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Bitcoin cayó con fuerza por debajo de 100.000 dólares a precios que no se veían desde mayo.
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El oro perdió toda la ganancia acumulada desde el 9 de septiembre y está sobre los USD 4.000.
La caída abrupta del oro y de bitcoin (BTC) puso en evidencia la fragilidad de un mercado que, pese a semanas de señales divergentes, vuelve a reaccionar de forma sincronizada ante la incertidumbre global.
El retroceso de ambos activos sugiere que los inversores están revaluando sus estrategias en un entorno marcado por tensiones geopolíticas, presiones fiscales crecientes y un sentimiento que ha pasado rápidamente del optimismo al miedo extremo.
En el caso del oro, el gráfico a continuación refleja un retroceso marcado desde los picos alcanzados el 13 de septiembre. El precio del metal precioso descendió hacia la zona de USD 4.000, perdiendo todo el impulso acumulado desde el día 9.
La caída reciente del oro contrasta con la tendencia ascendente que se mantuvo durante las últimas semanas, favorecida por la creciente preocupación sobre la salud fiscal de varias grandes economías, como la de Japón, Estados Unidos, Francia e Italia. Esto de acuerdo con Robin Brooks, investigador principal del programa de Economía Global y Desarrollo de la Brookings Institution.
A su vez, el retroceso frena el impulso obtenido por el oro a partir de la reapertura del Gobierno Federal de EE. UU., que se mantuvo cerrado por 43 días- Esto fue hasta que el presidente Donald Trump firmó una ley para reabrir las funciones gubernamentales el pasado miércoles 12 de noviembre.
El economista venezolano Daniel Arráez, especializado en bitcoin y activos digitales, explicó a CriptoNoticias que el empuje del oro en los últimos días se intensificó tras la reapertura del gobierno estadounidense. Eso coincidió con una «reescalada en las operaciones bélicas».
Efectivamente, luego de que se reabriera el Gobierno Federal, las tensiones bélicas retomaron su rumbo. Por ejemplo, en Ucrania se reportaron ataques con misiles desde Rusia. En paralelo, Estados Unidos aumentó su presencia militar en el Caribe.
En ese sentido, Arráez recordó que el oro ha sido el «activo de resguardo ante estos escenarios», pues la preferencia de los inversores se mueve hacia activos menos «riesgosos» y estables.
Sin embargo, la fuerte corrección reciente podría responder a un «overshooting«, es decir, un movimiento en el que el precio supera el objetivo de valoración y posteriormente corrige al no cumplirse las expectativas iniciales del mercado, explicó Arráez.
Una caída más pronunciada
Bitcoin, por su parte, experimentó una caída aún más pronunciada. El gráfico muestra un desplome acelerado hasta niveles cercanos a USD 100.000, borrando el avance que mantenía desde la primera semana de septiembre.
Según Greg Magadini, director de derivados en Amberdata, la presión vendedora se vio acentuada porque «gran parte de las noticias alcistas ya se habían reflejado en el precio». Esto, dejando a la moneda digital expuesta a catalizadores bajistas.
Magadini explicó que los operadores estaban excesivamente posicionados en largos, lo que habría exacerbado la liquidación cuando la demanda se debilitó.
Arráez coincide en que hay factores adicionales que intensificaron la corrección de bitcoin. Entre ellos, menciona la situación de Strategy, cuyas acciones se desplomaron por debajo de sus tenencias de BTC, generando preocupación sobre ventas forzadas de bitcoin para equilibrar su balance.
«Las expectativas en torno a este suceso podrían causar un efecto de bola de nieve en aquellas empresas que copiaron su modelo de tesorería», sostuvo. A esto se suman las repercusiones del cierre del fondo de Michael Burry y su advertencia sobre una posible burbuja en tecnología e inteligencia artificial, lo que estaría llevando a inversionistas de corto y mediano plazo a reducir exposición en activos vinculados al sector, incluyendo bitcoin.
Pese a la magnitud de la caída, Arráez considera que este movimiento puede ser temporal. «Los mercados se encuentran en miedo extremo e históricamente hemos visto rebotes en zonas similares», dijo. «Hace diez años, una corrección del 10% diario en bitcoin era un día normal de trading», recordó.
Mientras los metales preciosos siguen mostrando fuerza en términos generales, el mercado de bitcoin enfrenta un reacomodo de posiciones que podría continuar en el corto plazo.
La evolución de ambos activos dependerá en buena medida de los próximos datos macroeconómicos y de la estabilidad geopolítica. Por ahora, el mercado navega entre la cautela y la volatilidad, con señales mixtas sobre la dirección predominante para las próximas semanas.