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La historia sobre cómo Kristoffer Koch hizo una fortuna con BTC me introdujo a las criptomonedas.
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Los primeros contactos con Bitcoin de algunos usuarios provienen de amigos y medios de comunicación.
Tenía 15 años la primera vez que oí hablar sobre Bitcoin. El recuerdo es ya nebuloso, supongo que era una tarde común después del colegio y yo estaba matando tiempo en la computadora. Creo que fue mi papá quien vio el artículo primero y me lo leyó, aunque también pude haberme topado yo con la noticia en Facebook. De lo que si estoy segura es que fue Kristoffer Koch quien nos introdujo a ambos en el mundo de las criptomonedas.
Koch era para ese entonces un estudiante recién graduado de la universidad en Noruega, cuya particular historia había sido publicada por el ABC de España. El periodista relataba como el joven invirtió en el año 2009 unos 27 dólares en bitcoins para una tesis de grado que jamás llegó a culminar. Mas, con el pasar de los años, esta pequeña inversión se había multiplicado en una fortuna de casi un millón de dólares para el año 2013. La historia me cautivó: ¿Qué era eso de una moneda llamada «bitcoin»? ¿Existía algo que funcionaba como dinero digital? ¿Quién lo emitía, cómo funcionaba?
Siendo sincera me pareció una locura, pero no en la forma peyorativa de la palabra. Literalmente sentía que ese tal «bitcoin» debía ser una gran locura que podía cambiar el dinero mismo. La idea me explotaba la cabeza: ¿Ahora no tendríamos billetes físicos sino monedas digitales en nuestros computadores? Mi papá y yo fantaseábamos de solo pensarlo, incluso concluimos de que el futuro del dinero era ese. Uno mucho más «virtual» e instantáneo, hecho a la medida de los nuevos servicios de Internet.
Como todo niño con un nuevo juguete, me obsesioné con la idea de tener bitcoins. Si Kristoffer Koch podía hacerse millonario invirtiendo en esta moneda, yo no quería desaprovechar mi oportunidad. Mi papá me apoyó en este objetivo y nos pusimos manos a la obra para tratar de comprender cómo se compraban los deseados bitcoins. No hubo manera, no entendimos como funcionaban las casas de cambio y tampoco sabíamos si existía alguna en Venezuela, o por lo poco en Latinoamérica. Las plataformas de intercambio descentralizado eran aún más difíciles de entender para nuestra concepción bancaria de los servicios financieros y no conocíamos a ningún amigo que tuviese bitcoins.
Desistimos, tristes los dos, mientras pensábamos que seguramente el afanado Bitcoin era cosa del primer mundo. La emoción se fue diluyendo y al final terminé olvidando todo lo referente a las criptomonedas, aunque cada vez que me topaba con una noticia similar a la de Koch me mordía la frustración. ¿Realmente Bitcoin era el mañana y lo dejé escapar?
Jamás me imaginé que años después, en el 2017, aplicara para un trabajo en un periódico de criptomonedas. Cuando Iván Goméz, parte de nuestro equipo de editores de CriptoNoticias, me preguntó si conocía sobre Bitcoin, volví a recordar la historia de Koch. Y algo muy dentro de mí se movió, pensando que tal vez ese primer encuentro con las criptomonedas había sido algo destinado.
Todos tenemos una primera vez
Pero no me quiero quedar únicamente con mi historia. La primera vez es siempre una experiencia especial, por ello quería saber como los usuarios actuales y más fervientes defensores habían conocido a Bitcoin. La curiosidad me hacía querer preguntar: ¿Qué pensaron la primera vez que oyeron sobre Bitcoin? ¿Por qué decidieron darle una oportunidad a las criptomonedas.
Decidí hacer algunas de estas preguntas en mi cuenta de Twitter e Instagram, interesada por escuchar sus historias. Las respuestas fueron más abundantes de lo que esperaba, desde personas que habían ingresado al ecosistema en sus inicios a entusiastas que recientemente están aprendiendo sobre Bitcoin. La tendencia me resultó clara: medios de comunicación, historias fabulosas y los amigos son los grandes aliados para captar nuevos bitcoiners.
