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En 2021, los mineros gozaban de un mercado alcista histórico para bitcoin.
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Dos años más tarde, el mercado y la competencia en la minería cambiaron el escenario.
Las «épocas doradas» para los mineros de Bitcoin parecen haber quedado muy atrás. Si bien la industria vive un buen momento y la red alcanzó niveles de hashrate y seguridad inéditos, la rentabilidad en octubre de 2023 es 83% menos que la del mismo mes de 2021.
Las estadísticas de diversas plataformas de medición dedicadas a mineros, como Hashrate Index y Braiins, dan fe de este descenso en las métricas. El hashprice, valor que indica las ganancias diarias de un minero según su aporte en hashrate a la red de Bitcoin, se encuentra en USD 0,072 por terahash por día (TH/día) en promedio, según las dos fuentes consultadas al momento de publicación de este artículo.
Hace dos años, este parámetro de rentabilidad promediaba niveles 5 veces más de altos. Para el 24 de octubre de 2021, cada minero ganaba 0,39 por terahash por día (TH/día).
El principal motivo que explica esta disminución es el precio de bitcoin (BTC). En aquel entonces, bitcoin se encontraba a su precio máximo histórico, el cual alcanzaría el 10 de noviembre. El 24 de octubre, cotizaba en los mercados a USD 62.000, aproximadamente.
La diferencia con respecto al valor de mercado actual de bitcoin es de 45%. En las últimas horas, las novedades positivas con respecto a la posible aprobación del primer ETF (fondo cotizado en bolsa) de bitcoin en Estados Unidos empujaron el precio del criptoactivo por encima de los USD 34.000.
Una «liga» cada vez más competitiva
Además del precio, hay otros dos factores que hacen que la rentabilidad para mineros de Bitcoin disminuya. Se trata del hashrate y la dificultad de la minería en la red.
Como se reportó en CriptoNoticias, Bitcoin ha triplicado su hashrate en los últimos dos años. Esto quiere decir que la capacidad de procesamiento total de la red aumentó gracias a que más y mejores equipos mineros se conectaron para resolver la prueba de trabajo (Proof of Work o PoW) necesaria para minar cada bloque. El hashrate pasó de 166 EH/s (hexahashes por segundo) a 490 EH/s.
Una de las consecuencias de ese aumento es que la red se vuelve más segura. La otra es el aumento de la dificultad para minar cada bloque. Esta es una regla del protocolo para mantener el tiempo de minado en aproximadamente 10 minutos por bloque, adaptándose a las fluctuaciones momentáneas del hashrate.
Al cierre de esta nota, la dificultad de la minería de Bitcoin se ubica en 61 T (trillions o billones). Dos años atrás, este índice se ubicaba en 20 T, es decir, un 33% (o un tercio) del actual. Esto se traduce en que los equipos mineros con menor capacidad computacional quedan prácticamente fuera de competencia al lado de sus pares más modernos.
Pese a todo, la industria florece
Ambas métricas, hashrate y dificultad, repercuten en que los mineros necesitan de más y mejores equipos para competir con sus pares y obtener recompensas por minar Bitcoin. A su vez, esos equipos más potentes consumen más energía —lo que aumenta los costos— y los bitcoins que ganan se venden a menor precio que en 2021.
Si bien este escenario puede parecer desfavorable, la minería de Bitcoin ha crecido a paso sostenido en este tiempo, sobre todo a nivel industrial. En este periódico se reportaron grandes inversiones de empresas multinacionales, como Bitfarms, Hive Digital, Sazmining y Tether, entre otras, en diversos puntos del mundo, donde la minería de Bitcoin sigue siendo una actividad más que rentable.