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La compañía busca vender energía adicional a grandes consumidores como los mineros.
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La empresa planea llenar unas cinco sedes con equipos mineros en los próximos años.
A finales de diciembre de 2019, la Corporación de Energía Atómica del Estado de Rosatom abrió una granja de minería cerca de la planta de energía nuclear Kalinin, en Udomlya, a 322 kilómetros al noreste de Moscú. La compañía gastó más de USD 4,8 millones en la construcción de las instalaciones de 30 megavatios, según Sergei Nemchenkov, director del centros de información y productos digitales en Rosenergoatom, una subsidiaria de Rosatom.
Rosenergoatom no planea minar, dijo Nemchenkov, sino que aprovechará la oportunidad de vender energía adicional a usuarios de gran peso y les alquilará espacios para sus equipos, de manera similar a lo que hacen con un centro de información que la compañía construyó cerca de la planta.
«Tanto los centros de información como los mineros son grandes consumidores de energía con una demanda estable», agregó Nemchenkov. «Para nosotros es una manera de diversificar».
Rosatom es la primera gran entidad relacionada con el gobierno en dar apoyo a los mineros en Rusia, la onceava mayor economía mundial, de acuerdo con el FMI y el Banco Mundial. Dado que sus planes incluyen eventualmente liberar en varios lugares unos 240 megavatios de su energía, o más, a fin de ofrecerlos a la industria, la compañía podría convertirse en un miembro remarcable en el mercado mundial de minería.
Para colocar en perspectiva estos números, las nuevas instalaciones del gigante de minería chino, Bitmain, que se construyen en Rockdale, Texas, EE. UU., podrían comenzar con una capacidad de entre 25 y 50 megavatios, para luego expandirse a 300 megavatios. Otras instalaciones que están en construcción en el mismo pueblo comenzarán con 300 megavatios y posteriormente serán incrementados a 1 gigavatio. Ambos proyectos reclaman el título de «el mayor del mundo».
La planta Kalinin, construida en 1974 , es otro ejemplo de que los mineros en Rusia se anidan cerca de antiguos lugares industriales como las fábricas abandonadas en Siberia, que están atrayendo a mineros de todas partes del mundo. En Udomlya, se espera que un campo rectangular de alrededor de 215.000 pies cuadrados tenga una capacidad máxima para 30 contenedores, cada uno con una capacidad para casi 400 computadoras individuales de minería.
La electricidad tendrá un costo entre 4 o 5 centavos por kilovatio/hora para los mineros. No es el precio más económico que se puede encontrar en el mercado mundial, ya que en algunas regiones de China y Kazajistán se encuentran promedios por debajo de los 4 centavos. Sin embargo, Rosenergoatom quiere comercializar el proyecto como una manera legítima y respetable de minar criptomonedas, justo en la propiedad de los productores de energía. «Es totalmente un trato limpio», expresó Nemchenkov.
Para hallar clientes, Rosenergoatom se asoció con ECOS-M, una compañía que ofrece servicios a empresas de tecnología basadas en blockchain e inteligencia artificial, que sirve como intermediaria entre la planta de energía nuclear y los mineros. Fundada en Armenia, ECOS-M comenzó construyendo un centro de minería cercano a la central termoeléctrica Hrazdan.
Hasta el momento ECOS-M ha establecido dos contenedores en Hrazdan, pero espera expandirse en la medida en que la capacidad potencial de la sede aumente a 200 megavatios, asegura el socio director de ECOS-M, Ilya Goldberg. No obstante, la asociación con Rosenergoatom, que califica como «muy cómoda» para ECOS-M, es más prometedora.
«Si ECOS-M logra llenar rápidamente el campo en Udomlya, Rosenergoatom abrirá otras sedes para la minería», señaló Nemchenkov, añadiendo que es la compañía con la que planean llegar muy lejos.
De acuerdo con el memorando de entendimiento firmado en febrero pasado por ECOS-M y Rosenergoatom, además de Udomlya, otras cuatro sedes de Rosatom podrían ser llenadas con mineros en los próximos años. Dos de estas en Siberia, una en la región norteña de Murmansk y una en el exclave de Kaliningrado en el oeste.
Una de las sedes, ubicada en el pueblo de Siberia, Seversk, es un proyecto ambicioso. Con una capacidad potencial de 200 megavatios, se espera que tenga capacidad para 84 contenedores de 1 megavatio cada uno, al inicio. Esto luego de que la construcción sea finalizada tentativamente para finales del 2021.
Según el acuerdo, alrededor de otros 130 megavatios de energía disponible esperan por mineros cerca de las plantas de energía nuclear de Kolskaya y el Báltico, y la Planta Química de Electrólisis de Angarsk.
Planes de respaldo
Para Rosenergoatom, construir sedes de minería para la renta forma parte de los planes de la compañía de convertirse en un mayor centro proveedor de información. La situación política es propicia para el negocio, ya que a inicios de diciembre Rusia emitió una ley prohibiendo el almacenamiento de la información personal de ciudadanos rusos en el exterior.
Esto quiere decir que cualquier compañía que maneje información personal de ciudadanos rusos tendrá que almacenarla en servidores dentro de Rusia, o tendrá que pagar hasta USD 290.000 en multas y quedar bloqueado en el país. Otra ley, emitida en 2016, requiere que todas las compañías de telecomunicaciones almacenen la información de comunicación de sus clientes hasta por tres años, estimulando así aún más la demanda de almacenamiento.
El centro de información en Udomlya posee un generador de reserva de diesel, el cual el año pasado aseguró servicio ininterrumpido para sus clientes durante un breve corte eléctrico que se presentó en la estación de energía Kalinin, por el cortocircuito en un transformador fuera de la planta, explicó Nemchenkov. A pesar de que el campo de la minería no posee generadores de este tipo, una interrupción en condiciones extremas solo duraría uno o dos minutos, según acotó.
Rosenergoatom parece serio sobre el trabajo con los mineros. De acuerdo con Nemchenkov, existirá la opción de contratar al personal de la planta nuclear para que se ocupe de cuidar de los contenedores de minería, además de aprovechar su experiencia en ingeniería y seguridad industrial. También podrían proveer los contenedores de metal en el futuro.
Nemchenkov indica además que la infraestructura que la compañía construye podría servir para varios casos de uso. Si algún día Rusia prohibiera las criptomonedas, o la minería en particular, la sede podría ser mejorada y transformada en un centro de información normal. «Por el momento podemos hospedar mineros. Si la historia de la minería se acaba, podemos hospedar algo más» .
Versión traducida del artículo de Anna Baydakova, publicado en CoinDesk.