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Las autoridades consideran que los contratos de Worldcoin contienen “cláusulas abusivas”.
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La suspensión se mantendrá por tiempo indefinido mientras se realizan investigaciones.
Desde hace varias semanas en la capital de República Dominicana se venía repitiendo una escena ya vista en otros países. Decenas de ciudadanos voluntariamente estaban haciendo filas en la Plaza de Santo Domingo para intercambiar el iris de sus ojos por la criptomoneda de Worldcoin.
Ante el creciente interés de los dominicanos, las autoridades decidieron intervenir y, desde el pasado 14 de noviembre, se suspendieron las actividades de la empresa en el país. Un comunicado emitido por el Instituto Nacional de Protección de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor) ordenó el cese inmediato de las operaciones de la empresa Worldcoin Foundation, ahora identificada como Word.
Entre las razones de la suspensión se citan «cláusulas abusivas» establecidas en los contratos de adhesión de los ciudadanos que se acercan a Worldcoin con la finalidad de ofrecer sus datos biométricos a cambio de criptomonedas.
La entidad defensora de los derechos de los consumidores explica, a través del director ejecutivo, Eddy Alcántara, que los contratos de la empresa no se apegan a los preceptos legales establecidos en las leyes de República Dominicana, y que transgreden las normas de protección de datos personales.
También se acusa a Wordcoin de no tener un domicilio social en la República Dominicana. «La ausencia de esta información afecta el derecho de los consumidores para ejercer y presentar reclamos o solicitudes de información de manera accesible, vulnerando así el principio de relación transparente y clara con el proveedor», indica el escrito.
Recuerdan en ese sentido, que a pesar de que Wordcoin no cuenta con centros de operaciones estáticos en el país, se han registrado unos 7.478 usuarios que aprobaron la captura de sus iris. De ahí la decisión de suspender las actividades, mientras se siguen las investigaciones.
Por su parte, el equipo de World Foundation, que dirige la empresa Worldcoin, respondió a Pro Consumidor asegurando que sus prácticas en el país son legales y transparentes.
Al igual que ha dicho ante los reguladores de otros países, donde también se han suspendido sus operaciones, mostraron su desacuerdo con la medida, alegando que mantiene «los más altos estándares de privacidad y transparencia en pleno cumplimiento con las leyes y regulaciones aplicables en todos los mercados donde opera».
Aseguran que pueden responder cualquier inquietud de las autoridades y resaltan que su misión es «empoderar a las personas para la era de la Inteligencia Artificial (IA), brindándoles acceso a sistemas financieros y oportunidades mientras protege su privacidad mediante tecnología de vanguardia».
Tal como ha informado CriptoNoticias, esta suspensión se produce solo días después de que las autoridades de Chile aplicarán una medida similar. Esto, luego de que el Servicio Nacional del Consumidor de Chile (Sernac) emitiera una prohibición contra Worldcoin, ordenando el cese de sus operaciones en el país.
La medida del Sernac se enmarca en la necesidad de que las empresas informen claramente los fines para los cuales se usarán los datos personales solicitados. Se trata de una prohibición que, desde hace varios meses, se viene presentando en varias partes del mundo. Worldcoin, ahora World, ha sido anteriormente señalada por países en Latinoamérica y Europa debido a los mecanismos que utiliza para obtener los datos de las personas.
La mayoría de las autoridades a nivel global muestran una preocupación generalizada por la privacidad y el consentimiento informado en el uso de datos biométricos.
En España, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) exigió el cese de inmediato la recolección de datos personales y detenga el uso de la información ya recolectada. Lo mismo ocurrió en Hong Kong, donde la Oficina del Comisionado de Privacidad para Datos Personales (PCPD) inspeccionó las oficinas debido a la gestión inapropiada de datos de escaneo de iris y emitieron advertencias sobre el compartir datos biométricos sin el consentimiento adecuado.