Hechos clave:
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Los titulares sensacionalistas salen a flote en cada mercado bajista de bitcoin.
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Debemos mantener la mente fría y saber que los principios de bitcoin siguen intactos.
Hay un refrán popular que dice que «no hay que hacer leña del árbol caído». En otras palabras, que no hay que aprovecharse del mal momento de algo o alguien para señalar públicamente sus supuestos defectos. Eso están haciendo muchos medios del mundo con bitcoin (BTC) ante la caída del precio de la criptomoneda.
Para ser sinceros, algo tienen a favor quienes hablan o escriben con términos como «maldición del bitcoin», «la muerte del bitcoin» o el «bitcoin crash». Es que son coherentes con el paso del tiempo, ya que han repetido lo mismo ante cada ciclo bajista del criptoactivo.
Al leer este tipo de cosas, pienso que debemos tener la mente fría y evaluar de dónde provienen las críticas. Entre otras cosas, hay que preguntarse quién financia a esa empresa periodística y desde qué posición opina.
Además, hay que considerar que se ataca un factor (el precio), que no es de los más importantes para quienes creen en bitcoin como un sistema monetario superador.
¿Por qué tanto encono con bitcoin?
Los medios tienen intereses, no podemos obviarlo. Escriben desde una postura, lo que implica no solo «defender» a determinados actores señalando sus bellezas y virtudes, sino también apuntar con el dedo a quienes están del otro lado.
Usted, lector de esta columna, como también yo, nos topamos a menudo con publicidades de entidades bancarias y financieras en portales informativos. Es normal que estos anuncios representen una fuente mayoritaria de ingresos para muchos medios, junto con la millonaria pauta estatal.
Por experiencias personales en otros medios en los que trabaje, puedo asegurar que, cuando hay una pauta publicitaria involucrada, hay ciertos temas que no se tocan. También hay adjetivos que de ninguna manera se pueden unir con los nombres de ciertas entidades o personajes. No pasa en todos los medios, pero muchísimos periodistas lo han vivido.
Bitcoin es un tipo de dinero digital que prescinde de los bancos y cuya emisión no puede ser controlada por los gobiernos. Con esto en mente, no podemos pretender que todos lo quieran.
Y por eso también, debemos aceptar que, en épocas de números en rojo, las páginas de portales y diarios y las pantallas de televisión se tiñan de un amarillo sensacionalista y casi apocalíptico cuando se habla de bitcoin. No pasa lo mismo con el sistema monetario y financiero tradicional, que está plagado de estafas y otros problemas que rara vez conducen a un análisis tan profundo y sangriento como el que se hace con las criptomonedas.
Pero hay que ser prudentes y no perder de vista que esto ya se ha vivido y que los valores fundamentales de bitcoin siempre salen intactos de la carnicería mediática.
Bitcoin siempre resiste a las críticas infundadas
En mercados bajistas anteriores, bitcoin también ocupaba lugar en los titulares de los medios tradicionales. Quizás la saña era menor, como también lo era su popularidad. Pero lo relevante es que no se vio afectado por el ruido. No solo multiplicó su precio luego de esto, sino que sus principios más básicos permanecieron inmutables.
Un bitcoin sigue valiendo un bitcoin. Esta sencilla frase es útil para expresar que, sin importar su valor en dólares, bitcoin sigue siendo valioso por sus propiedades. Dinero libre, incorruptible, sin intermediarios, escaso y no controlado por ninguna entidad.
Esto es incuestionable y por eso los medios no se atreven a meterse con esos valores. No los pueden rebatir, y entonces se quedan únicamente con el precio.
No digo que el valor de mercado de la criptomoneda no sea relevante. Detrás de estos movimientos hay eventos para analizar y, por qué no, oportunidades para aprovechar.
Pero no podemos dejar que la llama de una vela roja en un gráfico encienda una fogata de miedo e incertidumbre que los medios tan bien saben alimentar. Hay que ser cautelosos, no dejarse llevar y pensar a largo plazo. Ver el bosque y no el árbol, como se suele decir.
Por favor, recuerde todos estos atenuantes la próxima vez (o las próximas veces, mejor dicho) que lea titulares que hablan de sangre, muerte, fin o tragedia vinculada con bitcoin. O cuando un conocido que quizás no sabe ni con qué se comen las criptomonedas le diga que bitcoin era una burbuja que «en algún momento tenía que explotar».
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias.