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La ley busca que Estados Unidos lidere el mercado mundial de las criptomonedas estables.
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El proceso legislativo del proyecto tuvo alzas y bajas antes de su aprobación final.
La Ley GENIUS (Guiding and Establishing National Innovation for U.S. Stablecoins), un proyecto legislativo que busca establecer el primer marco regulatorio integral para las stablecoins en Estados Unidos, acaba de ser aprobado por la Cámara de Representantes.
Con 307 votos a favor y 122 en contra, la normativa ahora pasa a la Oficina Oval de la Casa Blanca para que sea promulgada por el presidente estadounidense Donald Trump, quien ha instado al Congreso su aprobación y asegurado que dará su firma.
La aprobación ocurre minutos después de que la Cámara aprobara otro proyecto de ley sobre activos digitales, CLARITY, el cual aclara cuáles son commodities y securities, y define roles de control entre la SEC y la CFTC, eliminando su superposición regulatoria que generaba incertidumbre.
A diferencia de GENIUS, que fue originado en el Senado, el proyecto de ley CLARITY, promulgado por la Cámara, aún requiere otro proceso legislativo para llegar al escritorio de Trump. Con su aprobación ante 294 votos a favor y 134 en contra, pasa ahora a evaluación de los senadores.
Además, la Cámara aprobó luego el proyecto de ley Anti-CBDC, que prohíbe la emisión de monedas digitales del banco central (CBDC), con 219 votos a favor y 210 en contra. De este modo, este espera ser incluido en la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA).
Promovida por el senador Bill Hagerty, la ley GENIUS promete modernizar el sistema de pagos, proteger a los consumidores y consolidar el dominio del dólar en las finanzas digitales globales.
La ley establece que las stablecoins que mantienen el mismo precio del dólar estadounidense (USD) deben estar respaldadas por reservas líquidas en una proporción 1:1, asegurando que los tokens sean redimibles por su valor nominal. Para ello, obliga a los emisores a someterse a auditorías regulares.
El mercado de stablecoins, criptoactivos que mantienen paridad con monedas fíat, tiene actualmente una capitalización de USD 260.000 millones, dominada principalmente por dos activos anclados al valor del dólar: tether (USDT) y usd coin (USDC), que representan el 60% y 25% del total respectivamente.
¿Cuál es el objetivo de la Ley GENIUS?
La ley GENIUS es parte de la intención del gobierno de posicionar a Estados Unidos como líder en el mercado global de bitcoin (BTC) y las criptomonedas. Sus impulsores subrayan que busca convertir al país en la “capital mundial” del ecosistema, promoviendo las stablecoins como herramientas de pago rápidas y eficientes.
Sus objetivos principales son proteger a los usuarios de stablecoins contra prácticas engañosas, mitigar riesgos relacionados con el lavado de dinero y la financiación del terrorismo, y preservar la hegemonía del dólar en las transacciones digitales frente a la creciente adopción de criptomonedas.
Asimismo, se trata de una forma de mantener el valor del dólar, puesto que emisores de stablecoins como USDT y USDC se han vuelto de los principales demandantes de bonos del Tesoro de Estados Unidos.
De esta manera, también representa un paso en la lucha contra el desarrollo de criptoactivos anclados a monedas fíat extranjeras, como las monedas digitales de bancos centrales que planean lanzar desde China y la Unión Europea.
La ley también pretende incentivar la competencia entre bancos y empresas fintech, permitiéndoles emitir y/o ofrecer stablecoins bajo un marco regulatorio claro.
Un proceso legislativo arduo
El proceso legislativo de la Ley GENIUS fue arduo y marcado por tensiones partidistas. Introducida en el Senado en 2025, la propuesta contó con el respaldo de figuras republicanas clave, como la senadora Cynthia Lummis, conocida por su apoyo a bitcoin, y el líder de la mayoría, John Thune, quien aceleró su discusión en el pleno.
A inicios de mayo, una votación para avanzar en el debate fue rechazada por un estrecho margen de 48-49, con el bloque demócrata liderando la oposición. Senadores como Ruben Gallego y Mark Warner entonces expresaron preocupaciones sobre la falta de medidas más estrictas contra el lavado de dinero, los riesgos para la seguridad nacional y la posible desestabilización del sistema financiero.
Sin embargo, en junio, el proyecto enmendado obtuvo cuórum para ser debatido en el Senado, el cual llegó a su aprobación final el mismo mes, pasando así a evaluación de la Cámara de Representantes, sector que hoy dio fin a su instancia en el Congreso con su visto bueno.
La aprobación de la Cámara se da en la llamada «semana de las criptomonedas», una iniciativa republicana para avanzar en las leyes GENIUS, CLARITY y Anti-CBDC. Esto ocurre a pesar de que legisladores demócratas lanzaron una campaña en contra, que intentó frenar el camino de las regulaciones.
Los defensores de la Ley GENIUS argumentan que este marco normativo proporcionará claridad legal, un factor crucial para su adopción y fomentar la innovación en el sector de las criptomonedas.
Según Hagerty, las medidas de respaldo 1:1 y la supervisión federal minimizarían riesgos sistémicos, mientras que contribuirían a la confianza en las stablecoins como medio de intercambio.
Un impacto significativo
Se espera que el impacto de la Ley GENIUS, que ha sido aplaudida por los emisores de USDT y USDC, Tether y Circle, sea significativo a nivel global, ya que impulsa su adopción ofreciendo supervisión de las reservas y legitimidad del gobierno estadounidense.
El caso es que la implementación de la Ley GENIUS marcará el inicio de una nueva era para bancos, fintechs y usuarios, los cuales con su entrada en vigencia operarán en un entorno regulado que fomenta la competencia y la confianza.
Además, estos activos significan liquidez para bitcoin y las criptomonedas, por lo que la regulación a favor de su adopción es vista como una señal alcista para el mercado.
Sin embargo, los desafíos persisten: la supervisión efectiva de los emisores, la adaptación de las empresas a los nuevos requisitos y las tensiones con países que promueven sus propias monedas digitales serán pruebas clave para el éxito de esta regulación.