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Con la derogación, los bancos pueden realizar inversiones directas en criptomonedas.
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Es probable que bancos estadounidenses comiencen a ofrecer servicios con BTC pronto.
El jueves 23 de enero, la nueva gerencia de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) ordenó la anulación de la SAB121, una norma que impedía a los bancos ofrecer servicios de custodia de bitcoin (BTC) y otras criptomonedas.
Según una publicación de la SEC realizada ayer, se decidió anular la SAB121 mediante un nuevo Boletín de Contabilidad del Personal (SAB), número 122. Esta decisión es parte de la nueva administración de la SEC, liderada momentáneamente por Mark Uyeda.
Uyeda es reconocido por su defensa al ecosistema de las criptomonedas y hace poco fue nombrado presidente interino de la SEC por el presidente Donald Trump, como reportó CriptoNoticias.
De acuerdo con el nuevo boletín, las entidades deben efectuar la rescisión de forma totalmente retroactiva en períodos anuales que comiencen después del 15 de diciembre de 2024.
La SEC recuerda,además, a las entidades que deben seguir teniendo en cuenta los requisitos existentes para proporcionar divulgaciones que permitan a los inversionistas comprender la obligación de una entidad de salvaguardar los criptoactivos mantenidos para otros.
El SAB121 fue emitido por la SEC para abordar la contabilidad y la divulgación relacionadas con la protección de los criptoactivos para las empresas que ofrecen servicios de custodia de dichos activos. Exigía a las empresas que reconocieran un pasivo y un activo correspondiente en sus balances por los criptoactivos que protegen para los clientes.
La normativa SAB121 clasificaba a las criptomonedas como pasivos, lo cual implicaba que los custodios debían mantener mayores reservas de capital para protegerse en caso de una caída en los precios de monedas divisas digitales. Esta medida afecta directamente la liquidez de las empresas que brindan servicios de custodia, reduciéndola significativamente y, por consiguiente, desalentando su uso.
La medida recibió críticas intensas porque impuso un marco contable que no se ajustaba a la realidad de los activos digitales, equiparándolos inapropiadamente con el dinero fíat. Esto generaba un descontento generalizado entre las entidades que operan en este sector, ya que el tratamiento contable no refleja adecuadamente la volatilidad y la esencia de las criptomonedas.
Tras la noticia, grandes referentes del ecosistema de bitcoin salieron a celebrar la decisión. Michael Saylor, el presidente ejecutivo de MicroStrategy, aseguró que ahora los bancos “ya pueden custodiar bitcoin”. En tanto, Hester Peirce, comisionada de la SEC que ha estado siempre a favor del ecosistema de criptomonedas, celebró en X la decisión y comentó: “¡Adiós, SAB 121! No ha sido divertido”.
La anulación del SAB121 implica ahora una carta abierta para las entidades financieras que quieran aproximarse a bitcoin. Uno de estos primeros bancos ha sido el BNY Mellon, como reportó CriptoNoticias.
Además, tal como lo han dicho distintos banqueros, como el CEO del Bank of America, los bancos comenzarán a integrar las criptomonedas si las regulaciones estadounidenses lo permiten. El CEO de Circle, la empresa emisora de la stablecoin USD Coin (USDC), también ha afirmado que las regulaciones de Trump van a llevar las criptomonedas a los bancos.
Estas nuevas medidas de la SEC se dieron justo cuando Trump firmó una orden ejecutiva para crear una reserva de activos digitales, como reportó CriptoNoticias ayer jueves, cumpliendo así su promesa de un tesoro de BTC, aunque incluyéndose otros criptoactivos.
Este parece ser el inicio de una ola de acciones a favor del ecosistema por parte del gobierno de Donald Trump, lo que puede ser beneficioso para el mercado de las criptomonedas. Con la derogación de SAB121, los bancos estadounidenses pueden realizar inversiones directas en criptomonedas, y es probable que comiencen a ofrecer servicios con BTC pronto.
La acción de la SEC no solo cambia la dinámica de la custodia de criptomonedas por parte de los bancos, sino que también refleja un cambio en la política regulatoria hacia una mayor aceptación y regulación de este mercado en Estados Unidos. Este movimiento podría alentar a más instituciones financieras a explorar y adoptar tecnologías emergentes y activos digitales en sus operaciones diarias y estrategias de inversión.