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La narrativa de "oro digital" favorece que inversores hagan hodl con sus bitcoin (BTC).
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Parece haber poco interés en vender o transferir bitcoin, lo cual favorece al precio.
El pulso de la red de Bitcoin, antes vibrante con transacciones, se ha reducido a un susurro inquietante. La actividad de la red, que mide la cantidad y frecuencia de transacciones, ha caído drásticamente.
Esto implica que menos bitcoin se mueven entre wallets, ya sea para pagos, intercambios o transferencias. El Índice de Actividad de Red se desplomó a 3.470 puntos, un nivel no visto en los últimos 18 meses.
Los analistas del proveedor de datos on-chain, CryptoQuant, con los ojos puestos en los datos, advierten: «Este tipo de silencio a menudo precede a la tormenta».
Sin embargo, la calma no se limita a la red. La demanda de inversores minoristas, rastreada por transacciones en cadena de 0 a 10.000 dólares, cayó más de un 5% durante los últimos 30 días, un indicador claro del desinterés de los pequeños jugadores.
En los exchanges centralizados (CEX) el volumen de operaciones al contado retrocedió a niveles de octubre de 2020, el más bajo en cuatro años y medio.
Incluso con la demanda sostenida de los ETF de bitcoin al contado, la actividad orgánica en la red y los CEX permanece apagada. «Es otra señal de débil interés en bitcoin», señalan desde CryptoQuant.
Inversores en pausa
Sin embargo, tras la quietud, se gesta un movimiento sutil pero poderoso. Un total de 847.000 BTC han pasado de tenedores a corto plazo a tenedores a largo plazo, que son aquellos que tienen monedas inmóviles por más de 155 días.
Este cambio, visto por última vez en septiembre y octubre de 2024, consagra la narrativa del «oro digital». Los poseedores practican el HODL, aferrándose a sus bitcoin como un activo irrenunciable.
Esta escasa disposición a vender, evidenciada por la escasa actividad en la red, es una señal alcista: sin presión vendedora, el precio tiende a fortalecerse. Los datos de CryptoQuant lo confirman, la inactividad no es debilidad, sino una acumulación estratégica que anticipa un repunte.
Un horizonte alcista
Un contexto macroeconómico favorable impulsa aún más el escenario. Los datos de inflación de mayo en Estados Unidos, con un IPC que subió solo un 0,1% mensual frente al 0,2% esperado, avivan las expectativas de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal en 2025, como lo reportó CriptoNoticias.
Este alivio inflacionario encendió a bitcoin, que cotiza cerca de los 110.000 dólares, encaminado un nuevo máximo histórico (ATH) que parece inminente.
El analista Willy Woo, con su olfato para los mercados, predice un salto rápido hacia los 118.000 dólares. «La fortaleza del mercado de activos digitales se mantiene sólida», asegura.
En este pueblo fantasma digital, donde las transacciones escasean y los inversores retienen sus monedas, la calma podría ser engañosa.
La ausencia de presión vendedora, combinada con una demanda institucional creciente a través de los ETF de bitcoin y empresas que abrazan bitcoin, dibuja un camino claro. Como un río que se contiene antes de desbordarse, bitcoin parece prepararse para un movimiento explosivo. Los analistas de CryptoQuant dicen: “este silencio podría ser el preludio de una tormenta alcista”.