El mercado de las criptomonedas está atravesando una semana de intenso color rojo a juzgar por las pérdidas que muestran tanto aquellas de mayor volumen de capitalización como los activos de menor peso relativo.
La caída generalizada entre los activos virtuales se prolonga ya por más de 24 horas en una tendencia que se ha adjudicado a través de titulares a una posible toma de ganancias entre inversionistas. Los análisis que se basan en este enfoque destacan cómo las principales criptomonedas multiplicaron su valor en el primer semestre de este año, lo que habría conducido a ventas masivas en la actualidad.
Hacia el mediodía, el retroceso más fuerte lo sigue marcando Ethereum con una contracción superior a 12% hasta 235,39 dólares por unidad, perdiendo el piso de los $240. Mientras tanto, Bitcoin retrocede 5,24% hasta colocarse en un nivel de $2.352,67 por debajo del techo simbólico de 2.400 dólares.
En este contexto, sin embargo, la principal moneda digital ha logrado recuperar parte del terreno perdido en cuanto a su dominación del mercado. Al momento de la redacción, se observa que BTC representa 43,2% del mercado frente al resto de monedas electrónicas. La capitalización total de los criptoactivos sigue marcando su descenso hasta ubicarse en 89,67 millardos de dólares en total.
La baja en la capitalización total del mercado, no obstante, no es la más grave que se ha presentado en meses recientes. El pasado 27 de mayo, luego del rally que venía acumulando en las semanas anteriores, el valor total de las criptomonedas se desplomó casi 30 millardos de dólares en una semana al ubicarse por debajo de los 60.000 millones de dólares desde niveles cercanos a los $90 millardos, un escenario que no se parece al que atraviesa actualmente.
Como de costumbre, cabe recordar que las bajas de precios pueden ser interpretadas por actores interesados en adquirir posiciones en criptoactivos como oportunidades de entradas, y que las informaciones sobre adopción creciente, investigación y legislación por parte de gobiernos y entidades globales favorecen la recuperación de los precios.
Aún así, en el lado de la incertidumbre, prosiguen las dudas sobre la escalabilidad general de las blockchains, la solución definitiva para descongestionar las redes, y los temores en previsión por los efectos que la eventual bifurcación de Bitcoin puede traer consigo a partir del próximo mes de agosto.