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Core v30 amplía datos OP_RETURN hasta 100.000 bytes.
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Otros referentes del ecosistema, como Adam Back, sí correrán la próxima versión de Core.
Jimmy Song, autor de cinco libros y autoconsiderado un «experto» en Bitcoin, adelantó que no adoptará la versión 30 del cliente Bitcoin Core.
El lanzamiento de esa actualización de Core está previsto para octubre y ha generado debate por su cambio más visible: la ampliación del límite de datos en las transacciones OP_RETURN hasta 100.000 bytes, lo que habilita registrar en los bloques información no monetaria que muchos califican como «spam».
En una publicación en X del 16 de septiembre, Song explicó las razones por las que no migrará a la nueva versión.
La primera de ellas está vinculada a la «obsolescencia de la opción data carriersize», un parámetro que hasta ahora permitía limitar la cantidad de datos no monetarios en las transacciones.
Song añadió:
“El argumento a favor de la obsolescencia se basa en la idea de que este filtro en particular no tiene efecto. Aunque está formulado en términos técnicos, el argumento es en última instancia una afirmación económica: que los efectos no visibles no existen”.
Jimmy Song, escritor y especialista en Bitcoin.
En ese sentido, como lo explicó CriptoNoticias, al anunciar Core v30, el equipo de colaboradores del software destacó que la libertad de los usuarios para decidir cómo interactuar con Bitcoin sigue siendo esencial “contra la coerción”, subrayando que esa autonomía resguarda a la red.
La segunda razón de Song apunta a que, con v30, la opción data carriersize pasa a fijarse por defecto en 100.000 bytes.
Song cuestiona que esta decisión se tomó por motivos administrativos y no técnicos y según explicó:
“La decisión se basa en razones políticas, como evitar múltiples solicitudes de cambio por cada ajuste de tamaño. Creo que esto abre las compuertas demasiado pronto y parte, otra vez, de un reclamo económico infundado”.
Jimmy Song, escritor y especialista en Bitcoin.
El tercer punto de su rechazo está relacionado con la reducción de la tarifa mínima por transacción, que pasa de 1 satoshi por vByte a 0,1 satoshis por vByte. Esta nueva práctica, efectuada por los pools de minería, viene creciendo en los últimos meses.
Song argumentó que ese filtro había evitado que algunos pools de minería, como Mara Pool, incluyeran transacciones consideradas como spam, ya que corrían riesgo de quedar huérfanas (no incluidas en los bloques). “Creo que es algo innecesario tanto para mineros como para usuarios”, afirmó.
Finalmente, Song subrayó que no adoptará Core v30 porque, en su opinión, la nueva política de retransmisión de transacciones delega demasiado en los grandes pools de minería, lo que refuerza su centralización.
Una visión distinta: Adam Back
La postura de Song contrasta con la de otros referentes bitcoiners.
Como lo notificó CriptoNoticias, Adam Back, fundador de Blockstream, señaló que «probablemente» correrá Core v30 y que podría usar un parche de «preferential peering» (emparejamiento preferencial) si estuviera disponible.
El término «preferential peering» es una técnica que permite a los nodos conectarse de manera prioritaria con otros que aplican políticas similares de aceptación de transacciones, por ejemplo, limitando datos extensos en OP_RETURN.
Esta práctica brinda mayor control a los operadores de nodos, pero también puede fragmentar la red si se forman grupos aislados de acuerdo con sus políticas.
Para Back, el riesgo de centralización minera es más relevante que la proliferación de transacciones con datos no monetarios en Bitcoin.
Según su visión, intentar bloquear ese tipo de registros en los bloques no detendrá realmente su inclusión, mientras que imponer filtros estrictos sí podría concentrar el poder de validación en menos actores.