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Bitcoin deja de mirar tanto a la Fed, para seguir su propio camino.
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La moneda digital tiene factores propios que impulsan su cotización hacia arriba.
El mercado esperaba algo, lo que fuera. Una pista, un guiño, una frase suelta que permitiera proyectar qué hará la Reserva Federal (Fed) estadounidense con las tasas de interés en lo que resta del año.
Pero Jerome Powell, presidente de la Fed, habló y no dijo nada. O, mejor dicho, dijo mucho sin decir nada. Su discurso fue pusilánime, carente de convicción, predecible y más propio de un chatbot de inteligencia artificial que del presidente del Banco Central más influyente del mundo.
No hubo recorte de tasas, tal como se preveía. Tampoco hubo señales de que se acerquen. Pero tampoco de que no se acerquen. “Esperar y ver” sigue siendo la política monetaria de la Fed. Powell volvió a dar a entender que las decisiones se tomarán reunión a reunión, y que todo depende de la evolución de la inflación y del empleo. Frases hechas, neutras, gastadas. A esta altura, escuchar a Powell es como escuchar el mismo audiolibro en bucle.
Y, sin embargo, bitcoin sube. Mientras Powell hablaba —o balbuceaba su ambigüedad con modales técnicos— el precio de bitcoin (BTC) comenzó a trepar. Y este jueves cotiza nuevamente por encima de los 99.000 dólares, en su nivel más alto desde principios de marzo. Por momentos, la moneda digital coquetea con los 100.000 dólares, una marca que no toca desde hace más de dos meses.
Entonces, ¿por qué sube bitcoin si no hubo anuncios relevantes desde la Fed? Justamente por eso.
Lo importante es lo que no se dijo
La clave para entender el comportamiento del mercado está, muchas veces, en los silencios. Powell no anunció recortes, pero tampoco cerró la puerta.
El funcionario no endureció el discurso, no endureció la política. En un contexto donde buena parte de los inversionistas temía una postura más dura —debido al repunte inflacionario en marzo y abril— el simple hecho de que la Fed no haya cambiado el tono se interpretó como una “no mala noticia”. Y eso, en un mercado hambriento de optimismo, basta para reactivar los flujos de capital hacia activos de riesgo.
Bitcoin, que desde 2020 aproximadamente, responde a la política monetaria de la Fed como si fuera un barómetro, se ve beneficiado cuando el dinero no tiene un costo creciente. Una Fed pasiva, que observa sin actuar, puede ser tan alcista como una Fed que baja tasas, siempre que el mercado ya haya internalizado las expectativas más pesimistas.
En otras palabras: lo que sube a bitcoin no es el entusiasmo por las palabras de Powell, sino el hecho de que no haya sido más amenazante.
No solo de la Fed vive bitcoin
Pero sería un injusto error pensar que bitcoin sube solo por lo que no dijo Powell. En el fondo, el mercado ya empieza a mirar más allá de la Reserva Federal. Lo que empieza a tomar fuerza son los demás catalizadores alcistas que estaban latentes, esperando su momento.
Entre ellos, uno particularmente importante: los rumores de que Estados Unidos y China podrían acercar posiciones para desescalar la guerra de aranceles. Esta tensión comercial ha sido uno de los grandes focos de incertidumbre en los mercados globales. Si ambos gigantes logran algún tipo de entendimiento, aunque sea parcial, esto podría liberar una enorme cantidad de capital hacia activos de riesgo, beneficiando tanto a las acciones como a las criptomonedas.
En paralelo, la adopción institucional de bitcoin continúa consolidándose. Empresas como Metaplanet —a la que en CriptoNoticias apodamos “la MicroStrategy japonesa”— siguen acumulando BTC a ritmos cada vez más agresivos. Fondos de inversión tradicionales están abriendo productos basados en bitcoin, y el interés por los ETF de BTC al contado no ha cesado. Todo esto configura una base sólida para justificar la presión compradora que se observa en las últimas jornadas.
Y bitcoin también tiene una lógica interna, propia. Esa lógica está gobernada por su estructura económica: emisión limitada, reducción periódica del ritmo de producción de nuevos bitcoin (halving), crecimiento paulatino de la demanda y una historia que muestra que, tras cada halving, el precio entra en una nueva fase alcista.
El halving de abril de 2024 ya quedó atrás. Y si el patrón se repite, en los próximos 7 meses se podría ver una etapa de fuerte apreciación para bitcoin. Por eso, incluso cuando todo parece estar “en pausa”, bitcoin sigue avanzando.
Mientras Powell duda, bitcoin actúa
Lo que ocurrió esta semana con Powell y bitcoin no es anecdótico. Es un símbolo. Una señal de que, tal vez, el poder explicativo de los banqueros centrales sobre los mercados esté empezando a diluirse. El viejo orden, donde todo giraba en torno a la Fed, puede estar dando paso a un nuevo paradigma en el que bitcoin se vuelve cada vez más independiente de ese relato.
Porque mientras Powell duda, bitcoin actúa. Mientras la Fed se toma su tiempo para decidir, bitcoin ya está siendo adoptado. Y mientras los políticos monetarios se debaten entre recortar o no las tasas, bitcoin sigue siendo lo que siempre fue: una reserva digital finita, programada, transparente y resistente a la manipulación.
Eso es lo que el mercado está empezando a valorar. Eso es lo que hace que, incluso tras una conferencia aburrida y pusilánime como la de este miércoles, bitcoin suba de precio. No por lo que dijo Powell. Sino por lo que bitcoin representa.
¿Qué viene ahora?
El camino hacia nuevos máximos queda ahora más despejado. Técnicamente, bitcoin ha roto una resistencia importante en torno a los USD 97.000 y si se mantiene por sobre ese precio con suficiente volumen, el rally podría acelerarse.
Eso sí, no será un camino lineal. La volatilidad seguirá presente, como siempre en bitcoin. Pero el escenario general parece inclinarse nuevamente hacia el lado alcista.
En este contexto, el discurso de Powell será recordado, quizás, como el momento exacto en que bitcoin dejó de mirar tanto a la Fed… y empezó a seguir su propio camino. Un camino que, para muchos (y yo soy uno de ellos), no tiene techo.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.