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El proyecto Dash culpa a los medios de comunicación de presentarla como una “moneda de privacidad”.
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Ahora intenta posicionarse como una criptomoneda que no es diferente a bitcoin.
En la dinámica comunicacional moderna no es extraño que las fuentes de información cambien a conveniencia sus declaraciones para quedar bien parados ante terceros. Es usual que al hacer estos giros, no asuman su responsabilidad y defiendan sus opiniones. En cambio, los entrevistados, las empresas o los voceros echan mano de una vieja práctica que se observa aún hoy: culpar a los medios de comunicación.
Conocida como “matar al mensajero”, se trata de una conducta de último recurso en la cual la fuente intenta desvincularse de sus propias declaraciones, y alega que fue malinterpretada o que nunca dijo nada de eso.
Un caso muy similar ocurrió esta semana con Dash, un proyecto de criptomoneda que tiene grandes diferencias con bitcoin, pero para la fundación Dash Core Group (DCG) ahora “no hay absolutamente ninguna característica distintiva entre Bitcoin y Dash que le permita a uno cumplir con las pautas regulatorias y excluir al otro”, según un manifiesto publicado por Omar Hamwi, gerente de desarrollo de negocios de DCG.
La polémica surgió debido a que Dash fue eliminada de varias casas de cambio de criptomonedas porque las criptobolsas están cumpliendo con recomendaciones del Grupo de Acción Financiera (GAFI) para mitigar el riesgo de que ocurran actividades financieras ilegales a través de los proveedores de servicios de activos virtuales (VASP).
“La decisión de eliminar a Dash se basó simplemente en la representación de Dash en los medios como una ‘moneda de privacidad’ y no en el análisis real sobre la naturaleza de la cadena de bloques de Dash”, indicó Hamwi en el comunicado. El detalle está en que efectivamente en el libro blanco de Dash la criptomoneda se presenta como una “Divisa Cifrada Centrada en la Privacidad”, algo que contradice el ejecutivo.
La acusación no solo va dirigida a los medios, sino que también señala directamente a los periodistas que cubrimos la fuente de las criptomonedas, al decir que buscamos sembrar “nerviosismo” en los artículos que redactamos a diario. Esto, bajo el argumento de que algunos colegas aún nombran a Dash como “Darkcoin”, su nombre original que fue modificado en el año 2015.
Señor Hamwi, nosotros no informamos para generar nerviosismo. Al contrario, educamos, enseñamos y también reportamos hechos que ocurren a diario en el ecosistema como un mecanismo para que los usuarios se mantengan al día.
No dispare contra los medios o contra los periodistas de carrera que nos dedicamos desde hace años a cubrir esta fuente. Nosotros no somos los culpables de que a Dash lo eliminen de las casas de cambio porque la criptomoneda tenga la opción de ser anónima. Nada más lejos de la realidad.
Dash no es bitcoin y tampoco lo será
Aunque Dash quiera vestirse de bitcoin para volver a ganar espacios en los intercambios, el proyecto tiene muchas diferencias con la principal criptomoneda del mercado. La más evidente es su sistema de gobernanza y estilo corporativo, que cuentan con equipos de marketing y desarrollo centralizado.
Quienes tienen derecho a voto sobre los caminos que debe tomar el proyecto son lo que tienen la capacidad financiera de mantener un nodo maestro. Es decir, los operadores, una suerte de junta de accionistas, deciden cómo se gastará parte de la tesorería, algo netamente empresarial y no colaborativo como en el caso de bitcoin.
En el manifiesto, Dash intenta reflejar lo similar que es con bitcoin. Sin embargo, curiosamente el texto también enumera todas las diferencias que tienen, aspectos fundamentales que, por lejos, las dejan en dos escenarios distintos. Aquí mencionan la velocidad, la seguridad y el costo de las transacciones como elementos que favorecerían a Dash.
A pesar de los esfuerzos que han hecho por asemejarlas, Dash no es bitcoin, ni por asomo. Mientras millones de personas usan bitcoin en todo el mundo movidos por la educación, solo unos miles emplean Dash. Esto como resultado de las campañas de marketing desplegadas a escala global como una estrategia para hallar nuevos usuarios.
Descargo de responsabilidad: los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias.