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Ante la sensación de crisis, inversores se vuelcan a activos de refugio.
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Bitcoin (BTC) tiene potencial para incrementar su relevancia en este contexto.
El precio del oro, que llegó a estar arriba de 4.300 dólares por onza, alcanzó una barrera técnica que no se veía en décadas.
Este escenario —que habilita una potencial corrección para el metal precioso— podría abrir una ventana de oportunidad para que bitcoin (BTC) capte parte del capital que busca refugio ante la incertidumbre económica global.
Es que el oro ha tocado una línea de tendencia que ha funcionado como resistencia durante los últimos 40 años, iniciada en 1985.
Como se observa en gráficos de alta temporalidad, cada vez que el precio se ha acercado a esta zona, ha experimentado retrocesos importantes.
La acelerada subida reciente aumenta la probabilidad de que la historia se repita, lo que llevaría a una toma de ganancias por parte de los inversores.
Históricamente, ante la sensación de crisis, los inversores se vuelcan a activos de refugio como el oro para preservar su capital.
Esto se ve incluso en las versiones tokenizadas del oro. Tomas Field, PR Manager del exchange argentino Lemon, comentó a CriptoNoticias que en la segunda semana de octubre tuvieron récord histórico de volumen operado de Pax Gold (PAXG) en esa plataforma. «Un 78% del volumen [de comercio] correspondió a la compra», detalló Field.
Se estaría abriendo el telón para bitcoin
Sin embargo, si el metal dorado enfrenta un techo en su cotización y entra en situación de sobrecompra, ese capital podría buscar nuevos destinos.
En este contexto, bitcoin tiene el potencial de incrementar su relevancia. Aunque BTC no ha replicado el comportamiento del oro con la misma magnitud durante este último ciclo, una corrección en el metal podría favorecerlo.
Es que un retroceso en el precio del oro podría impulsar a los inversores a diversificar sus carteras hacia activos con narrativas de reserva de valor similares.
Si esto ocurre, bitcoin experimentaría un renovado interés y consolidaría su posición como una alternativa digital al oro, especialmente en un entorno macroeconómico que sigue presentando desafíos.