El profesor de Harvard y ex-Director del Departamento de Estudios del Fondo Monetario Internacional, Kenneth Rogoff, publicó un artículo de opinión en la prensa internacional donde describió las razones del rápido crecimiento del precio del bitcoin y del resto de las criptomonedas. Rogoff sugiere que el valor de las criptomonedas depende en gran medida de las acciones que puedan realizar los gobiernos: regulaciones, prohibiciones, emisiones de Bancos Centrales; si llega a suceder este último caso, augura que el valor del bitcoin caerá abruptamente.
Rogoff afirma en su su artículo que a largo plazo la tecnología detrás de bitcoin, la blockchain, prosperará pero el precio del bitcoin colapsará. A continuación, hace un recuento sobre el rápido crecimiento del valor del bitcoin y establece un argumento central donde especifica que el precio dependerá de cómo actúen los gobiernos ante “un sistema de pagos anónimos que faciliten la evasión de impuestos y el crimen”.
Comenta sobre el estado general de las regulaciones, donde menciona que es actualmente “libre para todos”, así como casos particulares: la prohibición de las casas de cambio por el gobierno chino, el estado legal de Estados Unidos donde no hay una postura clara y parece lejos de definirse, y el caso de Japón que acepta su uso abiertamente.
Afirma también que será interesante ver cómo evoluciona el caso de Japón, a la vez que estableció que «uno puede estar seguro que evasores de impuestos globales encontrarán las formas de adquirir bitcoins de manera anónima ampliamente y lavar su dinero a través de cuentas japonesas”; por estas razones Japón corre el riesgo de volverse un paraíso fiscal como Suiza.
Continua su argumento estableciendo que “es una locura” pensar que bitcoin reemplazara el dinero emitido por los bancos centrales: “los gobiernos no tienen problemas con pequeñas transacciones anónimas, pero es otro tema permitir grandes transacciones anónimas, lo que haría muy difícil la recolecta de impuestos y las actividades contra el crimen”.
Luego hace una mención publicitaria a su libro que fue lanzado el año pasado, afirmando que en el mismo explica que billetes de alta denominación ayudan a los mismos problemas que bitcoin, pero que al menos los primeros hacen “bulto”.
Agrega que el precio de bitcoin se mantiene porque ofrece cierto nivel de anonimato, así como “que los especuladores están apostando a que siempre habrá un consorcio de estados forajidos que permitan el uso anónimo de bitcoin o incluso estados como Corea del Norte que lo explotarán”.
Concluye arumentando que al final “es difícil ver lo que impediría a los bancos centrales crear sus propias monedas digitales y usar la regulación para inclinar el terreno de juego hasta que ganen”, por lo cual no tiene idea cuando su precio se desplomará, pero por la razón anterior asegura que sucederá.
Para resumir, en su artículo se puede observar que mantiene una postura totalmente en contra de las criptomonedas, asociándola únicamente a fondos que fomentan delitos por el supuesto anonimato que brindan.
Sin embargo, es interesante acotar que la idea de que los estados emitan sus propias criptomonedas y que el precio de bitcoin caerá como consecuencia de esto no puede ser considerado sin tomar en cuenta un factor importante sobre Bitcoin: el hecho de que solo van a existir 21 millones de BTC, a diferencia de cualquier criptomoneda controlada por gobiernos, y es muy probable que puedan aumentar su cantidad de monedas circulantes cuando lo vean necesario, generando un devaluación de su precio en el proceso.