Desde que se inició el debate sobre el tamaño de los bloques de la red Bitcoin, muchos usuarios comprendimos por primera vez que el “Bitcoin core” (el protocolo) no es igual a Bitcoin Core, el nombre del cliente que ejecuta tal protocolo y que es llevado por un grupo de desarrolladores.
Al separar lo que es el núcleo del código de la red Bitcoin de un grupo de personas que simplemente presenta propuestas y debe esperar por la aprobación mayoritaria de los usuarios, podemos comprender una vez que, inclusive en algo tan clave como el desarrollo de software, la red de Bitcoin debe estar siempre descentralizada.
Con el crecimiento de la red y el cada vez mayor número de transacciones que se registran, el tamaño de los bloques se ha quedado pequeño a esperas de una solución. Mientras los clientes alternativos de Bitcoin Classic, Bitcoin XT y Bitcoin Unlimited promueven respectivamente aumentar a 2MB, 8MB y un límite arbitrario escogido por los usuarios, el cliente de Bitcoin Core apuesta por mantener el actual límite de 1MB a cambio de añadir una red externa a Bitcoin que aligere el flujo de transacciones.
A pesar de todos los pro y contra de cada propuesta, Bitcoin Core sigue contando con el apoyo de la mayoría de los usuarios de la red, dejando a las opciones de Classic, XT y Unlimited como clientes poco convincentes ante la comunidad de Bitcoin.
Observando el avance del debate del tamaño de los bloques, vemos claramente que el nombre del juego de la escalabilidad de Bitcoin es: Política. Aunque no todos lo saben todavía. Todos los clientes que promueven una salida a la situación actual se desvanecen en sus propuestas, logrando que el grueso de la comunidad de usuarios no sepa qué está pasando en realidad y tan solo siga la corriente de los BIP’s que presenta Bitcoin Core sin entender su funcionamiento siquiera.
En base al contexto actual, presentamos un resumen de los puntos clave por los cuales los desarrolladores y defensores de clientes como Classic, XT y Unlimited siguen fracasando ante las propuestas de Core.
Creen que solo deben publicar código
Es cierto que el código propuesto para mejorar Bitcoin debe estar bien escrito, ejecutado y comentado para que la comunidad de desarrolladores pueda analizarlo y comprobarlo antes de dar su aprobación.
Pero acá hablamos de Bitcoin, una red de pagos que hace años dejó de ser un club de geeks y nerds que jugaban a comprar pizza por un puñado de criptomonedas. Bitcoin hoy es una amplia red global que ya compite con las mejores y que se ha diversificado muchísimo, llegando a ser utilizada por personas que jamás en su vida han programado o tienen conocimientos técnicos a nivel básico.
Dicho esto, los BIP’s no solo deben ser publicados, sino también explicados a un nivel de lenguaje básico y simple que cualquier persona promedio pueda comprender. No basta con presentar las propuestas a la comunidad y esperar que las ejecuten en los nodos, se debe difundir cada propuesta de manera explícita. Al final, quien corre un nodo o tiene un minero no necesariamente posee conocimientos de programación.
No se comunican con el ecosistema Bitcoin
Ya hemos mencionado que el debate actual pasa por el uso de estrategias políticas y sí, gran parte de la política son las relaciones públicas.
Algo que ha hecho muy bien el cliente Bitcoin Core es acercarse a los grupos de minería que poseen gran parte del poder de procesamiento de la red. Si bien estos grupos no ejercen la elección de la mayoría de los usuarios y menos el consenso, Core sabe perfectamente que es un sector del ecosistema Bitcoin realmente importante si lo que quiere es ganar apoyo para ejecutar su propuesta.
Ciertamente, Classic ha logrado el apoyo de actores importantes del ecosistema Bitcoin: casas de cambio como Coinbase o Bitstamp. Sin embargo, ante la mayor influencia que poseen los grupos de minería en la actualidad (producto de una dañina centralización), es necesario que las relaciones públicas se enfoquen en estos grupos para superar el debate.
Las alternativas deben exponerse y venderse a los sectores empresariales que hacen vida en el ecosistema de Bitcoin. Al final del día, el grueso de los usuarios confía más en las empresas que en los desarrolladores.
No explican los puntos negativos del enfoque de Core
Hay una concepción errada en la comunidad de Bitcoin de que los hard-forks son métodos muy arriesgados para modificar el protocolo de la criptomoneda. Nada más lejos de la realidad, tomando en cuenta que criptomonedas como Ethereum ya han realizado varios de éstos sin ningún inconveniente.