Las páginas web de noticias virales, las cuales hacen vida en redes sociales como Facebook, resultaron ser uno de los medios que más captó la atención de bitcoiners e internautas. Asimismo, un grupo importante de usuarios escuchó hablar por primera vez de Bitcoin en los grandes periódicos, luego de que algún propietario de turno se hiciera millonario por sus inversiones de antaño. Keiser Report fue mencionado en dos ocasiones como la fuente principal que los llevó a conocer sobre las criptomonedas e interesarse por este mundo.
https://twitter.com/P_Hold/status/1213225407396372482
Los artículos satíricos y los vídeos de parodia sobre Bitcoin en Youtube también han sido un medio para que la gente oiga hablar sobre las criptomonedas. Aunque las burlas estaban inmersas en el contenido, una de las internautas que me contó su historia aseguró que aun así le generaba curiosidad Bitcoin y había investigado un poco sobre el tema. No obstante, la inexperiencia es siempre la primera barrera. Al igual que me pasó a mi papá y a mi, muchos no logran terminar entrar al ecosistema porque no entienden el funcionamiento técnico de Bitcoin y no confían en sus facultades para mantener un criptoactivo.
Aquellos que llegaron a oír sobre Bitcoin entre los años 2014 y 2015 encontraron dificultades para comprender las aplicaciones y empresas que prestaban servicios en aquel momento. Debido a que se trata de una industria muy joven, muchos de sus productos no eran de fácil acceso y se necesitaba conocimiento previo para utilizarlos. Debido a ello, algunas de las personas que contaron sus anécdotas en el hilo de Twitter aseguraron que perdieron la oportunidad de invertir temprano por la falta de conocimiento. Hoy en día existen aplicaciones mucho más amigables para los usuarios novatos, así como hay una mayor cantidad de información disponible sobre el tema.
Cuando estas facilidades aún no existía, los amigos y el autodidactismo eran las formas más comunes de ingresar al mundo de Bitcoin en sus inicios. Por ejemplo, el usuario @ibsennoguera señaló que un amigo le mostró como minaba criptomonedas y le enseño lo que sabía sobre Bitcoin. Una historia un tanto triste es la de @k3nob1, quien perdió unos 100 BTC regalados por un amigo luego de que este lo mandara su correo Yahoo y el no entendiera el concepto de la criptomoneda.
2009-2010, un amigo me regalo 100 BTC me los mando en mi correo de yahoo, me puse a leer el concepto pero no entendia nada y lo gice a hn lado, ah y la cuenta de yahoo la perdi con todo y bitcoins 🤣🤣
— Clandestino (@k3nob1) January 3, 2020
Algunos usuarios incluso escucharon hablar sobre bitcoin en el 2004 o cuando la criptomoneda se encontraba entre los 200 dólares por unidad. El internauta @jaleosanchez, por otro lado, se enteró sobre la existencia de Bitcoin cuando el escándalo de Silk Road. Asimismo, el ingeniero @rozgo relató que se enteró en el año 2010 sobre la criptomoneda, accediendo a ella por medio de monedas de Second Life y otros videojuegos. Rozgo intercambiaba estas monedas digitales por bitcoins en mercados como VirWox, llegando así incluso a pagar la nomina de sus empleados con bitcoins en un apuro económico.
2010 o 2011- use 90 bitcoins para pagar salarios cuando la empresa estaba al borde de la muerte.
— rozgo (@rozgo) January 3, 2020
Las historias son muchas y cada una toca a su protagonista de una manera particular, puesto que para algunos bitcoin podrá ser una criptomoneda más o una tecnología que no entiende, pero para otros se trata de un cambio de paradigma que marca un antes y un después en sus vidas. Tal vez por este poder de transformación es que siempre volvemos a la primera vez y rememoramos esa experiencia, como también lo hizo nuestro periodista Rafael Gómez al contarnos cómo compró sus primeros bitcoins. ¿Y tú, como conociste a Bitcoin?
Descargo de responsabilidad: los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.