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Menor acumulación sugiere una oferta más cautelosa, de acuerdo con Glassnode.
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Si la demanda se intensifica nuevamente, se disminuye la vulnerabilidad.
El escenario de bitcoin (BTC) en septiembre ha encendido las alarmas de los traders y analistas, pues los datos on-chain ofrecen señales de un enfriamiento que, si se mantiene en el tiempo, le podría poner fin al mercado alcista.
Una de estas señales es la acumulación, cuya tendencia se ha suavizado en el último mes. Esto ha venido acompañado de una convicción moderada por parte de las grandes cohortes de inversores, incluso cuando BTC se ha mantenido por más de 100 días sobre el nivel de los USD 100.000.
Por lo general, esta señal de suavidad en la acumulación se interpreta como una «oferta cautelosa», dejando al mercado «vulnerable a un exceso de oferta a menos que la demanda se intensifique nuevamente», de acuerdo con la firma de análisis Glassnode.
Vale aclarar que Glassnode define «la puntuación de tendencia de acumulación» como «un indicador que refleja el tamaño relativo de las entidades que acumulan monedas activamente on-chain en términos de sus tenencias de BTC».
En la siguiente gráfica se aprecia como septiembre está marcado en rojo, lo que indica que el puntaje de acumulación se ha reducido y los grandes actores no están comprando con tanta convicción:
Un exceso de oferta ocurre cuando hay más bitcoin disponible para vender que compradores dispuestos a adquirirlo al precio actual. Esto genera presión bajista, porque los vendedores deben reducir sus precios para encontrar demanda.
En general, una menor acumulación y mayor disposición a vender por parte de grandes tenedores deja al mercado expuesto. Si la demanda no crece al mismo ritmo que la oferta, el desequilibrio puede traducirse en caídas de precio o en una fase prolongada de consolidación hasta que el interés comprador retome fuerza.
«No es un fenómeno global»
Guillermo Fernandes, inversor venezolano de bitcoin, empresario y consultor de criptomonedas, disiente de la visión de Glassnode. Para él, no existe tal vulnerabilidad de exceso de oferta en BTC. A su juicio, esta moneda no está sujeta a «vacíos de mercado en los libros de órdenes a nivel general». Él cree que pueden darse «casos puntuales», en los que el mercado se disocia por falta de liquidez.
«Pero no es un fenómeno global», explica Fernandes a CriptoNoticias, y añade que los inversores efectivamente están moderados, pero no por desinterés, sino porque, posiblemente, están en espera de la aprobación la ley Claridad en los Estados Unidos, una legislación que definirá puntualmente el marco regulatorio del mercado de BTC y criptomonedas.
Lo indicado por Fernandes tiene sentido si se toma en cuenta que los flujos de entradas de capital a los exchanges de bitcoin y criptomonedas están disminuyendo, lo que sugiere un cambio de sentimiento en el mercado.
El promedio móvil de 7 días del total de entradas en todos los exchanges muestra una disminución continua, según datos de CryptoQuant. En los mercados al contado, altos niveles de entradas suelen anticipar presión de venta. En el de derivados, el escenario es distinto: el aumento de entradas puede derivar en volatilidad, pues se utilizan tanto para posiciones largas como cortas.
En ese orden de ideas, la disminución reciente en esta métrica puede reflejar una mayor disposición a mantener BTC fuera de los exchanges, reduciendo la oferta inmediata, lo que suele ser beneficioso para el precio del activo digital.
En la siguiente gráfica se puede apreciar mejor esa disminución:
Hay que tomar en cuenta la cantidad de bitcoin en los exchanges cayó a su nivel más bajo desde hace 7 años, con un total de 2,4 millones de BTC acumulados en esas plataformas de intercambio.
Un trimestre alcista
Considerando lo anterior, surge la discusión por saber si ya el mercado de bitcoin llegó a su techo. Hay quienes piensan que sí, como el analista de la comunidad de TradingView conocido como EXCAVO. Para él, ya llegó el mercado bajista de bitcoin, por lo que cree que el precio de la moneda caerá a los USD 90.000 en las semanas por venir.
Sin embargo, otros especialistas, como Carter Jordan, señalan que la tendencia de la moneda digital «está sesgada hacia la oscilación alcista». Esto podría extenderse hasta finales de año, considerando que, históricamente, BTC (y su mercado) han tenido buenos desempeños en los cuartos trimestres desde el 2020.
Con la excepción de 2022 —cuando el colapso de FTX desencadenó el mercado bajista—, cada cuarto trimestre desde la pandemia de COVID-19 ha registrado rendimientos superiores al 20%, con tres de esos periodos superando el 50%.
Por ejemplo, en 2020, el cuarto trimestre cerró con un desempeño del 119,3%. En 2021, fue de 21,4%. En 2022, a la baja, fue de -15,9%. Luego, en 2023 y 2024, los cierres fueron positivos, de 55% y 54,7%, respectivamente. Así se puede apreciar en la gráfica de Hashdex:
Con un entorno de interés institucional creciente y factores macroeconómicos en juego, la expectativa es que 2025 pueda repetir esa tendencia, de acuerdo con esa organización.
Esa visión coincide con la Jason Hamlin, fundador de Nicoya Research, quien sostiene que bitcoin podría alcanzar los 150.000 dólares a finales de 2025 y acercarse a los USD 200.000 en el primer trimestre de 2026. Él argumenta que la moneda digital está en fase de consolidación y “aún no ha tocado el techo del canal de tendencia”, como informó CriptoNoticias.
Fernandes opina de forma similar. El inversor indica que la demanda de BTC seguirá creciente y tendrá efecto sobre el precio. Además, coloca la cotización de BTC, basándose en modelos de predicción, entre USD 117.000 y USD 122.000 para finales de año.
«Confío que bitcoin cerrará el 2025 en alza en relación con su punto de inicio de año. No veo escenarios normales donde volvería a los USD 100.000. Sobre todo, con la adopción institucional y la claridad regulatoria de EE. UU.».
Guillermo Fernandes, inversor de BTC y criptomonedas.
Está claro que la realidad refleja un mercado en transición y consolidación, donde coexisten señales de vulnerabilidad por exceso de oferta y expectativas de un nuevo impulso. Así las cosas, la interacción entre acumulación, entradas a los exchanges y la dinámica de la inversión institucional marcará la evolución del precio en lo que queda de año.