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Con la migración de fondos, UniSwap perdió USD 1.000 millones.
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En términos de liquidez, SushiSwap se convirtió en el exchange descentralizado más grande.
La batalla entre los exchanges descentralizados parece tener un ganador, al menos por ahora. La migración de fondos desde UniSwap hacia SushiSwap producida el 9 de septiembre, le hizo perder al primero USD 1.000 millones, lo que equivale a una reducción del 76% de su liquidez. Con este movimiento, y a poco tiempo de ser creado, SushiSwap se convierte en el exchange descentralizado más grande del mundo, en términos de liquidez.
SushiSwap tiene, al momento de redacción de este artículo, una liquidez de USD 1.200 millones, según ellos mismos informan. Por su parte, la liquidez de UniSwap es de USD 816 millones, aunque llegó a un mínimo de USD 518 millones al momento de producirse la migración luego de casi alcanzar los USD 2.000 millones.
Sushiswap, un exchange vampiro
Para entender lo ocurrido es preciso saber que SushiSwap, que tiene poco más de una semana de vida, surgió en plena defi-manía como una bifurcación de UniSwap. Hasta antes de ayer, aunque era una plataforma autónoma, seguía utilizando a Uniswap para resguardar sus pools de liquidez.
Esto hizo que muchos lo consideraran un exchange “vampiro” pues consumía los recursos de otro al tiempo que se desarrollaba. Debido a que entrega como recompensa el token Sushi a quienes usan la plataforma, su crecimiento fue explosivo.
Pero esta relación parasitaria entre los exchanges no iba a durar para siempre. Primero, un personaje de renombre como el accionista de Cinneamhain Ventures, Adam Cochran, abandonó el proyecto.
“Cuando miré por primera vez el contrato, asumí que el fondo de desarrollo iba a un monedero que estaba bloqueado por votación de la gobernanza o que tenía un bloqueo de tiempo”, explicó Cochran.
Pero luego entendió que estaban en un monedero cuyas claves se encontraban en poder del administrador de SushiSwap. “Eso significa que, sin previo aviso, podría ser dado de baja”, añadió.
Al poco tiempo de la salida de Cochran, el fundador de SushiSwap, conocido por el pseudónimo de Chef Nomi, anunció que vendió todos sus tokens Sushi a cambio de USD 6 millones en Ethereum. Muchos interpretaron esto como una estafa de salida, aunque él lo negó.
Esto provocó la caída repentina del precio del token Sushi que, a pesar de su reciente lanzamiento, ya había sido listado en grandes exchanges como Binance y OKEx. Previamente su precio había subido en 3 días de USD 0,7 a USD 11,17, lo que equivale a un aumento del 1.495%.
Cambio de conducción
Por la presión de la comunidad, Chef Nomi se retiró del proyecto y cedió el control al CEO del exchange FTX, Sam Bankman-Fried. A diferencia de Nomi, Bankman-Fried se negó a ser el líder único de SushiSwap y el día de su “asunción”, aseguró que “Sushi volverá a estar en manos de la comunidad”.
Tomó varias decisiones en este sentido y todas ellas debieron ser aprobadas mediante votación. Uno de los cambios fue adelantar la migración de los pools de liquidez, que todavía se hallaban alojados en Uniswap hacia SushiSwap. Esto, como ya se dijo, ocasionó la pérdida masiva de liquidez del exchange original.
Además, un grupo de nueve líderes para este exchange fue elegido mediante una votación el 9 de septiembre por quienes participan en el contrato inteligente de Sushi. Estas nueve personas reemplazan a los creadores anónimos y firmaron un monedero multifirma que custodia los fondos del exchange. Así se pretende conseguir una mayor descentralización.
Ellos son reconocidas personalidades del ecosistema cripto: Sam Bankman-Fied (de FTX), Roberto Leshner (de Compound Labs), el usuario de Twitter 0XMaki, Larry Cermak (de The Block), la firma de inversión CMS Holdings, Matthew Graham (de Sino Global Capital), Hagen, Adam Cochran (de DuckDuckGo) y Zippo (el creador del tablero de SushiSwap).
Ahora, para gastar los fondos o efectuar cambios en el código de SushiSwap se precisa la aprobación de al menos seis de los nueve integrantes de este grupo.
Leshner, uno de los poseedores de las firmas, explicó que “para que DeFi crezca tiene que ser seguro”. Para él, “eso significa reducir los riesgos técnicos y de centralización siempre que sea posible”. Dijo que ayudará a cualquier proyecto a maximizar la seguridad, en la medida de sus posibilidades, “incluso a proyectos vampiros como SushiSwap”.
Tal como señaló el inversionista Ian Lee, lo ocurrido en los últimos días “cambia el panorama y la dinámica competitiva es significativa”. Aunque aclara que “no necesariamente sea para mejor (todavía)”.
Hasta el momento, aun con los cambios ocurridos, la reputación de SushiSwap sigue estando en duda. Por ejemplo, el sitio web DeFiSafety.com, lo califica entre los menos seguros de un total de 21 protocolos auditados. Solo está por encima de YFFI, la primera versión de bZx y $BASED.