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Un nuevo informe fue desarrollado en conjunto con el Banco Mundial y el FMI.
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El BIS cree que las CBDC contribuyen a la inclusión bancaria de las personas.
Una de las ventajas que aseguran tienen las monedas digitales de banco central (CBDC, por sus siglas en inglés) son la capacidad de facilitar los pagos transfronterizos, algo que ha venido impulsando el Banco Internacional de Pagos (BIS), desde hace un par de años.
La entidad financiera -junto al Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- ha vuelto a desplegar una serie de recomendaciones sobre las CBDC. Esto, porque consideran que se necesita «cooperación y coordinación internacional en las primeras etapas del diseño» de una moneda de este tipo, según señalan en un documento.
En el informe, el banco internacional da a conocer cinco criterios que, a su juicio, deben tomar los bancos centrales al momento de adoptar una moneda digital.
Los 5 criterios que propone el BIS
El primero de los criterios que destaca el BIS, es «no hacer daño», aquí se refieren al diseño de ecosistemas de CBDC que respalden los objetivos de políticas públicas, y no impidan la capacidad de los bancos centrales para cumplir con sus mandatos.
En segundo lugar hablan de «mejorar la eficiencia». En este punto creen que eso se lograría mediante la adopción de tecnología de vanguardia en comparación con los sistemas heredados.
También es posible lograr esa meta fomentando la igualdad de condiciones y la competencia, según aseguran.
«Aumentar la resiliencia» es el tercer criterio. El BIS considera que los ecosistemas de CBDC, con sus propios instrumentos e infraestructuras de pago, podrían «proporcionar una alternativa independiente a los instrumentos y sistemas de pago existentes».
Contribuirían así «a la resiliencia general del panorama general de pagos en el contexto nacional y transfronterizo».
Otro de los criterios está relacionado con la interoperabilidad entre las CBDC y otros tipos de dinero como el efectivo. Sugieren que ambas opciones deben «complementarse entre sí y coexistir».
La idea es proporcionar más opciones de pagos que respalden los objetivos de las políticas públicas e incluya y apoye el dinero privado.
Por último, el BIS define que otro criterio a tomar en cuenta es el de la inclusión financiera, por lo que las CBDC «no deben impedir y, cuando sea posible, deben mejorar el acceso a los servicios de pago para aquellos que actualmente están excluidos».
Las CBDC deben adaptarse a las necesidades de cada país
En ese sentido, el BIS sugiere que cualquier sistema debe construirse con la «flexibilidad para adaptarse tanto a un mundo cambiante» como a los diferentes diseños de CBDC que existen. Por ello, cada banco central diseña de acuerdo a sus necesidades.
Estas diferencias de las monedas digitales de cada nación, especialmente en los pagos transfronterizos, deben ser trabajadas entre los bancos centrales en una etapa temprana, sugiere Cecilia Skingsley del Comité de Pagos e Infraestructuras del Mercado.
«Solo entonces las CBDC pueden tener un impacto significativo en los costos, la velocidad, el acceso y la transparencia de los pagos transfronterizos», agregó Skingsley.
Este informe va en concordancia con otro del propio banco reportado por CriptoNoticas, hace unos días. Allí también resaltan el papel de las CBDC, porque consideran que ofrecen una «solución más estable para un futuro sistema monetario», por encima de las criptomonedas.
Esto lo dicen, para contrastar con Bitcoin, moneda que se emite y autorregula sin la necesidad de que un tercero intervenga. Esto evita que un organismo financiero central imponga normativas al sistema monetario de cualquier país, algo que dejaría a los bancos centrales fuera de juego monetario internacional.