Las ICO (Oferta Inicial de Monedas) han desatado todo un furor en el ecosistema, cosa que ha acabado afectando a la red Ethereum, saturándola en varias ocasiones. Por si fuera poco, a su vez, los criptoactivos son cada vez mejor y mayor cotizados por los grandes inversionistas, por lo que han empezado a acaparar el mercado y desplazar las pequeñas inversiones; situación que podría devenir en una centralización del poder de las plataformas blockchain.
En medio de esta problemática cada vez más urgente, el desarrollador de la Fundación Ethereum y co-creador del Servicio de Nombres de Ethereum (ENS), Nick Jhonson, presentó una propuesta que busca distribuir los criptoactivos ofrecidos de mejor manera, con el fin de reducir la congestión de Ethereum y evitar que los inversionistas más acaudalados provoquen la centralización de las plataformas.
Las ICO son eventos donde se ofrecen una cantidad de criptoactivos inherentes a una plataforma, en los cuales los usuarios pueden invertir comprándolos bajo un precio simbólico que luego representará un valor verdadero cuando la red se finalice. De esta manera, las ICO se han convertido en una vía para que las pequeñas empresas y sus desarrolladores logren financiar sus proyectos. Y hay que decir que estos esquemas han llegado muy lejos con hitos recientes de hasta 185 millones de dólares recaudados en poco tiempo.
En este contexto, Nick Johnson propone un nuevo contrato inteligente especializado para la subasta criptoactivos, el cual podría tener un alto impacto en el mercado. El desarrollador pretende tratar a las ICO como una subasta Vickrey, donde los postulantes hacen sus ofertas sin enterarse de las de los demás, de modo que una verdadera valoración del producto puede alcanzarse sin caer en la especulación. Además, la venta se distribuiría a lo largo de varios días, en lugar de sólo horas como actualmente se hace.
Johnson considera que distribuir el tiempo y permitir calcular un valor «real» de la moneda debido a la demanda y oferta es la manera más saludable que llevar las ICO:
En mi opinión, la manera sensata de hacer las cosas es usar algún tipo de sistema que establezca un precio de equilibrio de mercado y no dependa en gran medida del tiempo en el que participes.
Nick Jhonson
Desarrollador
Este método de subasta permitiría a los desarrolladores y startups fijar un número máximo de tokens a la venta o una cantidad máxima de ether a recaudar. Luego, se dará un período de tiempo para que los posibles compradores coloquen sus ofertas, en donde indican la cantidad máxima a pagar por una ficha y el número que desean adquirir, sin saber la cantidad que están ofreciendo otros inversores.
Al final, el vendedor calculará un precio óptimo basado en las ofertas de todos los inversionistas, las cuales serán publicadas en conjunto con el precio final para que los compradores puedan verificar si el cálculo fue correcto.
Nick Johnson considera que esta técnica de subasta beneficiará a los dos extremos, ya que la empresa no se irá ni por un precio demasiado alto para no perder vendedores, ni por uno muy bajo que no cubra las expectativas del proyecto.
La propuesta es por los momentos tan sólo conceptual. Se encuentra publicada en GitHub, aunque no ha sido probada ni utilizada en producción, por lo que sólo se podrá poner en efecto algún día si alguien más desea colaborar.
Otras propuestas
Nick Johnson no ha sido el único que ha querido resolver este problema. La app de mensajería de Ethereum, Status, que ha recaudado casi unos 100 millones de dólares, utilizó un «techo dinámico» para limitar las ventas; permitiendo sólo una cantidad de fichas específicas por dirección.
No obstante, la idea no funcionó del todo, ya que los compradores enviaron transacciones desde múltiples direcciones de Ethereum, que fueron leídas por el contrato de la ICO como spam, por lo cual quedaron ventas pendientes que desaceleraron la red.
En medio de la saturación, la casa de cambio de Ethereum, OmiseGo, tuvo que pedir registros de cuenta y obtener identidades de los inversionistas para verificar si efectivamente estaba transando ventas individuales de los criptoactivos. Pero esto no evitó que Bitcoin Suisse se quedará con la mayor parte de las fichas y que tan sólo 2 direcciones de Ethereum alcanzaran el suministro de 49% de los criptoactivos.
Así, las ICO se han vuelto en una peligrosa apuesta para Ethereum, pues por un lado han beneficiado enormemente al desarrollo y difusión de la plataforma, pero por el otro han logrado poner en vacilante prueba su escalabilidad.
Por si fuera poco, las ofertas de moneda inicial no están catalogadas como problemáticas sólo por congestionar plataformas de blockchain, sino que también representan un potencial riesgo de inversión según entes reguladores del mundo, entre los que figuran La Comisión de Bolsa de Valores de los Estados Unidos (SEC) y las autoridades financieras de Corea del Sur. Estas alarmas podrían conllevar a futuras regulaciones para este método de financiamiento.