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Los reguladores pueden monitorear un mercado tokenizado leyendo su blockchain.
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El documento también analiza los requisitos legislativos y operativos para que el esquema funcione.
La investigación desarrollada por el Banco de Pagos Internacionales (BIS por sus siglas en inglés), y a menudo conocido también como «banco para bancos centrales», ha salido a favor de incorporar la regulación en los mercados financieros basados en blockchains.
Raphael Auer, economista del BIS, desarrolló un documento en el cual sugiere que la tecnología blockchain y de contabilidad distribuida (DLT), junto con la tokenización de activos, brindan nuevas formas para que los perros guardianes monitoreen los riesgos financieros. De igual manera, asegura que permite el comercio descentralizado de tokens respaldados por activos, así como la resolución de problemas financieros mediante contratos inteligentes autoejecutables.
La tecnología mencionada también abre la posibilidad de una «supervisión integrada». Es decir, un marco que permite a los reguladores monitorear automáticamente un mercado tokenizado leyendo su libro contable distribuido, «reduciendo así la necesidad de que las empresas recopilen, verifiquen y entreguen datos activamente». Sin embargo, para que eso suceda, los reguladores deben asegurarse de que los datos del mercado reflejados en el libro contable distribuido sean confiables.
El documento desarrollado por Auer establece en su introducción lo siguiente:
Como la credibilidad de los datos en tales mercados está asegurada por incentivos económicos, los supervisores deben asegurarse de que el consenso económico del mercado sea lo suficientemente fuerte como para garantizar la finalidad de las transacciones y las posiciones de propiedad resultantes.
Raphael Auer.
Para abordar este riesgo, el economista del BIS propone un diseño para un «mercado distribuido y autorizado en el que los ‘bloques’ de contratos financieros son verificados por terceros». Cabe mencionar que, en el sistema mencionado, los verificadores perderían una cantidad predeterminada de capital si se invierte la cadena de bloques. Amenazas tales como los ataques del 51% tienen el potencial de cambiar o revertir las transacciones, pero requieren recursos significativos para hacerse cargo de la cadena de bloques.
Se dice que la investigación determinó cuánto capital tendrían que apostar los verificadores para que nunca fuera rentable si un tercero intentara sobornarlos para revertir el libro de transacciones. Tal como plantea Auer: «como las transacciones serían económicamente finales, los supervisores podrían confiar en los datos del libro contable distribuido».
El documento también analiza los requisitos legislativos y operativos para que dicho esquema funcione, y cómo se podría establecer una supervisión integrada para permitir una supervisión de bajo costo que brinde un «campo de juego nivelado» para empresas de todos los tamaños.
Versión traducida del artículo de Daniel Palmer, publicado en CoinDesk.