Hechos clave:
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Los adultos mayores son más propensos a encontrarse en una situación de vulnerabilidad económica.
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Bitcoin, como método de ahorro, puede brindar a la tercera edad mayor independencia y bonanza.
Un abuelo japonés roba un pan en una tienda mayorista, mientras otro en Venezuela muere de mengua. Ambos casos tiene un mal común: los ingresos diarios de una persona de más de 60 años dependen, mayoritariamente, de las políticas de Estado o de terceros. En medio de la precariedad y el abandono, criptomonedas como Bitcoin ofrecen una alternativa para dejar de depender de los fondos de jubilación tradicionales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que para el año 2050 el 22% de la población mundial tendrá más de 60 años. Aunque el aumento de la expectativa de vida es un logro importante en el último siglo, también ha provocado consecuencias desfavorables.
Las personas de tercera edad son un grupo que, en su mayoría, no se encuentran activos laboralmente y por ello dependen de los fondos de pensión para subsistir. Los países con mayor población longeva, tales como España y Japón, han decidido cambiar sus políticas de pensión. Asimismo, las empresas dedicadas a este sector no perciben la misma rentabilidad que años anteriores y podrían dejar de funcionar.
La vejez ya no es rentable, mucho menos para aquellas personas que la están viviendo. Se trata de una edad sumamente vulnerable, puesto que las condiciones biológicas y sociales que atraviesan las personas de tercera edad los exponen al abandono, la excesiva dependencia y la invisibilidad.
Los mayores riesgos que enfrentan los adultos mayores son económicos, puesto que luego de la jubilación los ingresos diarios disminuyen. Muchas personas trabajan toda una vida para cotizar ante el Estado, pero a la hora de la práctica esto resulta insuficiente.
Ante la falta de poder adquisitivo, a las personas de tercera edad les resulta difícil acceder a una buena alimentación, medicinas, nuevos bienes y servicios. En este sentido, la calidad de vida se reduce considerablemente.
Por ejemplo, en Japón donde las pensiones son reducidas por la alta demanda, muchos adultos mayores optan por la cárcel para tener una vida sin tantos apuros económicos. En Latinoamérica la situación es aún más compleja, con las crisis económicas que atraviesan los países de la región, teniendo en Venezuela a abuelos totalmente abandonados debido a la migración de sus familiares y desprotegidos con unos ingresos por pensión totalmente irrisorios.
Bitcoin es una solución
Si los problemas de la tercera edad tienen su origen en razones económicas, entonces sus soluciones tienen que ser también de naturaleza financiera. Expertos en el sector recomiendan a las personas ahorrar dinero antes del retiro, en vista de que las pensiones por jubilación son insuficientes. La compra de propiedades, inversión en divisas extranjeras y los fondos de ahorros propios, son estrategias muy populares para asegurar una vejez más digna.
Es en este mercado donde se introduce Bitcoin. Anthony Pompliano, inversionista y entusiasta de las criptomonedas, propuso el año pasado a los fondos de pensión el uso de bitcoins. Según Pompliano, las criptomonedas pueden evitar que esta industria perciba más gastos que ganancias por el aumento de la población de jubilados. Esto debido a que tiene un mejor rendimiento que otros activos del mercado, tales como el dólar.
El inversionista señala a Bitcoin como un activo con retorno asimétrico, ya que desde su lanzamiento son más las ganancias que las perdidas percibidas por sus usuarios. Asimismo, apuntó que se trata de un activo no-correlacionado con otros mercados, por lo cual los sucesos de un país o empresa (como devaluaciones monetarias o polémicas) no afectan su precio.
La idea de Pompliano es que los fondos de pensión inviertan en criptomonedas, con el objetivo de multiplicar ganancias y así cubrir la creciente demanda de jubilados.
Morgan Creek Digital, empresa fundada por Pompliano, logró para este 2019 cerrar un acuerdo con dos fondos de pensiones en Estados Unidos. Ambas empresas, originarias del estado de Virginia, aceptaron manejar unos 40 millones de dólares en bitcoins. La alianza sentó un precedente sobre el manejo de pensiones con criptomonedas. Sin embargo, las alternativas siguen siendo muchas.
La tercera edad no tiene que esperar a que un tercero tome las criptomonedas para amortiguar su pérdida adquisitiva. Los abuelos también pueden ahorrar con bitcoins, utilizando sus propios monederos e involucrándose directamente con esta nueva tecnología.
Las criptomonedas no solo ofrecen mayor bonanza, sino también una mayor independencia. Las personas no tienen que depender de un banco, de una empresa o del Estado para que les deposite el fruto de su trabajo, sino que simplemente consultan su saldo en bitcoins y movimientos desde un computador.
El desarrollo de nuevas destrezas y la autosuficiencia, son dos cualidades que ayudan considerablemente a mejorar la calidad de vida de las personas mayores. En esta área en específico Bitcoin también puede ser de mucha ayuda.
Retos a considerar
Si tomamos en cuenta que los millennials son la población más interesada en las criptomonedas, podemos prever que dentro de unos 30 o 40 años los ahorros de vida de muchos estarán en bitcoins. Sin embargo, debemos asegurar una industria que pueda ofrecer también en la actualidad servicios para personas mayores.
Los baby boomers, que es la generación que hoy en día está recién entrando a la tercera edad, no está tan familiarizada con las tecnologías. Incluso, algunos podrían rechazar el uso de las criptomonedas al no comprender su teoría e ideología.
Más allá de las diferencias generacionales y de pensamiento, el objetivo es crear servicios que puedan ser entendidos por todos. Las casas de cambio, monederos o plataformas de pago deben tener como norte el desarrollo de interfaces sencillas y de fácil uso. Este tipo de sistemas no solo multiplica la adopción entre individuos de distintas edades, que no poseen el mismo conocimiento técnico sobre las blockchains, sino que también facilita el uso entre personas de edad.
Otro punto a considerar por las personas de tercera edad, antes de embarcarse en la aventura de Bitcoin, es la volatilidad del mercado de criptoactivos. Por lo general se aconseja no invertir todos los ahorros de una vida en un mismo activo, ya que el precio se puede desplomar por diversos factores.
De igual manera, es necesario tomar en cuenta que con las criptomonedas así como se pueden multiplicar las ganancias, también es probable la pérdida de dinero. En este sentido, se los inversionistas tienen que moverse en este mercado con precaución.
Descargo de responsabilidad: los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias.