El gobierno de la República Federativa de Brasil sostuvo en esta semana una reunión donde se discutió la posibilidad de establecer un tributo al uso de las monedas virtuales, el cual le permitiría al estado brasileño monitorear las actividades realizadas con Bitcoin y otras criptomonedas.
La audiencia donde participaron diversos representantes del gobierno de Brasil, fue sostenida en medio de las presiones que algunos sectores políticos y empresariales han ejercido sobre la necesidad de un marco regulatorio para las actividades de comercio con monedas virtuales.
Sin embargo, contrario a las comunes propuestas de regulación que algunas naciones ya han conseguido imponer y otras aún buscan hacerlo, la reunión generó un ambiente reacio hacia establecer un marco regulatorio en Brasil para éstas nuevas formas de dinero. Según diversos actores presentes una regulación causaría el efecto contrario que persiguen. Puesto que, al darle basamento legal, se estaría incentivando a la población brasilera al uso de las monedas virtuales.
Las reglas transmiten la sensación de que el dinero (moneda virtual) es seguro, el cual no lo es; sería más bien la protección de una actividad que se oculta.
Antonio Gustavo Rodrigues
Presidente del Consejo de Control de Actividades Financieras
La principal preocupación del gobierno de Brasil es evitar el uso de Bitcoin y demás criptomonedas para fines ilícitos. Según Rodrigues, una posible solución para frenar las operaciones ilegales con monedas virtuales debe salir desde el consenso entre los sistemas financieros nacionales e internacionales. Añadió que las negociaciones con bitcoins suceden en la «Web Profunda» o el submundo de Internet, resaltando así que la adjudicación de un impuesto estatal legalizaría el uso de la criptomoneda para actividades criminales.
De acuerdo a la nota publicada en el portal brasilero JusBrasil, otra de las preocupaciones expuestas en la reunión fue la compraventa de bitcoins mediante cajeros automáticos. Esta actividad es calificada por los representantes del gobierno como de alto riesgo para el lavado de dinero. Al respecto Rodrigues declaró que «no sabemos cuál es la mejor solución, pero podemos controlar el riesgo en la salida del dinero del campo virtual al campo real».
A su vez, el Consultor Regulatorio del Sistema Financiero del Banco Central de Brasil, Anselmo Pereira Araujo Neto, recordó que la institución ha emitido un estándar que asegura su poder de regular y supervisar las negociaciones con los medios electrónicos de pago. Sin embargo, la supervisión, según él, debe ser flexible para evitar transacciones perjudiciales hechas con estas monedas.
Araujo explicó además, que el banco incluye el concepto de moneda virtual y de cualquier medio de pago que no esté referenciado al Real Brasilero, como por ejemplo, las monedas cifradas y las que se originan de los programas de fidelización. Cuando se le preguntó si el banco apoya la regulación de divisas electrónicas, Araujo contestó:
No vamos a copiar las normas internacionales que no están adaptadas a nuestra realidad. Si bien queremos transparencia, tratamos de animar a las nuevas tecnologías en la lógica del mercado.
Antonio Gustavo Rodrigues
Presidente del Consejo de Control de Actividades Financieras
La pasada audiencia no dio un veredicto definitivo, postergando así las discusiones políticas y legales que se han venido sosteniendo en el gobierno de Brasil respecto al uso de monedas virtuales como Bitcoin y demás criptomonedas. Mientras tanto, el uso de éstos nuevos métodos de pago sigue creciendo en el país amazónico con una mayor adopción, realización de conferencias e instalación de cajeros automáticos por todo Brasil.
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