Aunque las autoridades regulatorias de todo el mundo ya están realizando movimientos para definir los términos alrededor de Bitcoin, blockchain y las criptomonedas, a veces estas definiciones surgen de maneras inesperadas. En esta ocasión, el Tribunal de Amsterdam aseguró que Bitcoin es una representación de valor transferible.
En el marco de un caso judicial, la corte ordenó el pago de los bitcoins adeudados a otro de los participantes de un contrato relacionado con un emprendimiento de minería de criptomonedas realizado en Holanda. La corte apunta que el monto no puede ser cancelado de otra manera -con euros- sino con bitcoins, como especifica el contrato, ya que se trata de un mecanismo de almacenamiento de valor y son considerados en este caso puntual como el producto por una labor conjunta realizada y que en consecuencia, debe ser distribuido entre los involucrados.
«Es indiscutible que existe un contrato entre ambas partes acordando el pago en bitcoin, cuya garantía también debe ser pagada en bitcoins. La corte califica que esta relación legal tiene la obligación civil de pagar», asegura la corte, decantándose por el hecho de que el contrato y el pago debe cumplirse enteramente en los términos acordados.
Una traducción sobre el resumen del caso indica lo siguiente:
Según la corte, un bitcoin existe a partir de una serie de números y letras únicas y encriptadas digitalmente, almacenado en el disco duro de la computadora del titular. Los bitcoins se entregan enviandolos de una billetera a otra. Los bitcoins son archivos de valor independientes, que el pagador entrega directamente al beneficiario en el caso de un pago. Se deduce que un bitcoin representa un valor y es transferible. En opinión del tribunal, muestra las características de un derecho de propiedad. Por lo tanto, un reclamo de pago en bitcoin debe considerarse como un reclamo que califica y puede ser verificado.
Tribunal de Amsterdam
Es importante resaltar que el caso contempla a dos partes en conflicto, pero en realidad hay muchas más ‘víctimas involucradas’, puesto que la empresa involucrada, Koinz Trading B.V fue señalada por sus clientes como fraudulenta.
Una traducción del reporte del tribunal evidencia que «En opinión del tribunal muestra las características de un derecho de propiedad. […] Por lo tanto, un reclamo de pago en bitcoin debe considerarse como un reclamo que califica para la verificación».
Siendo amplio comentado en el subReddit de Bitcoin, uno de los usuarios argumenta que el jurado pudo haber considerado a bitcoin como si el contrato estuviera basado en papas: la deuda debe ser cancelada en el producto con el que se pactó el acuerdo inicialmente.
Mi ingenua interpretación es que para propósitos de este caso realmente no importa si Bitcoin es dinero o un bien. Lo único que importa en este caso es si los procedimientos de bancarrota pueden iniciar. Para eso, necesita establecerse que algunas partes dejaron de pagar y ‘pagar’ puede interpretarse como algo más que dinero. Se trate de bitcoin, papas o dinero, alguien dejó de pagar.
Tribunal de Amsterdam
En un modo cuyo concepto es estricto y literalmente correcto, otro de los usuarios señala que esto ocurre porque «Bitcoin no necesita una corte que determine si es dinero de verdad. El dinero es lo que sea que la gente quiere que sea».
Con respecto a la compañía Koinz Trading, durante el mes de febrero, sesenta víctimas argumentaron que la compañía había incumplido en la entrega de máquinas de minería AntMiner S9. Pocos días después, la compañía fue declarada en quiebra por el tribunal de Amsterdam, mientras que la policía habría recibido docenas de denuncias, según un reporte local.
Los clientes habrían comprado las máquinas de minería mientras que Koinz Trading acordó hacerse cargo de la operación de estas máquinas. Según las informaciones, los clientes nunca vieron los equipos y la ubicación del almacén donde se instalaron también permaneció en secreto.
Según el abogado de las víctimas, los clientes depositaron su confianza en el fundador de la compañía, Barry van Mourik, quien habría emprendido el negocio sin tener demasiada experiencia en bitcoin puesto que venía de trabajar en un concesionario automovilístico. Además, van Mourik se habría declarado en quiebra personalmente en una oportunidad y estuvo esquivando los reclamos de los clientes durante un tiempo hasta que la cantidad de denuncias lo han forzado a asumir su responsabilidad.
De este modo las autoridades jurídicas y regulatorias del mundo comienzan a darse cuenta de las dimensiones y capacidades que tiene bitcoin, detectando en esta criptomoneda potencial de ser almacenamiento de valor, un método de pago y un activo financiero con una capacidad de ser transferido de forma rápida, segura y eficazmente entre pares, pero a su vez, y por tanto, capaz de permitir la celebración de contratos.