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Varios factores, además de electricidad barata, favorecen la actividad en esa zona.
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La granja, ubicada en República de Carelia, emplea a más de 100 personas.
La República de Carelia es una región que pertenece a Rusia y está ubicada en el noroeste de Europa, cerca de Finlandia y del Ártico. En esa zona, de 720.000 kilómetros cuadrados y más de 629.000 habitantes, abundan los ríos y lagos. Desde hace unos años, también es la sede de una ex fábrica de aluminio que se convirtió en la granja de Bitcoin «más larga del mundo».
Cada día, más de 200 personas trabajan en la megagranja minera, propiedad de la compañía Minto y con una capacidad total de 210 MW, de los cuales se usan actualmente 120 MW (para poner en contexto, las instalaciones de Bitfarms en Argentina pretenden llegar a 50 MW recién en 2023). El complejo posee, en total, 86.000 metros cuadrados.
Su director de ventas, Nikita Shatokhin, estuvo en la conferencia World Digital Mining Summit organizada por Bitmain en Cancún, México. Allí, contó la historia de «la transformación» a CriptoNoticias.
Esta megaganja de Bitcoin es una analogía de la modernización de la industria. Lo que antes era una fábrica de aluminio que tuvo que mudarse sirvió de escenario casi perfecto para instalar una enorme granja para minar Bitcoin y proveer otros servicios, como minería en la nube y hosting web.
«La fábrica se mudó y la infraestructura quedó ahí. Así, fue el mejor lugar para minar Bitcoin por varias ventajas, como buena refrigeración y electricidad a bajo costo y verde, que proviene de energía nuclear y plantas hidroeléctricas», comenta Shatokhin a enviados especiales de este medio en México.
Actualmente, trabajan en el lugar 50.000 ASIC de minería de Bitcoin. Sin embargo, «no nos detenemos ahí, tenemos más mineros llegando en barcos a nuestra granja», dice Shatokhin. «Queremos crecer porque tenemos precios de electricidad muy estables por un tiempo largo», añade.
Energía barata, el as para minar Bitcoin en Carelia
La electricidad, que en esa región de Rusia abunda gracias a las plantas hidroeléctricas y nucleares, es un punto a favor para la minería de Bitcoin. Otro es también el clima. «No tenemos que gastar mucho dinero en refrigeración», cuenta. «Basta con solo abrir la puerta», agrega, entre risas.
La de República de Carelia es la tercera granja de Bitcoin de Minto en Rusia. En sus seis años en esta actividad, cada granja se fue construyendo más grande que su antecesora, «como una matrioshka», dice, en referencia a la tradicional muñeca rusa en la que cada pieza contiene una réplica más pequeña en su interior.
América Latina, regulaciones y bear market para la minería de Bitcoin
Así como en el noroeste de Rusia, en América Latina los precios de la electricidad también son bajos en comparación con Europa o Estados Unidos. Por eso, cuenta Shatokhin, Minto proyecta armar también una granja para minar en esta región del planeta.
Desde su punto de vista, cualquier país se puede beneficiar de proyectos de este estilo si se cumplen las condiciones necesarias para que sea rentable. «Si un país tiene energía que no necesita, podemos usarla para brindar puestos de trabajo, compramos electricidad y pagamos impuestos. No solo para Rusia, somos buenos para todos los gobiernos del mundo», afirma.
Por eso, asegura que no teme a posibles reveses regulatorios hacia la actividad. «Los gobiernos tienen que pensar en su gente», considera, en alusión a los beneficios mencionados anteriormente.