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Fundamentos sólidos, ETF y gran adopción institucional respaldan mayores subidas de ETH.
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Existen riesgos que los inversores deben tener en cuenta.
Ether (ETH), la criptomoneda de la red Ethereum, está en su momento. Marcó nuevos máximos históricos, rozando por primera vez en su historia los USD 5.000. En la opinión del analista e inversor Motti Sapir, esto no es más que el reflejo de la confianza institucional que ha ganado la red.
De acuerdo con el especialista, ETH merece tener una «calificación de compra», aunque recomienda primero esperar las posibles correcciones de precio de este activo, sobre todo las que lleven la cotización de nuevo a los USD 4.000, «antes de sumar posiciones», dijo.
Sapir señala que atractivo actual de ETH se apoya en fundamentos que lo diferencian de otros proyectos. Explica que la red concentra una parte creciente de la economía de criptomonedas al sostener las finanzas descentralizadas (DeFi), los tokens no fungibles (NFT) y la tokenización de activos del mundo real (RWA).
Destaca, además, que la transición al protocolo de consenso de prueba de participación redujo la emisión de nuevas monedas y, en paralelo, el mecanismo de quema de ETH en períodos de alta actividad limita la oferta circulante. Sapir considera que este modelo, junto con la demanda de fondos cotizados como el de BlackRock, que ya acumula más de 3 millones de unidades, refuerza la tesis de inversión de largo plazo.
A todo esto se suma el interés de compañías de cotización en bolsa y privadas, como BitMine, BitDigital o SharpLink Gaming, que incorporaron ether en sus balances corporativos y lo convirtieron en un activo de tesorería.
Hasta ahora, 71 entidades de distintos tipos acumulan ETH, sumándose 4,36 millones de monedas controladas por manos corporativas. Entre esas, destacan BitMine, que mantiene 1,7 millones de ether, siendo la compañía de cotización en bolsa con mayor cantidad de esta criptomoneda bajo gestión.
A la par de esa creciente adopción institucional, la reserva de ETH en los exchanges de criptomonedas está cayendo cada vez más, denotando una baja presión vendedora. En la siguiente gráfica se puede apreciar la disminución de los ETH en las plataformas de intercambio a lo largo del tiempo.
El movimiento de los grandes inversores también ha sido determinante. Datos de la firma CryptoQuant muestran que, desde julio, las direcciones más grandes en Binance intensificaron las compras de ETH tanto en el mercado spot como en contratos de futuros, reportó CriptoNoticias.
El analista conocido como «Darkfos» explicó que este comportamiento se da tras la confirmación de una tendencia positiva, lo que indica que las llamadas ballenas apuestan a consolidar un posicionamiento sostenido.
En su opinión, este patrón de acumulación constituye un soporte clave que podría llevar a ETH a los 5.000 dólares. Esta estrategia se diferencia de la de los minoristas, más propensos a movimientos especulativos inmediatos, aunque tampoco está exenta de riesgos vinculados a la volatilidad.
Asimismo, el repunte reciente ha despertado interés técnico sobre la posibilidad de que ETH repita un comportamiento observado en 2021. El analista de mercados financieros Oscar Ontañón, conocido en redes sociales como SantinoCripto, detecta la formación de un triángulo alcista.
Según afirma, “el precio de ETH se va a ir, como mínimo, a los 8.000 dólares en los próximos 5-6 meses”. Esta proyección se suma a la visión de que la consolidación institucional y el interés de los grandes fondos constituyen catalizadores de nuevas alzas.
Los riesgos se exponen
Sin embargo, el escenario también expone riesgos. En lo inmediato, la alta volatilidad puede jugar en contra de los inversores. En los últimos seis meses, ETH subió más de 90% y sus movimientos semanales alcanzan variaciones de hasta 10%, lo que lo hace vulnerable a correcciones abruptas, de acuerdo con Sapir.
El rango de posibilidades es amplio. Sapir describe un escenario bajista en el que el debilitamiento del apetito de riesgo y posibles salidas de fondos podrían llevar a ETH a la franja de 2.800 a 3.200 dólares. Un escenario intermedio lo ubicaría entre 4.200 y 4.600, en línea con un flujo moderado hacia ETF y una política monetaria gradual.
En un contexto favorable, con recortes agresivos de tasas de interés en Estados Unidos y una mayor adopción corporativa, el precio podría superar los USD 5.000 y dirigirse hacia 6.500 dólares. Por ello, recomienda cautela y paciencia: “Acumular ETH en retrocesos entre USD 3.800 y USD 4.200 resulta más atractivo como punto de entrada”.
El futuro inmediato de ETH estará marcado por la interacción entre distintas fuerzas. La expectativa de consolidación institucional y el interés técnico por nuevos máximos contrastan con advertencias sobre la volatilidad y el contexto macroeconómico. Para Sapir, la oportunidad está en saber esperar los retrocesos para fortalecer posiciones de largo plazo, mientras analistas como Ontañón anticipan un impulso hacia zonas más altas si se confirma el patrón alcista.
La discusión sobre el papel de ETH frente a bitcoin y otras redes se mantiene abierta, con la criptomoneda en un punto decisivo para su trayectoria en los próximos meses. Ello, considerando que la perspectiva de esa moneda como inversión no es compartida por todos, ya que empresarios como Jack Mallers, CEO de Twenty One, creen que invertir en ETH «implica asumir una incertidumbre pronunciada”.