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Las tarifas impuestas por Trump estarían socavando la confianza de inversores sobre esa moneda.
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Este descenso marca el cuarto día de caídas en las últimas cinco jornadas bursátiles.
En medio de un nuevo capítulo en la guerra arancelaria impulsada por el presidente estadounidense Donald Trump, quien amenazó con imponer tarifas comerciales del 50% a la Unión Europea, el dólar de aquel país enfrenta un escenario adverso.
Y es que, según datos de Bloomberg, el valor de la moneda de Estados Unidos se desplomó hasta su nivel más bajo desde 2023, afectada por las tensiones comerciales y las crecientes preocupaciones sobre el déficit fiscal del país.
El Bloomberg Dollar Spot Index (Índice del dólar al Contado), un indicador que mide el desempeño del dólar frente a una canasta de monedas internacionales cayó hasta un 0,8% el viernes 23 de mayo, acumulando una pérdida de más del 7% desde el inicio de 2025.
Al momento redactar este artículo, ese índice señala que la cotización del dólar registró un descenso por debajo de los 1.220 puntos, como se observa en el siguiente gráfico:
Este descenso marca el cuarto día de caídas en los últimos cinco, un reflejo elocuente de la presión que enfrenta la divisa. De acuerdo con el reporte de Bloomberg, las recientes amenazas de Trump de imponer aranceles no solo a la Unión Europea, sino también a empresas como Apple Inc., han intensificado las preocupaciones de los inverso sobre el impacto de estas políticas comerciales en la economía estadounidense, la más grande del mundo.
Un testimonio que evidencia ese sentimiento negativo es el de Aroop Chatterjee, directivo de Wells Fargo, quien advirtió que un aumento significativo en los aranceles a las importaciones desde la Unión Europea «podría aumentar los riesgos de una recesión en Estados Unidos, además de generar mayor incertidumbre económica y política».
En un intento por matizar la situación, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, afirmó que no consideraría al dólar como una moneda débil. Según Bessent, los movimientos recientes en los mercados de divisas se deben más a la apreciación de otras monedas que a un debilitamiento intrínseco del dólar.
No obstante, el funcionario señaló que Estados Unidos podría cerrar importantes acuerdos comerciales en las próximas semanas y sus declaraciones, lejos de concertar la intención inicial de Bessent, no lograron revertir la tendencia bajista de la cotización del dólar.
En ese sentido, Helen Given, operadora de divisas de institución financiera mexicana Monex, destacó que los comentarios de Bessent podrían haber alimentado especulaciones sobre que la administración de Trump «está buscando una política de un dólar más débil», lo que habría contribuido a la presión bajista esa la moneda.
El mercado asume una postura hostil respecto del dólar de EE. UU.
Adicionalmente, un segundo gráfico elaborado por Bloomberg muestra la evolución de las posiciones netas (área azul) de futuros sobre el dólar estadounidense por parte de operadores no comerciales, es decir, inversores institucionales y especuladores que no utilizan estos contratos para cubrirse, sino para apostar a la dirección futura de la divisa.
En base a datos de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas de Estados Unidos (CFTC, por sus siglas en inglés), se observa que actualmente las posiciones de esos inversores han vuelto al terreno negativo, lo que refleja un renovado escepticismo del mercado sobre el desempeño futuro de la divisa.
Esa tendencia coincide con una caída del dólar, lo que sugiere que los inversores están redirigiendo su capital hacia activos alternativos, en un contexto de incertidumbre macroeconómica y cambios en las políticas monetarias.
Además de las tensiones derivadas de las políticas comerciales, el dólar enfrenta retos internos. Actualmente, el Senado de Estados Unidos analiza un proyecto de ley tributaria promovido por Trump, que contempla un aumento del techo de deuda para evitar un incumplimiento del gobierno que podría materializarse entre agosto y septiembre de 2025.
Ese proyecto ya cuenta con el visto bueno de la Cámara de Representantes del Congreso de aquel país, incrementaría potencialmente el déficit federal «en cientos de miles de millones de dólares anuales», lo que ha generado incertidumbre entre los inversionistas.