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La paridad entre el peso y el satoshi es temporal, pero que puede ser significativo en la economía.
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Bitcoiners argentinos festejan que el satoshi esté superando el ARS
«La Argentina tiene que ser un país que se integre al mundo, no que se aísle del mundo.»
Carlos Saul Menem
Una vez más los Argentinos y quienes disfrutan de la Argentina hemos sido favorecidos por el basilisco.
Al momento de escribir este artículo la moneda Argentina equivale en valor unitario lo mismo que la moneda global y universal. Con los precios actuales del bitcoin, del USD y del ARS, actualmente un peso argentino vale un satoshi. Cada Bitcoin vale ARS 100.000.000.
Esta paridad facilita enormemente todos los cálculos económicos. Es como que de repente la economía de retail se hubiera bitcoinizado. Logicamente esto no ocurrió ya que los comerciantes siguen exigiendo el paso previo de conversión de SATS a ARS, pero a los fines prácticos de uso cotidiano y de cálculo económico es igual a que si el país entero hubiera entrado mágicamente, de un momento a otro, a su propio patrón Bitcoin.
Este contexto evoca los noventa. Una década clave en el desarrollo del país donde rigió un régimen de convertibilidad del peso contra el dólar.
En esa década el Presidente Menem organizó la economía de forma tal que no sólo cesó el contexto hiperinflacionario sinó que además mantuvo el valor del peso atado al dólar en forma real durante todo el resto de su mandato, diez años en total. Esa intervención económica se le conoce como el “uno a uno”.
Esa fue la única época que alguien de mi generación conoció lo que era vivir en un contexto sin inflación. Técnicamente con algo de inflación, la que tuvo el USD durante esa década. La que comparada con la chanchada que estaban haciendo con el ARS era básicamente imperceptible.
Salvo en esta década, todos los argentinos que hemos vivido en el último período democrático argentino, es decir desde 1983, hemos padecido continuamente en todo momento un alto o altísimo régimen inflacionario. Por ello le agradezco a Carlos Menem, que me enseñó con su gobierno como demostración empírica que la inflación monetaria no resulta necesaria para gobernar.
Es una pena que este aprendizaje no haya pegado más fuerte en la cultura local. A pesar de haber gozado esa década de estabilidad económica y prosperidad productiva, los argentinos nunca reclamaron a sus posteriores gobernantes el cese de la inflación. Sino que, todo lo contrario: premiaron con sus votos a quien más les devaluó.
El uno a uno de Menem fue inmoral por ser una conversión forzada. Es decir, un precio regulado y controlado a punta de pistola, amenazas y extorsiones. Por otro lado, el uno a uno actual, el de satoshi contra peso, es un precio libre enteramente creado por el mercado. Como tal, seguramente dure muy poco, tal vez menos de lo que lleve escribir y leer este artículo, pero eso de todas formas no importa.
“No hay nada que sea estable y duradero, excepto la naturaleza del universo entero, que es eterna e inmutable. Todo lo demás es fugaz y transitorio, como las olas del mar que se levantan y se desvanecen sin dejar rastro. Así que debemos aprender a vivir en armonía con la naturaleza y a aceptar con serenidad lo que nos depara el destino, sin aferrarnos a nada que sea efímero y transitorio.»
Marco Aurelio, Meditaciones 2, 17.
Lo importante es que estamos en la línea de tiempo en que Bitcoin existe y sigue existiendo, en que la Argentina está recibiendo cada vez más bitcoiners, en que nos gobierna una figura marketinera que ha sabido llamar la atención del mundo y en una economía al momento nominalmente satoshizada. Tenemos el tamaño de un pequeño continente, todos los biomas posibles, la mejor carne y vino del mundo, las mujeres más lindas y una increíble comunidad de bitcoiners ¿Qué más podemos pedir?
¿Acaso podríamos desear una estabilidad permanente del uno a uno? ¿Con un ARS mágicamente atado al SAT? No, mejor seguir disfrutando de la montaña rusa del precio del bitcoin, para poder seguir atravesando la hiperbitcoinización en tiempo real y con métricas que sigan demostrando como Bitcoin continúa actuando como agujero negro financiero absorbiendo y así, al mismo tiempo, representando la totalidad de valor humano.
Camilo JdL para CriptoNoticias a las 870.300 Timechain
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