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El precio de XRP medido en bitcoin todavía no marca una sostenida tendencia alcista.
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El circulante de XRP es controlado en gran manera por la empresa Ripple Labs.
La reciente subida de XRP por encima de los 3 dólares ha sido motivo de celebración para la comunidad de XRP, conocida afectuosamente como la XRP Army.
Tal como CriptoNoticias lo reportó ayer, las redes sociales se han llenado de mensajes jubilosos, memes triunfantes y una sensación palpable de victoria.
No es para menos. Son precios que no se veían desde hace 7 años.
Sin embargo, antes de dejarnos llevar por la euforia colectiva, es esencial realizar una evaluación más crítica y reflexiva del verdadero valor de XRP. Especialmente, resulta útil compararlo con una moneda fuerte, como bitcoin (BTC), y no contra una moneda en constante depreciación, como el dólar.
Cuando medimos el valor de XRP en BTC, la reciente subida parece más una pequeña fluctuación que una verdadera victoria.
Según el gráfico que se observa a continuación, XRP ha mostrado un aumento relativamente modesto que no parece ser la gran cosa.
¿Y por qué ocurre esto? Ante todo, vale aclarar que es algo que pasa con muchas altcoins. Aunque su precio en dinero fíat se incrementa, su precio en BTC tiende a decrecer.
En el caso particular de XRP, hay varias cuestiones a analizar. Por un lado, bitcoin tiene un límite máximo de 21 millones de monedas que terminarán de emitirse en más de 100 años. Esta es una política que ha sido importantísima para su percepción como «oro digital». La escasez garantizada de bitcoin refuerza su valor como reserva de valor a largo plazo.
En contraste, XRP tiene un suministro total mucho más alto de 100.000 millones de unidades, de las cuales una gran parte está controlada y periódicamente liberada al mercado (o recomprada) por Ripple Labs, lo que puede influir en su precio y percepción de manera adversa. A diferencia de bitcoin, XRP no es un sistema monetario inmutable y programado, sino que está interferido por una empresa.
Además, bitcoin, por su larga historia, su descentralización y la ausencia de un creador conocido, disfruta de un nivel de reconocimiento y adopción que ninguna criptomoneda ha logrado.
Bitcoin es aceptada no solo por inversionistas individuales sino también cada vez más por empresas, instituciones financieras y hasta Estados nacionales como una forma legítima de inversión y reserva de valor.
Por otro lado, XRP ha enfrentado desafíos significativos, incluyendo disputas legales y la percepción de que está demasiado centralizado.
Una de las fortalezas clave de bitcoin es su descentralización total; no está controlado por ninguna entidad o individuo. En esto contrasta en gran manera con XRP, donde Ripple Labs juega un papel significativo en el nodo de validación y en la toma de decisiones estratégicas. Esta diferencia es fundamental, ya que la descentralización es a menudo vista como un indicador de seguridad y estabilidad.
A nivel jurídico, BTC se ha establecido de tal manera que, a pesar de la atención regulatoria, ha continuado prosperando sin intervenciones que alteren su curso fundamental. En general se lo acepta como un commodity (mercancía) por la mayoría de los entes reguladores del mundo, lo que supone su compraventa no tiene muchas trabas legales.
XRP, por otro lado, ha sido objeto de un intenso escrutinio regulatorio, particularmente por la SEC en los Estados Unidos, lo que ha generado incertidumbre y volatilidad en su precio. Es que el regulador ha considerado que XRP es un título valor no registrado (es decir, una acción bursátil ilegal).
En resumen, una combinación de escasez garantizada, independencia de cualquier autoridad central, amplia adopción y una comunidad robusta y activa hace de bitcoin una opción atractiva como reserva de valor a largo plazo.
Estos factores no solo ayudan a mantener su valor sino que también aseguran su relevancia continua en el ecosistema financiero global. Téngase en cuenta que BTC es uno de los 10 activos financieros más valiosos del mundo.
Por otro lado, mientras que XRP tiene usos que dependen de los desarrollos y alianzas comerciales de la empresa Ripple Labs, carece de algunas de las propiedades fundamentales que han cimentado la posición de bitcoin como el líder indiscutible en el espacio.
Lo dicho hasta aquí refuerza la idea de que es vital mantener una perspectiva equilibrada y crítica. El reciente aumento en el precio de XRP, aunque impresionante a primera vista, no debe desviar nuestra atención de los fundamentos subyacentes que dictan valor a largo plazo.
Dejemos que la XRP Army celebre. Pero no olvidemos que, aunque las altcoins puede ofrecer ganancias a corto plazo (o grandes pérdidas, también), bitcoin sigue siendo la decisión más segura para aquellos que buscan preservar y aumentar su riqueza a lo largo del tiempo.
A modo de conclusión, pueden resultar útiles las palabras de Saifedean Ammous en su libro «El patrón bitcoin», que detallan por qué pasa lo que pasa con las altcoins y la percepción de su valor en el mercado:
«No hay nada original ni difícil en copiar el diseño de Bitcoin y producir una imitación un tanto diferente, algo que hasta la fecha ya han hecho miles de personas. Con el tiempo, cabe esperar que cada vez accedan al mercado más monedas de este tipo, diluyendo la marca de todas las demás altcoins. Excepto Bitcoin, las monedas digitales son, en su conjunto, dinero fácil (no sólido). No se puede considerar ni una sola altcoin por sus propios méritos, ya que son, todas ellas, indistinguibles en lo que desempeñan, y que a su vez es lo que realiza Bitcoin, pero se diferencian de esta última en que se puede alterar con facilidad su oferta y su diseño, mientras que la política monetaria de Bitcoin es a todas luces inamovible».
Saifedean Ammous, «El patrón bitcoin», Valleta Ediciones, p.337
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.