agencia de noticias del gobierno de Corea del Norte, KCNA, citando una declaración del portavoz del Comité Nacional de Coordinación de la República Popular Democrática de Corea para la lucha contra el lavado de dinero y contra la financiación del terrorismo. La declaración del funcionario señala lo siguiente:
Esta invención por parte de las fuerzas hostiles no es más que una especie de juego sucio que busca dañar la imagen de la República y está destinada a justificar las sanciones, además de aumentar la presión de las campañas de presión contra la República Popular Democrática de Corea.
Washington ha progresado muy poco en su meta de lograr que Corea del Norte desista del avance en su programa de producción de armas nucleares, a pesar de las tres reuniones que sostuvieron el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un. Sobre ello, el viceministro de Corea del Norte dijo el sábado pasado que espera que las conversaciones con los Estados unidos se vayan desvaneciendo. También criticó los recientes comentarios del Secretario de Estado, Mike Pompeo, sobre «la conducta deshonesta de Corea del Norte».
En los últimos años se ha acusado a Pyongyang, la capital de Corea del Norte, de ser el epicentro de una serie de ataques cibernéticos, principalmente en contra redes financieras en Estados Unidos, Corea del Sur y en más de una docena de otros países. Estas actividades cibernéticas, según expertos, generan fuertes cantidades de divisas para el régimen norcoreano.
El meollo de las acusaciones contra Corea del Norte se halla en su conexión con un grupo de hackers llamado Lazarus, quienes están vinculados a un robo cibernético de USD 81 millones al Banco Central de Bangladesh en 2016, y al ataqué en 2014 perpetrado contra el estudio de Sony en Hollywood.
Versión traducida del artículo de Ju-min Park, publicado en Reuters.