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Comerciantes dicen que deben sacrificarse para cumplir con el sistema tributario.
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Usuarios creen que bitcoin vuelve a cobrar protagonismo en el país.
Confusión y caos, eso es lo que sale a relucir cada vez que los venezolanos son consultados sobre el llamado impuesto a las grandes transacciones financieras (IGTF) o tributo a los pagos con divisas y criptomonedas, como bitcoin (BTC). El nuevo impuesto comenzó a cobrarse esta semana.
En un recorrido hecho por CriptoNoticias por varios negocios y cadenas comerciales que operan en el país, se pudo constatar que, en su mayoría, los consultados no están cobrando el 3% que deben aplicar a los pagos en divisas y criptomonedas.
En teoría, el nuevo impuesto debía aplicarse desde el pasado lunes 28 de marzo, sin embargo, los consultados manifiestan que no tienen claridad con respecto a cómo o a quién aplicarlo.
Hoy, en las cadenas de supermercados había personas pagando con dólares en efectivo, mientras que, en una tienda de electrónicos un cliente usó bitcoin para pagar por un nuevo teléfono inteligente. A ninguno de ellos se les habló del IGTF.
Los empleados de estos establecimientos aseguran que sí han recibido información sobre el impuesto a los pagos con divisas y criptomonedas, pero sus empleadores no les han informado cuándo comenzarán a cobrar el 3% establecido. Algunos dicen que necesitan tiempo para ajustar sus máquinas fiscales las cuales requieren actualizar el software de facturación, dado a que es el instrumento obligatorio donde se debe reflejar el monto pagado por IGTF.
De hecho, los comerciantes están solicitando una prórroga al Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat), para enfrentar las dificultades que tienen para cobrar el nuevo impuesto a los pagos con monedas extranjeras. Pero hasta ahora no se ha producido ningún pronunciamiento oficial.
Extraoficialmente se dice que algunos contribuyentes especiales plantearon a la autoridad tributaria las dificultades que enfrentan sus negocios para poder adaptar sus sistemas informáticos y máquinas fiscales.
Así que, una vez manifestada la voluntad de cumplir con la nueva norma, aparentemente se les permitirá que hagan sus ajustes y adapten sus sistemas de manera progresiva, para poder cobrar el nuevo impuesto.
Algunas empresas como Farmatodo, ya están aplicando el cobro del IGTF, según lo reportan usuarios en redes sociales. Sin embargo, la cadena de comida rápida Arturo’s anunció que no recibirá divisas por tener confusión respecto al cobro del impuesto.
«Arturos’s de Venezuela informa a todos sus clientes y allegados que, motivado a la incertidumbre generada por la aplicación de la nueva Ley de Impuestos a las Grandes Transacciones Financieras, nos vemos en la obligación de temporalmente suspender la recepción de divisas», describió en el texto de un comunicado difundido en redes sociales.
Posteriormente la cadena de comida rápida emitió un nuevo comunicado en el cual informó que la suspensión de los pagos en divisas se mantuvo mientras ajustaba sus sistemas para el cobro del nuevo tributo.
Pagar con bitcoin o en bolívares, un dilema frecuente
Los pagos con criptomonedas, especialmente con bitcoin, son cada vez más comunes en Venezuela. El criptoactivo no solo se puede usar para transacciones transfronterizas, sino que además se utiliza con facilidad y es una buena alternativa para resolver la escasez de bolívares que desde hace varios años impera en el país.
Comprar productos, servicios o alimentos y pagarlos con bitcoin siempre es lo ideal para quienes tienen criptomonedas. Por ello, la comunidad celebra cada vez que un nuevo establecimiento adopta a bitcoin como método de pago.
Sin embargo, el IGTF en Venezuela grava los pagos con criptomonedas distintas al petro en negocios, empresas o locales que han sido calificados por el Seniat como contribuyentes especiales.
En este sentido, cada vez que alguien acuda a un negocio o local y realice pagos con bitcoin u otras criptomonedas tendrá que desembolsar la tasa del 3% que estipula el impuesto. Esto solo cuando lo haga ante los Sujetos Pasivos Especiales (SPE) que son los agentes designados por el Seniat para cobrar el nuevo tributo.
Así que una persona con bitcoin, al momento de hacer un pago ante un contribuyente especial tendrá que evaluar si lo hace directamente con la criptomoneda, o si por el contrario usa una de las plataformas de intercambio disponibles en el país para cambiar sus BTC por bolívares.
Los pagos con la moneda de curso legal en Venezuela están exonerados del nuevo impuesto, pero en la operación se puede perder hasta 5% del monto disponible. Así que, según sea el caso, pagar directamente con BTC puede ser más beneficioso, tal como señaló un usuario de bitcoin cuando se disponía a pagar en un negocio.
«Bitcoin se va a seguir imponiendo como la mejor alternativa de pago que existe en el país», señaló Marlón Hernández, un usuario que cree que con bitcoin no hay nada por qué preocuparse frente al nuevo impuesto.
No voy a cambiar mis BTC para hacer pagos con bolívares pensando que puedo ahorrarme el 3% de este nuevo impuesto porque la operación me puede salir más costosa y además confío en que ese monto que el gobierno me resta, pronto me lo pueda reponer la rentabilidad que bitcoin nos pueda dar cada mes. Ya es algo a lo que estamos acostumbrados en Venezuela y afortunadamente hemos aprendido que, si por un lado nos quitan por el otro podemos recuperarlo.
Marlón Hernández, usuario de bitcoin.
El IGTF es un nuevo golpe al bolsillo de todos
El IGTF o impuesto a los pagos en divisas es un nuevo golpe al bolsillo de los venezolanos de a pie, así como a los pequeños y medianos comerciantes, señala Armando Martínez, quien atiende un local de productos químicos en el oriente del país.
Él cree que el 3% del impuesto a los pagos en divisas ya se ajustó en un aumento de precios que realizó la cadena comercial desde el momento en el que se anunció el nuevo tributo. «Lo que sucede es que ahora, pagaremos este impuesto doble, cada vez que nos toque comprar cada producto o pagar servicios con dólares o bitcoin», dijo.
Rosalba, una comerciante quien pidió no ser identificada, catalogó al nuevo impuesto a las divisas como una medida “ilógica” por parte del Gobierno. Desde su punto de vista, la normativa obliga a los pequeños comerciantes a adquirir nuevas máquinas fiscales para cobrar un impuesto que no le beneficiará en nada.
Las máquinas fiscales cuestan entre USD 1000 y 2000, que en muchos casos es lo que logras producir en un mes. Entonces si tienes ese monto, siempre te vas a estar preguntando si debes comprar una nueva máquina para cobrar impuestos o si debes invertir en materia prima o en artículos para surtir tu negocio y tener la posibilidad de generar ganancias para el próximo mes. No me parece lógico lo que está sucediendo en Venezuela donde todos estamos luchando para sobrevivir, pero a la vez se implementan medidas para desincentivar a los pequeños comerciantes.
Rosalba, comerciante venezolana.
Como lo reportó CriptoNoticias recientemente, el abogado financiero Daniel Betancourt dijo que un impuesto con las características que tiene este tributo a las operaciones con divisas o criptomonedas en Venezuela, no suele implementarse en los sistemas tributarios de los países. Esto debido a que se le considera como un instrumento agresivo desde el punto de vista económico.
En todo caso, si alguien se niega a cumplir con la retención o el pago de tributos puede sufrir graves consecuencias.