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La máxima autoridad monetaria europea reivindica la estabilidad del euro.
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El organismo ha expresado su inquietud por el posible desplazamiento del dinero tradicional.
El Banco Central Europeo (BCE) ha señalado que el auge de las criptomonedas y las nuevas formas de pago digital representan un desafío directo para el papel internacional del euro.
En su informe anual sobre el uso global de la divisa europea, la institución advierte sobre los riesgos que los criptoactivos y otras innovaciones digitales suponen para la estabilidad financiera tradicional y el posicionamiento del euro frente a otros signos monetarios.
El documento, que analiza la evolución del euro como activo de reserva y medio de pago fuera de los países que lo utilizan como dinero oficial, destaca que su participación en los principales indicadores de uso internacional se mantuvo estable en torno al 19% durante 2024.
No obstante, entre las amenazas identificadas por el BCE se encuentran las criptomonedas, y, en particular, los esfuerzos de ciertos países por promoverlas como una alternativa al sistema financiero tradicional.
Una de las principales preocupaciones resaltadas es el avance de las iniciativas impulsadas desde Estados Unidos para reforzar el uso global de los criptoactivos, lo que podría desplazar progresivamente a las monedas fíat tradicionales.
El BCE advierte que estos desarrollos, impulsados por la creciente adopción de bitcoin (BTC) y las stablecoins ancladas al dólar, podrían generar alteraciones en los flujos de capital internacionales y afectar la estabilidad financiera a escala mundial.
«Han surgido nuevos desafíos que el euro deberá afrontar para reforzar su papel internacional. La nueva administración estadounidense ha tomado iniciativas para respaldar el uso global de las criptomonedas. Estas incluyen la creación de una ‘reserva estratégica de bitcoin’, utilizando 17.000 millones de dólares en BTC incautados por el Tesoro estadounidense en procesos judiciales… Además, algunas iniciativas buscan fomentar la innovación y facilitar la emisión y el uso de stablecoins vinculadas al dólar, las cuales, al cierre de 2024, representaban aproximadamente el 99% de la capitalización del mercado de stablecoins.»
Extracto del informe emitido por el Banco Central Europeo.
El banco reconoce una competencia monetaria cada vez mayor entre las grandes economías mundiales, junto con una pugna tecnológica por el control del futuro sistema financiero.
Destaca que las stablecoins respaldadas por el la divisa estadounidense ya tienen una presencia significativa, con tenencias en deuda pública que rondan los 150.000 millones de dólares, una cifra comparable al tamaño de las reservas de países como Alemania o México.
Así, el BCE enfatiza la necesidad de acelerar sus planes para el euro digital, una CBDC como medio para fortalecer la soberanía económica europea y preservar la fortaleza de su moneda. Además, la institución insta a los legisladores a eliminar las barreras internas que obstaculizan la integración de los mercados financieros del continente.
El organismo destaca que, aunque el euro sigue siendo la segunda moneda más utilizada a nivel internacional, su posición enfrenta presiones que van en aumento.
Entre los factores mencionados, figuran la acumulación récord de oro por parte de los bancos centrales, el auge de sistemas de pago alternativos —como BRICS Clear o el sistema chino CIPS— y el uso de monedas locales en acuerdos internacionales.
El lanzamiento del euro digital está previsto para octubre de 2025, y el proyecto ha suscitado un intenso debate sobre sus implicaciones. Mientras las autoridades lo presentan como un paso hacia un sistema más moderno y eficiente, diversas voces advierten sobre los riesgos de otorgar al Estado un poder sin precedentes, especialmente en términos de control sobre los ciudadanos, como reportó CriptoNoticias.
Críticos como Marc Vidal y Capitán Bitcoin advierten que la trazabilidad total del euro digital podría erosionar las libertades individuales. Este último incluso lo compara con el sistema que actualmente rige en China.
Aunque muchos ven en las monedas digitales de bancos centrales (CBDC) una herramienta de vigilancia estatal, voces como la del presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, insisten en que el objetivo del proyecto es una solución para mantener el sistema del dinero fíat.