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Hay inconsistencias en las políticas de Trump para bajar la inflación e impulsar la economía.
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La ideología "proteccionista" de Trump está arruinando el sentimiento en las acciones y bitcoin.
El presidente Donald Trump ha estado aplicando impuestos en Estados Unidos a las importaciones de distintos países, lo que desata miedo en los mercados. Esto es algo de lo que no está exento bitcoin (BTC), que ni siquiera ha reaccionado al alza ante la orden ejecutiva que emitió el mandatario ayer para incluir este activo en la reserva nacional.
Las naciones que han sido víctimas de las tarifas de Trump han contraatacado con lo mismo, generando una “guerra de aranceles”. En correlación con bitcoin, las acciones en Wall Street han estado retrocediendo de precio las últimas dos semanas, ante esta situación, tras marcar nuevos precios máximos históricos.
Sin embargo, la estrategia de Trump refleja una incoherencia que plantea dudas y, para los más idealistas, esperanzas: en principio, su relación con Javier Milei, el presidente de Argentina.
Trump ha elogiado en diversas ocasiones las políticas económicas de Milei, conocido por su enfoque liberal. Aplaude sus esfuerzos por reducir el gasto público para bajar la emisión de dinero y la inflación, así como por eliminar regulaciones e impuestos que dificultan el crecimiento económico.
Incluso Trump ha declarado que está dispuesto a considerar un acuerdo de cualquier tipo con Argentina, por ejemplo, de libre comercio sin tarifas para las importaciones del país. Todo esto debido a que, según sus palabras, le encanta lo que está haciendo Milei.
Ahora bien, ¿cómo puede adorar tanto las políticas de Milei si este considera que los impuestos son “un robo a punta de pistola”? Por algo se llaman impuestos; de lo contrario no se pagarían, ha dicho en múltiples declaraciones el presidente argentino.
Desde la perspectiva de Milei, los impuestos no son más que un mecanismo del Estado para enriquecerse, que atenta contra la libertad del ser humano. Además, estas tarifas incrementan los precios de los bienes y servicios, generando inflación y distorsionan los valores de la economía, beneficiando sectores de comercio sobre otros, más razones por las que está en contra.
Con este pensamiento, algo que causa más intriga aún es por qué entonces Milei apoya tanto a Trump. Porque sí, el apoyo es mutuamente recíproco, a pesar de sus estrategias políticas opuestas.
Esperar que Milei condene públicamente a Trump por la guerra de aranceles que está generando sería demasiado. De hecho, ha catalogado esta política como una herramienta geopolítica válida para una potencia como Estados Unidos, que puede permitirse a su parecer hacer algo así.
Está claro igual que Milei, según ha manifestado, no pretende meterse en la política interna de otros países que no afecten su gobierno. Y, teniendo en cuenta que, Argentina no ha sido atacada con la varita de Trump, entonces probablemente no se involucre en contra.
Aunque, cabe mencionar que esta neutralidad sobre el tema de los impuestos resulta contradictoria con su intención de llevar “las ideas de la libertad” al mundo.
No obstante, más extraño aún es que Elon Musk, otro ferviente admirador de Milei, no busque frenar a Trump en la imposición de aranceles a las importaciones. En más de una oportunidad, este empresario, fundador de Tesla, ha criticado que los impuestos dificultan el crecimiento económico y, de hecho, ahora trabaja en el gobierno en pos de terminar con ello.
Musk está a cargo del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por su sigla en inglés), un organismo creado por Trump para eliminar el gasto público considerado “innecesario”. Desde esta posición, el ahora funcionario no para de alardear los incesables recortes que hacen desde este ente que permitirán reducir los impuestos, ante un Estado que no requiera tanta recaudación fiscal.
¿Las tarifas a las importaciones no son acaso impuestos? ¿Por qué Musk, quien siempre fue un crítico de ello, no condena esto? Pues, parece que o lo hace privadamente sin conseguir influenciar a Trump, mientras se mantiene motivado con su trabajo en DOGE, o ha sido absorbido por la ideología “proteccionista” de la industria nacional para ganar poder geopolítico.
“Las cosas que inhiben la libertad de intercambio o distorsionan el mercado no son buenas», dijo Musk hace casi un año sobre los aranceles a las importaciones chinas de vehículos eléctricos a Estados Unidos, promulgados por el entonces presidente Joe Biden.
Hoy, en cambio, el empresario mantiene silencio sobre las tarifas que ya ha puesto Trump a las importaciones de China, México, Canadá y la Unión Europea. Curioso, ¿verdad?
La inflación genera miedo, pero Trump debe tener un as bajo la manga
Si Trump simplemente siguiera las políticas económicas de Milei que tanto elogia y los supuestos ideales perdidos de Musk, los mercados no estarían temblando. Al contrario, más bien, continuarían probablemente contentos sin miedo a mayor inflación.
De hecho, las acciones en Argentina culminaron el año pasado siendo las del país con mayor desempeño del mundo. Esto fue principalmente con base en la reducción de inflación y las esperanzas de crecimiento económico.
En fin, normalmente el primer año de cada mandato presidencial en Estados Unidos suele ser alcista para los mercados de renta variable. Esto incluye tanto a las acciones en el país como a bitcoin.
En este sentido, es de esperar que Trump tenga un as bajo la manga para cambiar la dirección bajista que están dando los mercados ante los aranceles. No querrá empezar su mandato con el pie izquierdo. ¿Será que DOGE es la estrategia?
Según economistas, la inflación parte de un fenómeno monetario generado por una mayor oferta que demanda de la moneda, ante su emisión sostenida. A tono con ello, Trump ha señalado que la enorme impresión de dólares del gobierno anterior es lo que está causando el incremento inflacionario.
«Si imprimir dinero terminaría con la pobreza, imprimir diplomas terminaría con la estupidez», dijo Milei recientemente, frase que compartió Trump en sus redes sociales.
Por ende, el departamento DOGE, recortando el gasto público para disminuir la emisión de dinero, ofrece la posibilidad de contrarrestar la inflación que generen las tarifas a las importaciones. De hecho, este organismo está siguiendo los pasos del gobierno de Milei con su asesoramiento.
Musk incluso tiene fijado en X una foto con la motosierra que le regaló Milei, un símbolo que representa su política de recorte de gasto público en Argentina.
¿Bajará entonces la inflación en Estados Unidos este año? ¿Volverá el sentimiento alcista en Wall Street? ¿Bitcoin alcanzará nuevos precios máximos históricos en 2025? Veremos…
De momento, BTC está cotizando alrededor de USD 90.000, un 18% debajo del máximo histórico de USD 109.300 que marcó hace un mes y medio el día de la asunción presidencial de Trump. En otras palabras, muestra un porcentaje de retroceso normal dentro de una tendencia alcista, lo que mantiene esperanzas de un repunte si la narrativa macroeconómica mejora.
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