Los nuevos servicios financieros que han venido surgiendo en los últimos años, con un fuerte apoyo en la tecnología, en la innovación y en el emprendimiento han conformado el sector conocido como Fintech. América Latina no escapa de esta tendencia mundial, al ser una región en donde diversas iniciativas del área fintech se han formado, en gran parte por la alta proporción de personas no bancarizadas, a quienes se dirigen una parte importante de las aplicaciones que se producen en este sector emergente.
CriptoNoticias conversó con Sebastián Olivera, fundador del Montevideo Fintech Forum, expresidente de la Cámara Uruguaya de Fintech y vicepresidente de la Alianza Fintech Iberoamérica, sobre los retos más importantes para la actividad Fintech en Uruguay y América Latina, así como las relaciones de este sector emergente con las autoridades financieras.
Comenzamos la conversación con Olivera con el tema de los desafíos principales para el sector. El emprendedor considera que en primer lugar está la regulación específica para el sector Fintech:
En lo personal, creo que el reto más importante es que los reguladores y actores del sistema financiero tradicional continúen trabajando de forma conjunta con el sector fintech, en la elaboración de regulación que, por un lado fomente la inversión y la innovación; y por el otro contribuya a fortalecer el sistema financiero. Sin regulación, no hay inversión; y sin inversión no hay desarrollo económico , ni en Fintech ni en ningún sector.
Sebastián Olivera
Vicepresidente
Olivera acota que la regulación deseable es la que posibilita y garantiza la interoperabilidad y el libre flujo del dinero de los agentes de la economía, lo que facilita el acceso al crédito y, por ende, el desarrollo inclusivo de la economía.
Otra de las tareas clave para el desarrollo del sector Fintech es continuar con el trabajo de difusión y docencia, para divulgar ampliamente sobre los beneficios que los desarrollos Fintech posibilitan, sobre todo en cuestiones de inclusión financiera y construcción de ciudadanía económica.
En este sentido, el Uruguay ha sido pionero en iniciativas de educación financiera, como el programa del Banco Central BCU educa y el portal de Inclusión Financiera, entre otros portales; ha sido pionero en asuntos normativos como la ley de Inclusión Financiera, la cual, entre otros objetivos, intenta incorporar al sistema formal a sectores que tradicionalmente se han mantenido en la opacidad o a los que se han vulnerado derechos.
Sebastián Olivera
Vicepresidente
Rol de los gremios
Olivera habla sobre el rol de las asociaciones para promover el crecimiento del sector Fintech y refiriéndose a la Cámara Uruguaya de Fintech y la Alianza Fintech Iberoamérica, considera que «el rol más relevante es el de concientizar y generar conciencia respecto del aporte que puede hacer el sector Fintech en la creación de valor en la economía real».
«Un gran logro que hemos tenido como Cámara Uruguaya, es el de posicionarnos como un interlocutor válido en el sistema financiero nacional» acota Olivera. Esta Cámara, sostiene, ha participado en diferentes encuentros con el Banco Central, con representantes del Ministerio de Economía y Finanzas, organismos multilaterales de crédito, otros reguladores locales y de terceros países, así como con representantes de Gobierno de estos últimos, instituciones financieras del sector tradicional y emprendedores.
En Uruguay e Iberoamérica, el esfuerzo del sector fintech se encamina al logro de la adopción masiva de sus propuestas, señala Olivera, y recalca que la labor de concientización debe dirigirse a tres sectores:
Primero a los gobiernos y reguladores, para fortalecer y complementar los esfuerzos que estos realizan en política de inclusión, que genera empleo de mano de obra calificada y que capta inversión extranjera directa. En segundo lugar, a las instituciones financieras tradicionales, ya que en colaboración con las Fintech estas pueden servir a nuevos nichos de mercado o rentabilizar y fidelizar sus clientes de forma más eficiente y productiva. Finalmente, a las personas, que conozcan las propuestas de valor que las Fintech aportan. Fintech no es algo de nicho, es masivo.
Sebastián Olivera
Vicepresidente
Al preguntar cómo ha sido la relación con los bancos y con las autoridades financieras, Olivera responde que la tradición de diálogo y colaboración es un rasgo distintivo del Uruguay y que las instituciones del sector financiero tradicional y las innovadoras, no escapan a esta realidad.
No sólo existe un diálogo fluido entre bancos, gobierno y fintech, asegura Olivera, también hay proyectos conjuntos ya ejecutados y en curso, que incorporan tecnología blockchain, machine learning e inteligencia artificial a servicios financieros.
Asimismo, dice el vicepresidente de Alianza Fintech Iberoamérica, hay una adopción y demanda cada vez mayor, de nuevas soluciones, por parte de los consumidores. Olivera asegura que el desafío radica en profundizar esas relaciones comerciales, y en concientizar que el esquema de relacionamiento no es de competencia sino el de colaboración, para ampliar mercados y para que los beneficios que conlleva esta colaboración se extiendan a todos los sectores.
