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Virunga es el primer parque natural del mundo que mina Bitcoin.
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3 hidroeléctricas surten de energía limpia a las granjas mineras del parque.
El Parque Nacional Virunga, conocido por ser el hogar de 1.000 gorilas de montaña y del 50% de todas las especies terrestres del continente africano, ha encontrado una inusual fuente de ingresos y energía que ha cambiado drásticamente la vida de las comunidades aledañas: la minería de Bitcoin.
Este parque, ubicado en la República Democrática del Congo, ha implementado una estrategia para la conservación y el desarrollo económico, reconocida recientemente por el Foro Mundial Económico (WEF, en inglés) en un video publicado recientemente.
Desde 2020, Virunga se ha convertido en el primer parque natural del mundo en incursionar en la minería de Bitcoin. Este enfoque ha demostrado ser beneficioso tanto para la vida silvestre como para la economía local.
Virunga ha implementado 3 generadores hidroeléctricos operados por jóvenes técnicos de las aldeas cercanas. Estos generadores proporcionan energía limpia a las operaciones mineras de Bitcoin en el parque, marcando un hito en la exploración de sinergias entre la moneda digital y la conservación de la naturaleza.
El proyecto busca expandir las fuentes de energía limpia, disminuir el costo de esta energía y, como resultado: «reducir el incentivo para el tráfico ilegal de carbón vegetal, una actividad que ha alimentado la violencia liderada por milicias en la región», indica Foro Mundial Económico.
El excedente de energía se canaliza hacia la producción de cacao y las comunidades cercanas, mientras que los ingresos generados por la minería de Bitcoin se utilizan para pagar salarios y mantener la infraestructura del parque.
Bitcoin mantiene un patrimonio de la humanidad vivo
El director del Parque Nacional Virunga informó que, en enero de 2024, la minería de Bitcoin generó alrededor de 150.000 dólares mensuales, aproximadamente equivalente a los ingresos por turismo que recibe el parque.
La idea de minar Bitcoin utilizando la energía suministrada por las plantas hidroeléctricas surgió tras enfrentar el parque una grave crisis financiera que se complicó cuando la milicia rebelde M23, ganó terreno en su lucha contra las fuerzas gubernamentales, poniendo al parque en el centro de una guerra. Más tarde, la crisis se profundizó con la llegada del COVID y el ébola obligando al cierre de las fronteras y el gobierno congoleño dejó de proporcionar presupuesto operativo al parque, dejándolo en gran medida a su suerte.
A pesar de los notables logros, la iniciativa ha generado críticas debido a la presencia de la minería de Bitcoin en un área protegida, señala la WEF. Algunos argumentan que esta actividad es incompatible con los principios de conservación.
Sin embargo, otros ven la minería de Bitcoin como una herramienta efectiva para financiar la conservación en una zona de conflicto que no puede aprovechar el potencial del ecoturismo.
No es primera vez que el WEF se pronuncia favorablemente acerca de la minería de Bitcoin. El año pasado valoró la actividad de la empresa estadounidense Crusoe, que utiliza emisiones de gas metano para producir energía y así alimentar una granja de minería de Bitcoin. Una acción que ayuda a evitar la contaminación del ambiente, tal como reportó CriptoNoticias.
Minería de Bitcoin se despliega en África
África ha sido el escenario para emplear la minería de Bitcoin en favor de comunidades que no tienen acceso a la energía eléctrica. La startup Gridless está poniendo en práctica un proyecto con Bitcoin para financiar su iniciativa llamada «Sin Red».
Con esta iniciativa se mina Bitcoin en pequeños contenedores que colocan en las montañas de Malawi, una zona rural al sureste de África, cuya población vive de la agricultura.
Para ello, están utilizando la energía hidroeléctrica desperdiciada de algunas zonas, y así generar monedas de bitcoin (BTC) con lo que obtendrán ganancias para crear nuevas redes de energía.