No obstante, esta percepción tiene tu origen en la campaña de ofensiva que ha ejecutado el cliente Bitcoin Core en contra de las opciones alternativas; algo que ni Classic, Unlimited o XT han llegado a hacer, o al menos de forma convincente.
La alternativa de Bitcoin Core propone una serie de soft-forks que representan una gigantesca cantidad de código en comparación con las demás propuestas. Además que plantea añadir diversas características bastante polémicas como la implementación de una red externa a Bitcoin que aligeraría el tiempo de las transacciones a cambio de una parte (¿o toda?) de las comisiones por transacciones que ganan los mineros.
¿Por qué la comunidad no está al tanto de las amenazas y riesgos que plantea Bitcoin Core para la red? Gran parte de la respuesta yace en la ausencia de una buena campaña mediática dedicada a resaltar los malos puntos del enfoque de Core. Algo que, sin duda alguna, éstos últimos sí han hecho, y muy bien.
No explican los puntos positivos de su enfoque
Muy ligado con el punto anterior, puesto que al atacar los puntos débiles de un contrincante se deben también defender los puntos fuertes propios.
Classic, Unlimited y XT deben entender que el debate de la escalabilidad no es solamente técnico, sino también político. Y que no basta con presentar una solución que sea atractiva y eficiente, sino también convencer a los usuarios de que es la mejor.
Al querer implementar soluciones a Bitcoin mediante hard-forks, se necesita consenso y eso se logra involucrando a la mayor cantidad posible de usuarios, empresarios, mineros y más. En cambio, una alternativa que se base en soft-forks para avanzar, no necesita que la mayoría la conozca, sino que simplemente confíe en lo que ese grupo de desarrolladores dice que está haciendo y nada más. No se revisa el código previo a la implementación y, si se revisa, no se puede vetar, puesto que los usuarios de la red no tienen voz ni voto en esta clase de actualizaciones.
Al señalar los errores y riesgos en los que incurre otro cliente, se deben presentar inmediatamente los aciertos y herramientas con los que cuenta su propuesta. Los usuarios no solo quieren escuchar las críticas, también quieren la solución y es allí donde es necesario defender lo que se propone.
Las alternativas de los hard-forks ya han demostrado que son mucho más eficientes, rápidas y sostenibles a largo plazo. Pero estas características se han quedado escondidas entre las críticas y ataques de parte de los defensores de Bitcoin Core hacia ellos. Nunca han sido presentadas ni defendidas con vehemencia y argumentos sólidos.
No involucran a otros desarrolladores
Aun cuando esta no es una práctica empleada ampliamente por ningún cliente, todas las alternativas bien podrían beneficiarse al abrirse aún más a nuevos desarrolladores que deseen contribuir al cliente.
Es cierto que el código fuente es abierto y que cualquiera puede hacer una modificación o agregar nuevas características y presentarlas posteriormente para su aprobación. Pero en este caso hablo de una campaña más abierta que demuestre la naturaleza inclusiva de las alternativas de Classic, Unlimited y XT.
Que los desarrolladores se motiven a participar abiertamente en el mejoramiento de los clientes alternativos y, en el peor de los casos, que se identifiquen como parte de una de estas opciones y sean defensores de las mismas.
Usan canales de comunicación que ellos consideran populares
Un error grave es pretender que los usuarios comunes vayan al mundo de los desarrolladores y no que éstos últimos lleguen al mundo de la persona común.
Los desarrolladores que están al frente de los clientes alternos a Core han canalizado sus comunicaciones a través de herramientas como Slack y la lista de correos de los desarrolladores de Bitcoin. No es una sorpresa que éstos sean canales poco o nada populares entre los usuarios de Bitcoin.
Y nuevamente resaltamos: la difusión no debe ser solo hacia los desarrolladores, sino hacia los usuarios comunes. Hay que salir de reddit, BitcoinTalk y GitHub para llegar al grueso de los usuarios de Bitcoin.
Utilizar redes sociales como Twitter, Facebook y -¿por qué no?– Periscope, son formas de estar más cerca de los usuarios, de difundir mucho más fácil los puntos fuertes de su propuesta, de exponer los riesgos y amenazas que actualmente enfrenta la red y de ganar finalmente lo que ningún cliente de Bitcoin ha conseguido hasta ahora: consenso real.