Uruguay digital
Como parte del Plan de Gobierno Digital Uruguay 2020, explica Sebastián Olivera, se incluyen políticas de desarrollo de la conectividad, la ciudadanía digital, la enseñanza de la programación desde la niñez, el gobierno abierto, los estándares y códigos abiertos y el gobierno centrado en las personas. En el marco de esta digitalización del país, sostiene Olivera, se persigue el objetivo de aprovechar todas las ventajas que aportan las TIC’s aplicadas a la transformación. «Desde las diferentes agencias de gobierno, como desde el sector privado, se están desarrollando proyectos en blockchain con impacto en las áreas salud, transporte, seguridad y educación, entre otros», dice.
«En el caso particular de las criptomonedas, Uruguay es un país entusiasta de la tecnología, con un ecosistema TIC fuerte, por lo que es un país ideal para este tipo de proyectos», recalca Olivera.
Dado que las criptomonedas, generan un gran impacto en la economía, el objetivo es que los expertos –tanto en materia tecnológica, como financiera– participen y colaboren en la difusión de conocimiento y de datos objetivos, que favorezcan un análisis científico y técnico de ese impacto. El paso natural es generar grupos de trabajo con participación de la Cámara FinTech, privados y reguladores; a los efectos de trabajar conjuntamente en propuestas, asesoramiento y generación –por parte del regulador– de una normativa específica que se alinee con los objetivos económicos de Uruguay.
Sebastián Olivera
Vicepresidente
Legislación para la inclusión
América Latina es una región desigual, señala Olivera, de acuerdos a los datos de diferentes informes económicos y sociales que así lo comprueban. Los nuevos desarrollos tecnológicos y la incorporación de los medios digitales a la economía, a su juicio, permitirían alcanzar objetivos que hasta hace poco parecían inaccesibles. “A priori, parece un sinsentido contar con los medios que posibilitan el acceso universal a los servicios financieros, y no utilizarlos”.
Al referirse al relacionamiento entre el sector Fintech y los bancos, sostiene que el desafío está en continuar reforzando la comunicación y la realización y rentabilización de proyectos conjuntos.
La confrontación entre fintech y bancos, es muy atractiva en términos de marketing, pero en la realidad de la economía hay espacio para que todos convivan y generen valor de forma armoniosa. El mal denominado “problema” en el relacionamiento, no es una antinomia institucional entre fintech y banca; sino que responde a situaciones puntuales y específicas; en muchos casos asociadas a cuestiones de índole principalmente subjetiva.
Sebastián Olivera
Vicepresidente
Por ello, el ejecutivo insiste en que si se desea promover trabajar para impulsar la inclusión financiera de los excluidos, los desarrollos Fintech juegan un rol preponderante, puesto que no solo generan valor social y económico para los entrantes al sistema formal; sino que para toda la sociedad en su conjunto.
Afortunadamente, refiere, en Latinoamérica hay un gran caudal de talento, y menciona a los emprendedores que llevan la innovación en su ADN, a los gobiernos y a la sociedad que perciben el valor de fomentar y garantizar el desarrollo de estas nuevas matrices económicas. “Debemos enfocarnos en estas potencialidades y materializarlas en realidades concretas; en soluciones rentables”.
Esto lo entendió muy bien México, que con su Ley FinTech se ha posicionado como referencia, no solo a nivel latinoamericano, sino internacional. Este es un logro que, sin lugar a dudas, no es únicamente nominativo, sino que se traduce en captación de inversión extranjera, desarrollo de servicios de valor agregado, generación de empleos y aportes al PIB. Personalmente, encuentro sumamente inteligente la lógica de colaboración existente en México entre Legacy Banks, Challenger Banks, fintech y reguladores.
Sebastián Olivera
Vicepresidente
Cómo conclusión, Olivera expresa que, para que los beneficios de la innovación financiera sean recogidos por toda la sociedad, es necesario trabajar de manera conjunta y cree firmemente en que allí las Cámaras tienen un rol fundamental, «como organizaciones que contribuyen al desarrollo de la economía, a la difusión de conocimiento y al fortalecimiento del sistema financiero».
La tecnología plantea desafíos y oportunidades, dice Olivera, no solo en el mundo de las finanzas sino en todos los ámbitos de actividad humana. «La clave está en nuestra capacidad para asimilar esos cambios y traducirlos en una mejora de la calidad de vida de las personas».
Las posibilidades son ilimitadas, concluye y ve sólo tres límites a su aplicación: la regulación, la imaginación y la moral. «El ritmo, dirección y velocidad del cambio, dependerá exclusivamente de cómo las personas perciban un aumento de valor en su rutina». El ejecutivo sostiene que este nuevo paradigma se basa en la colaboración como medio para alcanzar el desarrollo sostenible.
Con los nuevos servicios que plantea el sector Fintech, inevitablemente surge la competencia con los actores financieros establecidos, pero al mismo tiempo, la tecnología también ofrece nuevas herramientas y la posibilidad de mayor eficiencia para la banca y otros sectores de la economía ya establecidos. Como lo plantea claramente Sebastián Olivera, en la colaboración está la clave para que surjan los acuerdos y sinergias que contribuirán a un beneficio mayor para los ciudadanos.
Imagen destacada por Tippapatt / stock.adobe.com