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La fuerza de Bitcoin radica en su descentralización y en no en estar atado a ninguna figura influyen
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El caso de Roger Ver recuerda que Bitcoin es liderado por una comunidad entera.
Durante años, bitcoin (BTC) ha sido objeto de un intenso escrutinio por detractores que acusan a esta tecnología de un consumo energético excesivo y de que se trata de un activo que carece de valor intrínseco. Ya de por sí, la comunidad identifica a estos actores como enemigos de la moneda digital pionera. Pero poco se suele advertir cuándo el peligro podría provenir de aquellos que se presentan como sus más fervientes defensores, como es el caso de Michael Saylor, presidente de MicroStrategy y el principal promotor de la institucionalización de bitcoin.
Es cierto que Saylor ha hecho una serie de contribuciones al ecosistema de bitcoin, donde no solo es un gran promotor de la adopción institucional de BTC, sino que ha participado en incontables entrevistas, foros y conferencias en los que presenta su visión, de manera convincente, sobre cómo bitcoin es una importante reserva de valor, lo que lo convierte en un activo valioso para las tesorerías corporativas.
Al adquirir miles de millones de dólares en bitcoin para MicroStrategy, Saylor demostró que es posible establecer un nuevo estándar para las empresas, porque puede ser una inversión estratégica a largo plazo. Es, en definitiva, un cambio en el juego de Bitcoin que salvó a MicroStrategy de la irrelevancia, como lo destaca CriptoNoticias en su artículo editorial.
También Saylor ha contribuido a desmitificar la percepción negativa asociada con la minería de Bitcoin y ha demostrado que es posible generar nuevas monedas con sostenibilidad ambiental.
Saylor ha captado una atención considerable, tanto dentro de la comunidad de bitcoin, como en el ámbito financiero global. Su figura se ha convertido en un referente indiscutible en la adopción institucional de la moneda inventada por Satoshi Nakamoto. Sin embargo, su figura también genera debate y controversia, como sucedió en octubre cuando mencionó que la autocustodia de bitcoin es equiparable con la paranoia de los criptoanarquistas.
No obstante, tener a un ícono como Saylor directamente relacionado con bitcoin, puede plantear una serie de riesgos. Aunque su apoyo incondicional contribuye a la popularidad y legitimidad de bitcoin en algunos sectores, también es cierto que su influencia puede generar una dependencia contraria al principio de descentralización que caracteriza a la moneda digital pionera.
Bitcoin fue creado por el enigmático Satoshi Nakamoto, quien al desaparecer, hace más de una década, dejó claro que no le corresponde a una sola figura liderar su desarrollo, sino que esa tarea le corresponde a la comunidad entera. Por lo tanto, la naturaleza descentralizada de este criptoactivo, protege su integridad y autonomía de las decisiones de figuras influyentes.
El hecho de que Saylor sea visto como un Mesías para bitcoin, debe ser entendido como una acción de riesgo para bitcoin, pues, si el presidente de MicroStrategy se viera envuelto en algún escándalo o cambiara de opinión sobre la moneda digital, podría erosionar la confianza de muchos inversionistas, especialmente aquellos que lo siguen como un gurú. Como consecuencia, esto podría llevar a una venta masiva de bitcoin y al probable desplome de su precio, entre otras repercusiones.
De igual manera, si Saylor pierde credibilidad, se podría frenar la adopción institucional de Bitcoin. También, un cambio de opinión de su parte podría reavivar debates internos en la comunidad de bitcoin sobre la visión a largo plazo y su papel en el sistema financiero. Esto podría generar divisiones y fragmentación en la comunidad.
En todo caso, la historia nos dice que Bitcoin ha sobrevivido a la influencia de famosos, de quienes se han presentado como expertos en el sector y de líderes de opinión, pero también la comunidad ha atravesado por acontecimientos amargos. Uno de ellos, fue el sucedido en el año 2017, cuando el Roger Ver, apodado «Bitcoin Jesus», tras ser uno de los primeros en realizar una inversión seria en BTC a principios de 2011, manifestó su desilusión sobre Bitcoin y se pasó a Bitcoin Cash, un proyecto antagónico, nacido de la bifurcación de la principal criptomoneda del mercado.
Roger había ganado gran popularidad en la comunidad de bitcoin, pero luego atrajo considerable atención hacia Bitcoin Cash, contribuyendo así a que esta ganara popularidad y adopción. Sin embargo, hasta ahora, no hay nada que demuestre que su decisión fue la correcta en términos de valor de mercado. Tampoco está demostrado que su cambio de postura haya traído mayores beneficios a la comunidad que siguió sus pasos.
Por ello, es importante que la comunidad de bitcoin siga su camino, sin la presencia de un «Mesías», ya que de la mano de ellos existe el peligro de que surjan divisiones o dudas infundadas sobre el futuro del activo.
En definitiva, Bitcoin no debe ir ligado a un solo individuo. La moneda digital fue concebida sin ataduras a una figura central, y es fundamental que los entusiastas y defensores continúen abrazando esta descentralización para preservar su esencia. En un mundo donde la dependencia de íconos puede ser tentadora, es la autonomía de Bitcoin la que ofrece una verdadera esperanza para un sistema financiero más justo.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.