La especie humana siempre se ha caracterizado por buscar mejorar las condiciones en las que vive en el mundo. Desde que, en el renacimiento, el hombre y su relación con el mundo tomaron el lugar que en el medioevo ostentaba Dios como centro de la reflexión, fue sembrado el germen de lo que sería la idea de progreso propia de la edad moderna, la cual le otorgaría al hombre el papel de creador de su destino y de su lugar en la historia.
Con la idea de progreso, desarrollada por pensadores de la historia como podrían serlo Giambattista Vico en Italia, el enciclopedista D’Alambert durante la ilustración francesa y, más adelante, Hegel en Alemania con su interpretación dialéctica de la historia, se vería en el hombre y en la civilización occidental la posibilidad de perfeccionamiento progresivo de la vida.
Y aunque en la actualidad lo que se entendía por perfeccionamiento del hombre ha cedido su lugar al perfeccionamiento tecnológico, la idea del decurso de la historia como confrontación y tensión entre intereses antagónicos se observa como intrínseca a la naturaleza humana.
Pugnas de intereses respecto a Bitcoin
El nacimiento de bitcoin y de las nuevas tecnologías financieras, ha supuesto una gran irrupción en el statu quo mundial a niveles muy profundos. Estas nuevas tecnologías han suscitado una gran emoción por parte de los tecnófilos, quienes han visto en la moneda digital y en la blockchain, una invención tan disruptiva como lo fue internet en los 90. Sin embargo, y siguiendo la dialéctica hegeliana, toda tesis (bitcoin) tiene su antítesis: los detractores.
Las nuevas tecnologías financieras se basan en gran medida en la descentralización. Ningún gobierno ni entidad financiera posee control sobre estas. Las monedas son creadas por el trabajo de los mineros, quienes se encargan de confirmar las transacciones, haciendo las veces de banco sin necesidad de centralizar la moneda.
Esto es lo que ha hecho que muchos gobernantes y líderes bancarios y financieros tengan una actitud reacia ante la tecnología, pues es un potencial desestabilizador de sus posiciones de poder en el mundo. Esto nos hace recordar aquel adagio del saber político que reza «todo poder es por naturaleza conservador».
La carta abierta de Airbitz
Hace algunos días, la compañía establecida en San Diego, Airbitz, emitía desde su blog una carta abierta para los políticos en el mundo. Esta carta abierta también fue impresa 585 veces para ser enviada de manera física a 50 gobernadores, 100 senadores y 435 congresistas, según establecen en su página de Facebook.
En esta carta se hace una advertencia a las autoridades electas sobre los peligros que se desprenden de tratar de frenar la innovación. Se trata de un llamado a defender Bitcoin y el desarrollo tecnológico, impulsando a la comunidad a contactar a sus representantes para asegurar que el potencial de Bitcoin sea verdaderamente entendido.
La carta comienza con una alusión a las acciones realizadas por el gobierno de Reino Unido en el siglo XIX para frenar el desarrollo de la industria automovilística. Los automóviles, como nueva invención, se observaban como un ataque directo al dominio que ostentaban los ferrocarriles y las carretas en el mercado del transporte. Gracias a las presiones de ambas industrias, se emitió en Reino Unido lo que se conoce como Red Flag Acts o actas de banderas rojas.
Para hacer la historia corta, estas actas funcionaron como una campaña de desprestigio de los automóviles, impidiendo que el negocio de los automóviles se desarrollara libremente; dejando al país retrasado en el mercado con respecto a otros países que sí decidieron abrirse a la tecnología.
Esta analogía la realiza Airbitz con respecto a los últimos intentos de algunos gobiernos de detener el desarrollo de las nuevas tecnologías financieras, pudiéndose mencionar la aprobación reciente de la BitLicense en New York que tuvo como consecuencia el éxodo de varias compañías de ese lugar.
A Paul Puey, Co-fundador y CEO de Arbitz y redactor de la carta, le preocupa el hecho de que New York, siendo una de las puntas de lanza del comercio y la tecnología mundial, esté siguiendo los errores del pasado de Reino Unido y se esté alineando con posiciones tomadas por países como Rusia y Corea del Norte. Siendo la libertad una de las principales banderas del gobierno norteamericano, le preocupa que el país tome actitudes semejantes a países conocidos por abusar de los derechos de sus ciudadanos.
Recientemente se rechazó la BitLicense californiana. No obstante, esta planeaba servir de globo de ensayo para expandir la regulación para el resto de los estados del país. Esto significa que la difusión de las regulaciones en el país tan solo está comenzando.
El desarrollo de Bitcoin es indetenible
Lo que inquieta más a todos los que respaldan el desarrollo tecnológico y de Bitcoin es que estas regulaciones se están produciendo en un momento en el que la tecnología apenas está emergiendo, y en el que todavía son desconocidos los potenciales usos que puede alcanzar.
Hacer regulaciones en Bitcoin en este momento es una decisión tonta e irresponsable. Hacerlo es asumir que se sabe de qué manera se desarrollará la tecnología, cómo será aplicada y cuántas aplicaciones podrá tener. Estos son los primeros días de una poderosa tecnología y es muy pronto para encerrarla en una caja regulatoria.
Paul Puey
Los millones de dólares que han sido invertidos en los últimos dos años en startups bitcoin y los grandes ejecutivos de Visa o Wall Street que han dejado sus cargos para trabajar en empresas bitcoin, son pruebas de las potencialidades que observan los verdaderos conocedores de la industria financiera en esta tecnología.
Para Puey, así como la industria automovilística creció a pesar de las reticencias en Reino Unido, el desarrollo de Bitcoin es inminente e indetenible. Colocar regulaciones solo producirá que los países regulados se queden rezagados en la carrera tecnológica mundial, desaprovechando una enorme oportunidad.
El internet puso a la gente en línea y Bitcoin pone al dinero en línea.
Paul Puey
En CriptoNoticias realizamos un artículo sobre algunos de los países que prohibieron usar Bitcoin. Y aunque algunos de los países que se encuentran en la lista han cambiado a una posición favorable con respecto a la criptomoneda, al observar sus potenciales y actuales beneficios, el futuro demostrará que esa posición suspicaz solo traerá perjuicios en el desarrollo tecnológico de los países reticentes.
Retomando la dialéctica Hegeliana, estos choques de fuerza entre los que apoyan la tecnología y quienes les son contrarios tendrá una síntesis que inevitablemente determinará el rumbo de los países en el futuro. Queda de parte de los gobernantes, y demás agentes de poder, decidir entre avanzar ahora o retrasarse en el avance, pues las nuevas tecnologías financieras llegaron para quedarse.
Carta original:
Airbitz – Open Letter to Politicians